Existe un tercer grupo de países en Latinoamérica cuyos gobiernos se encuentran perfectamente alineados con Washington y que tienen como función primordial representar y defender los intereses del imperialismo norteamericano en la región, principalmente, tratando de meter una cuña en los intentos unitarios que han surgido en los últimos años y conspirando contra los procesos revolucionarios que se hallan en desarrollo. La mayoría de ellos han firmado tratados bilaterales de libre comercio con EEUU (los famosos TLC) o, como en el caso de Colombia, ya no sabe qué hacer para poder firmarlo. Al igual que ha ocurrido con Chile, al estar amarrados económicamente con EEUU, la crisis capitalista los ha golpeado más duro que a los demás, lo cual, evidentemente, ha tenido un efecto nefasto sobre sus respectivos pueblos. 

 

4.3.1) Colombia  

 

uribe_preview.gifEn Colombia la oligarquía ha gobernado ininterrumpidamente desde la independencia de España, en las primeras décadas del siglo XIX hasta la fecha, ya sea bajo la forma de democracias burguesas o de dictaduras militares, y cada vez que las masas han puesto en peligro este poder hegemónico han sido reprimidas a sangre y fuego con una violencia difícil de imaginar. La historia colombiana es una historia de muerte y horror, valga decir que desde 1948, año en que la oligarquía asesinó a Jorge Eliécer Gaitán, hasta octubre de 2009 iban más de un millón de muertos por la violencia política (23), en su enorme mayoría campesinos y trabajadores. En ese sentido, el pueblo colombiano puede suscribir, con conocimiento de causa, hasta la última palabra de la frase de Lenin de que “la sociedad capitalista ha sido y es siempre un horror sin fin”. Este régimen de terror que es presidido desde el año 2002 por el narcoparamilitar de Álvaro Uribe Vélez, ha aplicado una política económica de corte neoliberal y, como decíamos antes, totalmente subordinada a los EEUU. El modelo económico que se desarrolla en Colombia, que en numerosas ocasiones ha sido presentado por los voceros regionales del capitalismo como un ejemplo a seguir, sin embargo, ha dado como resultado la sociedad más desigual de América del Sur, inclusive peor que Brasil y Chile, con un índice de Gini de 0,585, bastante superior al promedio de Latinoamérica que anda en torno a 0,52. Esto no es de extrañar en un país donde el 10% más rico de la población concentra el 46,5% del ingreso, más que el 80% de la población con menores ingresos, (37,7%). “La pobreza en la economía colombiana afectaba al 46% de la población hacia finales del 2008. Si bien representa una mejora desde el 53, 2% observado en 2002, aún se encuentra en niveles elevados que ponen en peligro la estabilidad social del país. El nivel de indigencia por su parte (esto es, el porcentaje de población que no cuenta con el mínimo de dinero para satisfacer necesidades básicas como alimentación y vestimenta), se ubicó en el 17, 8% de la población, levemente por debajo del 19, 7% del 2002” (24). Estos índices seguramente se verán agravados por un desempleo que fue el mayor de América Latina, y que llegó en noviembre al 11,1%, lo que equivale a 2,39 millones de colombianos sin trabajo (25). Pero si los índices sociales no son buenos en la Colombia de Uribe, qué decir de la economía que no sólo se vio afectada por la crisis capitalista y su cercanía con los EEUU, sino que gracias a su política de agresión a la revolución venezolana perdió a su segundo socio comercial. “Durante 2009, las exportaciones del país disminuyeron 12,7% con relación a las del mismo período del año anterior cuando habían registrado un aumento de 25,5%, al pasar de US$37.625,9 millones FOB a US$32.853 millones FOB. Las exportaciones tradicionales disminuyeron 10,3%... La mayor contribución a la variación negativa de las exportaciones se registró en los productos vendidos a Venezuela (-33,5%), que se tradujo en un aporte negativo de 5,4 puntos porcentuales a la contracción de 12,7% de las exportaciones totales” (26), todo lo cual contribuyó a que la producción en Colombia cayera un -5.9% y las ventas un -3.3% (27), y se tuviera un PIB de -0,2% en el año 2009.  

