Rodolfo Ríos Garza, procurador de justicia de la CDMX, el jueves 25 de mayo dio a conocer a través de una conferencia de prensa la aparición con vida de Belén Montserrat Cortés, estudiante de la Universidad Autónoma de México (UACM) que se encuentra desaparecida desde el pasado 29 de abril, también aseveró que estaba bien, que en ningún momento había sido víctima de ningún delito y que su ausencia había sido voluntaria, también mencionó que sólo las personas de su confianza sabían. Sin embargo, Ríos faltó a los protocolos de atención de víctimas, al dar a conocer la noticia primero a los medios y no a la familia, como debería haberlo hecho.


Los familiares, al enterarse de la noticia a través de los medios, llamaron a Centro de Atención a Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA) donde dijeron que ella había ido a declarar y que estaba bien, por lo que el caso estaba cerrado. Existen tantas irregularidades tanto en la declaración del procurador como en la información que les dio el CAPEA a los familiares, que resulta difícil creer en la aparición de la joven.


En primer lugar, no comunicaron a los familiares cuando Belén (supuestamente) se presentó a declarar a las oficinas del CAPEA, siendo que ellos habían puesto la demanda de su desaparición. Por otro lado, y aunado a este primer punto, el comunicado fue ante los medios de comunicación antes que a la familia, lejos de eso, ni si quiera atendían las llamadas de los familiares de Belén.


Finalmente, no presentan ninguna prueba que evidencie que ella haya ido a declarar, salvo una fotografía en blanco y negro que ni siquiera puede apreciarse. Cabe mencionar que nadie sabe de su paradero, situación que contraria totalmente lo que dijo el procurador de que personas de confianza sabían de su paradero.


Estudiantes y docentes de la UACM caminaron este jueves 1 de junio hacia la PGJ, después de la conferencia donde los padres anunciaron todas las anomalías antes mencionadas, ahí entregaron una carta firmada por más de 400 personas de la comunidad universitaria, además de cerca de 300 ciudadanos externos y 40 colectivos y organizaciones civiles, donde exigen que se compruebe que Belén está bien y no quiere ver a su familia.


El caso de Belén se dio en un contexto donde el número de mujeres desaparecidas ha aumentado y que sólo el 20% de ellas han sido localizadas. Pareciera que estás desapariciones se han normalizado, a tal grado que ya no son mencionadas con nombres, sino sólo como cifras.


Ante el ambiente social de violencia en el que estamos sumergidos, específicamente el que se ejerce contra las mujeres y al no haber pruebas claras de la aparición de Belén, Libres y combativas, Izquierda Revolucionaria y el Sindicato de Estudiantes nos sumamos a la exigencia de que el caso no se cierre y que, lejos de eso, las autoridades competentes muestren evidencias de que efectivamente Belén apareció y que está bien, pues ante todas las irregularidades del proceso, pareciera que la PGJ sólo quiere evadir el caso y que lo único que quiere es evitar otra vez la presión de la movilización, como la que se suscitó el 24 de mayo y donde se exigía la aparición con vida de la estudiante, misma que se dio justamente un día antes de la supuesta aparición de la joven y que parece apuntar que tras de ella la conferencia del funcionario fue una salida rápida.


¡Por la aparición de Belén!
¡Ni una más!

¡Nos queremos vivas, libres y combativas!


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