 

La estrecha relación con EEUU no sólo le ocasionó a Colombia que la crisis capitalista afectara su economía en mayor medida que al resto de sus pares sudamericanos, en compensación ha recibido más de 6.000 millones de dólares en ayuda militar desde el año 2000 bajo el denominado Plan Colombia (28), convirtiéndose en el tercer país a nivel mundial, después de Israel y Egipto, en cantidad de ayuda norteamericana recibida por este concepto. No es de extrañar, entonces, que sea la oligarquía colombiana la más fiel defensora de los intereses gringos en América del Sur, y por ende su principal caballito de batalla para desestabilizar y atacar desde el exterior a la revolución en Venezuela y Ecuador. La entrega este año pasado de 7 bases militares ubicadas en Malambo, Atlántico; Palanquero, en el Magdalena Medio; Apiay, en el Meta, las bases navales de Cartagena y el Pacífico, el centro de entrenamiento de Tolemaida y la base del ejército de Larandia, en el Caquetá para la aviación de EEUU, no son más que otro capítulo de esta historia. Desgraciadamente, la errónea estrategia que desarrollan las guerrillas de las FARC y del ELN, que en vez de buscar una alianza con el movimiento obrero organizado y servirle de apoyo armado, persisten en su foquismo estéril, ha servido de justificativo para toda esta política guerrerista y represiva del gobierno uribista.     

 

La solución a la lucha de clases que se desarrolla en Colombia, al igual que en el resto del continente, está en manos de su clase obrera, es la única que puede derrotar al régimen de la oligarquía, y aunque en una sociedad con las características represivas de la colombiana llevar adelante cualquier lucha reivindicativa es un asunto sumamente peligroso, las cifras de sindicalistas muertos en estos años no deja lugar a dudas, aun así, el proletariado colombiano ha dado suficientes muestras a lo largo de la historia de su valor y espíritu de lucha. “El factor más destacable de los últimos meses ha sido la entrada en escena, con un ímpetu y extensión no vistos en años, de las masas, y en primer lugar de la clase obrera.  La propia burguesía es consciente de ello como reconoce en su edición de Noviembre de 2008 la cita de la revista Dinero... En 2008, solamente en Bogotá ha habido más de 400 huelgas, más de una por día. Además hemos visto huelgas nacionales sectoriales que, por su dureza y duración, han servido de punto de referencia al conjunto de la clase obrera y despertado una enorme ola de simpatía en toda la sociedad” (29). En caso de triunfar alguna de las revoluciones actualmente en curso en Latinoamérica, principalmente, en Venezuela, sus efectos inmediatos, seguramente, se verían con más fuerza en Colombia, tal como ocurrió cuando la lucha independentista de 1810. Las condiciones en Colombia están servidas para que ello ocurra.  

 

4.3.2) Perú  

 

14_6_2009_20_55_9_1.jpgSi algún gobierno en América Latina puede disputarle el servilismo hacia EEUU al gobierno colombiano, ése es el gobierno de Alan García en Perú. Una de sus primeras actuaciones, luego de ser electo, fue firmar el TLC con los gringos en 2007. "Cuando ampliamos el comercio se benefician los intereses de Estados Unidos", dijo Bush en una reunión conjunta abierta a la prensa. En tanto, Alan García aseguró que el TLC "traerá más inversión" e incrementará el intercambio comercial de su país para "mejorar las políticas sociales” (30). Poco después, García desarrolló en un artículo titulado “El síndrome del perro del hortelano” la filosofía infame que justificaría su política neoliberal y entreguista a partir de ese momento. “El reclamo por la titulación de la vivienda es muy grande. Cada peruano sabe que con una propiedad legalizada, vendible, hipotecable o transmisible por herencia puede mejorar su situación. Pero el Perú como conjunto tiene el mismo problema y no lo sabe. Muchos de sus bienes no se pueden poner en valor, ni vender, ni se puede invertir en ellos, ni generar empleos con ellos. Hay millones de hectáreas para madera que están ociosas, otros millones de hectáreas que las comunidades y asociaciones no han cultivado ni cultivarán, además cientos de depósitos minerales que no se pueden trabajar y millones de hectáreas de mar a los que no entran jamás la maricultura ni la producción… Hay, además, millones de trabajadores que no existen, aunque hagan labores, pues su trabajo no les sirve para tener seguro social o una pensión más adelante, porque no aportan lo que podrían aportar multiplicando el ahorro nacional… El primer recurso es la Amazonía. Tiene 63 millones de hectáreas y lluvia abundante. En ella, se puede hacer forestación maderera especialmente en los 8 millones de hectáreas destruidas, pero para eso se necesita propiedad, es decir un terreno seguro sobre 5.000, 10.000 o 20.000 hectáreas, pues en menos terreno no hay inversión formal de largo plazo y de alta tecnología… Por el contrario, la propiedad formal por grandes empresas colectivas como los fondos de pensiones permitiría hacer inversiones de largo plazo desde la siembra hasta la cosecha años después. Los que se oponen dicen que no se puede dar propiedad en la Amazonía (¿y por que sí en la costa y en la sierra?). Dicen también que dar propiedad de grandes lotes daría ganancia a grandes empresas, claro, pero también crearía cientos de miles de empleos formales para peruanos que viven en las zonas más pobres… Un segundo tema demuestra lo mismo, es la tierra. Para que haya inversión se necesita propiedad segura, pero hemos caído en el engaño de entregar pequeños lotes de terreno a familias pobres que no tienen un centavo para invertir, entonces aparte de la tierra, deberán pedirle al Estado para fertilizantes, semillas, tecnología de riego y además precios protegidos. Este modelo minifundista y sin tecnología es un círculo vicioso de miseria, debemos impulsar la mediana propiedad, la clase media de la agricultura que sabe conseguir recursos, buscar mercados y puede crear trabajo formal… Este es un caso que se encuentra en todo el Perú, tierras ociosas porque el dueño no tiene formación ni recursos económicos, por tanto su propiedad es aparente. Esa misma tierra vendida en grandes lotes traería tecnología de la que se beneficiaría también el comunero,… El tercer tema es el de los recursos mineros en los que el Perú tiene la riqueza más grande del mundo, no solo por la cantidad sino también por la variedad de recursos mineros, o que permite que si un producto baja de precio, se compense con otros productos. Sin embargo, apenas la décima parte de esos recursos está en proceso de explotación, porque aquí todavía discutimos si la técnica minera destruye el medio ambiente, lo que es un tema del siglo pasado… Y es que allí el viejo comunista anticapitalista del siglo XIX se disfrazó de proteccionista en el siglo XX y cambia otra vez de camiseta en el siglo XXI para ser medio ambientalista. Pero siempre anticapitalista, contra la inversión, sin explicar cómo, con una agricultura pobre, se podría dar un salto a un mayor desarrollo. Y contra el petróleo, han creado la figura del nativo selvático 'no conectado'; es decir, desconocido pero presumible, por lo que millones de hectáreas no deben ser exploradas… Pero aquí, cada vez que se quiere otorgar un lote de mar para que un inversionista ponga sus jaulas de crianza artificial, aumente la producción y cree trabajo, reaccionan los pescadores artesanales de la caleta cercana, que ven nacer una competencia más moderna y dicen que se está bloqueando su derecho al libre paso, que se contamina el mar y otros invocan lo sagrado del Mar de Grau, en vez de aceptar esta nueva actividad que podría generar cientos de miles de empleos” (31).  

 

En 2008, el presidente García promulgó los decretos legislativos a través de los cuales comenzó a privatizar los recursos naturales del Perú, millones de hectáreas de selva fueron entregadas a multinacionales para la explotación petrolera. “Hasta el 2007, los contratos de licencia en la Amazonía ascienden a 35.2 millones de hectáreas, a las que se suman las áreas otorgadas en el 2008. Es importante resaltar que en el conjunto de los países amazónicos, las áreas de exploración llegan a 44 millones de hectáreas, lo que quiere decir que el Perú ha otorgado el 80% del total” (32). Como era de esperar, los pueblos indígenas se rebelaron contra esta situación, lo cual tuvo su punto álgido el 5 de junio de 2009 en Bagua donde fueron masacradas varias decenas de aborígenes por las fuerzas represivas del Estado. “La información de radios locales, ongs, prensa independiente y participantes en las protestas contabilizan en más de 50 el número de bajas civiles. Fotografías y videos muestran la brutalidad de la represión, con cadáveres totalmente desfigurados, quemados y apaleados. Diferentes testimonios indican que las fuerzas policiales recogen los cadáveres y los queman o los tiran al río, para que el número de civiles muertos no haga evidente la masacre. Hay menores de edad muertos y heridos… la sociedad civil, las leyes internacionales y nacionales y la Comisión del Congreso dan la razón a las reivindicaciones de los pueblos indígenas, pero el Gobierno impone la ley de la fuerza y desata una represión brutal, cometiendo un evidente crimen contra los derechos humanos... Y ello por dejar la selva peruana en manos de las multinacionales y cumplir con el Tratado de Libre Comercio con EE.UU. No en vano, en los últimos 3 años se ha pasado de un 15% a un 72% de tierras amazónicas concesionadas para la exploración y explotación de hidrocarburos” (32).  

 

Las políticas neoliberales de García Pérez no sólo han generado la matanza de indígenas y la destrucción de la selva amazónica, también están acabando con un sector industrial tradicional en Perú como lo es el de la confección de ropa y el área de textiles, así como con varios rubros agrícolas. Al igual que ha ocurrido anteriormente con otros países latinoamericanos que han firmado TLC con EEUU, el poner a competir en “igualdad de condiciones” las raquíticas fuerzas productivas de un país pequeño como Perú con las del país más industrializado del mundo es un suicidio para el primero como está quedando demostrado después de un balance de su primer año de aplicación. “Hace casi un año, al culminar la implementación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, este acuerdo comercial fue señalado como el instrumento que colocaría al Perú en las ligas mayores de la economía mundial. Después de 10 meses de vigencia de este tratado, los resultados son sencillamente desoladores pues el Perú se ha convertido en importador de productos norteamericanos y sectores productivos como el de confecciones registran una caída de 35%, en el período comprendido entre enero y octubre, señaló el economista Kurt Burneo. “El apuro del presidente Alan García por firmar el TLC con Estados Unidos hizo que nos engancháramos con una economía que estaba en recesión y que necesitaba exportar mucho e importar poco”, explicó Burneo. La falta de perspectiva se ha puesto de manifiesto también en otros acuerdos firmados o que el gobierno se apresta a firmar… Además de Estados Unidos, el Perú ha suscrito TLCs con Singapur, Canadá y Chile, sobre este último recae una Acción de Inconstitucionalidad al no haber sido aprobado por el Congreso, como corresponde. A estos se agrega el polémico TLC con China, que ha motivado la protesta generalizada de la industria de la confección minorista peruana, que padece los efectos de la disminución de aranceles que ha puesto en práctica el gobierno en los últimos tres años y se espanta con el anuncio de entrada en vigencia a partir de febrero de 2010. El problema del gobierno es que ve a los TLCs como una verdad de catecismo” (33). 

 

El crecimiento de la economía peruana durante el año 2009 estuvo muy lejos del 5% que había anunciado el gobierno al comenzar el año y apenas logró un 1,12% gracias al repunte de 6,38% en diciembre. Con estos números en un país donde el 46% de sus habitantes es pobre y otro 18% es extremadamente pobre, donde más de un millón de niños están desnutridos y 23.000 de ellos murieron durante el año antes de cumplir los 13 años (34), es comprensible, entonces, que el presidente García sea uno de los más impopulares de América Latina con un rechazo de 70% y que los conflictos sociales y laborales hayan aumentado, con respecto al 2008, un 45% en el caso de los primeros y un 82% en el caso de los segundos. En 2009 también hubieron más huelgas, 99, que en 2008 cuando se registraron 63 (35).  Hay que señalar, igualmente, que según reportes de la Defensoría del Pueblo las manifestaciones también se han duplicado desde que comenzó el actual gobierno. Pero si el año pasado estuvo cargado de contratiempos para Alan García los pronósticos para el 2010 no son mucho mejores: “Según José de Echave, especialista en temas mineros, los conflictos socio ambientales se agudizarán en aquellas zonas que perciben ingresos por canon minero. “En el 2010 habrá una reducción del canon minero, pues en el 2009 se redujo en un 67% el Impuesto a la Renta de las mineras. Los pueblos que reciben canon tendrán menos recursos para ejecutar obras de infraestructura, lo que hará crecer el descontento”… El Observatorio de Conflictos Mineros en el Perú prevé también posibles puntos de nuevas crisis en Apurímac, donde las concesiones mineras siguen con una clara tendencia al crecimiento; Cajamarca (por denuncias contra quienes se oponen a la actividad minera), Piura (sigue pendiente el conflicto entre la población de Huancabamba y la minera Río Blanco), Cusco (por la pugna entre la minería artesanal y la minera Ares, en Chumbivilcas) y Junín (por la prórroga al PAMA de la empresa Doe Run Perú)” (36). Políticas económicas neoliberales, que necesitan de medidas represivas para su implementación, en medio de una situación de crisis generalizada del sistema capitalista donde, prácticamente, no hay crecimiento económico, donde se está destruyendo la ya débil industria nacional, donde casi dos tercios de la población es pobre, es una mezcla explosiva que seguramente agudizará la lucha de clases y más si se tiene en cuenta que Perú, por intermedio de Ecuador y Bolivia, tiene la revolución en la frontera.   

 

 

4.4- La sombra del imperialismo 

 

La elección a finales de 2008 de Barack Obama como presidente de EEUU despertó grandes esperanzas dentro de los gobiernos reformistas de la región que veían en el nuevo presidente demócrata una posibilidad de cambios positivos en las relaciones del imperio con América Latina. Un año después poco queda de aquellas falsas ilusiones. Con Obama el único cambio visible se dio en el color de la piel del presidente, demostrándose una vez más que en cuestiones de lucha de clases no cuenta la raza, la nacionalidad o el sexo, sino los intereses de clase que representa el individuo. El derrocamiento de Zelaya en Honduras, la instalación de las bases militares en Colombia, el desplazamiento de la IV flota por las aguas continentales, el mantenimiento de un discurso agresivo e ingerencista, a lo cual hay que sumar la reciente ocupación militar de Haití luego del terremoto, se han encargado de hacer añicos los buenos deseos de los reformistas y los han devuelto a la cruda realidad de la vida. La actual política exterior de los EEUU hacia Latinoamérica impulsada por los demócratas en poco se diferencia de la desarrollada en su momento por George Bush y los republicanos. Detrás de la amable sonrisa de Obama se esconde una política imperialista que tiene más de doscientos años y contra la cual advirtiera en su momento el propio Simón Bolívar. A pesar de ser un imperio en decadencia, agobiado ahora por una de las peores crisis económicas de su historia, los EEUU cuentan con un poderío militar formidable que intentarán utilizar en caso que su hegemonía en Latinoamérica se continúe deteriorando y se vea aún más amenazada. A nadie le debería quedar dudas que los gringos no cederán su dominio en la región sin dar la pelea. Ya están surgiendo dentro de los EEUU voces provenientes de los sectores más reaccionarios que llaman a emplear la fuerza para restaurar su control de la región, sólo que esta vez  una agresión directa contra alguno de los países latinoamericanos, seguramente, generaría una reacción de rechazo a nivel de las masas latinoamericanas que aceleraría la lucha de clases, y no sería de extrañar que, incluso, bajo la actual situación desesperada que viven grandes sectores de las masas y el proletariado norteamericano, esta lucha se extendiera al propio territorio de los EEUU.  

 

Notas: 

 

(23) http://www.argenpress.info/2009/10/narcotrafico-y-violencia-en-colombia-no.html

(24) http://co.globedia.com/preocupa-nivel-pobreza-colombia

(25) http://www.dinero.com/economia/empleo/desempleo-121-noviembre_67309.aspx

(26)http://www.dinero.com/negocios-online/comercio-exterior/exportaciones-cayeron-127-2009_68623.aspx

(27)http://www.dinero.com/negocios-online/industria/2009-termino-buen comportamiento_68604.aspx

(28)http://www.semana.com/noticias-relaciones-exteriores/ultimas-puntadas-acuerdo-militar-estados-unidos /127325. aspx

(29)http://elmilitantecolombia.org/colombia/politica-nacional/22-desaceleracion-economica-crisis-politica-y-agudizacion-de-la-lucha-de-clases.html

(30) http://www.periodismo.com/modules/news/article.php?storyid=4783

(31) http://elcomercio.pe/edicionimpresa/Html/2007-10-28/el_sindrome_del_perro_del_hort.html

(32) http://www.alasbarricadas.org/noticias/?q=node/10902 

(33) http://caobacii.blogspot.com/2010/01/tlc-con-eeuu-arroja-balance-negativo.html

(34)http://extremapobrezayderechoshumanos.blogia.com/2009/060901-el-peru-y-sus-numeros-de-pobreza.php(35)http://elcomercio.pe/impresa/notas/numero-huelgas-conflictos-laborales-aumento-durante-ano-pasado _1/20100121/401641 

(36)http://elcomercio.pe/noticia/389840/tareas-pendientes-2010-conflictos-sociales-violencia-provincias


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