Hay una célebre cita de Bertolt Brecht que afirma que “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”. Ted Grant fue uno de esos revolucionarios imprescindibles que luchó infatigablemente durante toda su vida contra los responsables de la explotación y la miseria y, trabajó incansablemente en la construcción del partido revolucionario. Ted Grant falleció en julio de 2006, pero su legado sigue vivo en sus obras.

La existencia de Ted está indisolublemente unida al combate por la revolución socialista. Nunca abandonó la trinchera y jamás se desmoralizó. Incluso en los momentos de reacción más negra, cuando el fascismo dominaba Europa o la burocracia estalinista dirigía toda su furia contra los trotskistas en Rusia y en las filas de la Internacional Comunista, Ted Grant se mantuvo firme en la defensa de los principios teóricos y del método marxista. Gracias a su inapreciable contribución a la teoría, la herencia del pensamiento socialista revolucionario ha podido ser transmitida a generaciones de comunistas. Obras esenciales de Ted Grant, como Rusia, de la revolución a la contrarrevolución y Razón y Revolución, escrita junto con su camarada y más estrecho colaborador Alan Woods, han sido traducidas a más de diez idiomas y reeditadas en numerosas ocasiones con un impacto muy considerable entre las filas más avanzadas del movimiento obrero. Para atestiguarlo, cabe resaltar la edición de Razón y Revolución hecha por la Editorial Ciencias Sociales de Cuba en el año 2006 y que se agotó en dos semanas, o la publicación de ambos textos en Venezuela por editoriales bolivarianas. El propio presidente Hugo Chávez ha considerado Razón y Revolución como una de sus inspiraciones teóricas más importantes. En temas como la teoría del capitalismo de Estado, sus análisis económicos y de los procesos políticos en la URSS y Europa del Este, el bonapartismo proletario, los avances de la revolución colonial o el trabajo en las organizaciones de masas, Ted Grant hizo una contribución fundamental al marxismo. Gracias a Ted Grant y a Alan Woods pudimos mantener organizadas las filas de la vanguardia revolucionaria, creando las bases de lo que hoy es la Corriente Marxista Internacional. En 1934 León Trotsky escribió: “La doctrina marxista y el programa comunista no pueden remontarse por encima del caos como el Espíritu Santo, ni estar enterrados en el cerebro de algunos profetas. Necesitan un cuerpo, es decir, la organización de la vanguardia obrera”. Y es precisamente en estos momentos de convulsiones revolucionarias en América Latina, de crisis política y militar del imperialismo, de auge de la lucha de clases, cuando es más necesario aún edificar con tesón, sobre cimientos sólidos, el partido mundial de la revolución socialista. A esta tarea contribuirá decisivamente el estudio de las obras de Ted Grant. De sus obras pueden extraerse las claves para abordar satisfactoriamente los nuevos procesos de la lucha de clases mundial, que Ted ya no podrá ver. Como todo marxista consecuente, Ted Grant se entregó por completo a la tarea de construir el partido de la revolución socialista y probó, en los hechos, que era posible levantar una fuerte organización marxista trabajando dentro de las organizaciones tradicionales del proletariado. Estos logros concretados en el desarrollo de Militant en Gran Betaña, la principal organización trotskista de la historia después de la Oposición de Izquierdas en la URSS, son un legado que requiere un estudio sistemático y detallado. Ted Grant no sólo defendió brillantemente los principios marxistas, fue capaz de desarrollarlos aplicando el método del materialismo dialéctico al complejo panorama surgido tras la II Guerra Mundial, en una época histórica en que las ideas del marxismo fueron duramente atacadas y el capitalismo presentaba, supuestamente, un horizonte de prosperidad ilimitado. En aquellos años, Ted Grant tuvo que librar una intensa batalla para reafirmar los principios fundamentales del marxismo revolucionario. No sólo contestó las ideas de los socialdemócratas y los estalinistas, sino también las concepciones mecánicas y superficiales de los entonces dirigentes de la Cuarta Internacional. No obstante, la obra de Ted Grant no ha sido accesible para amplias capas del movimiento obrero. Es cierto que sus escritos fueron difundidos en Gran Bretaña entre miles de activistas, especialmente en las décadas de los setenta y los ochenta del siglo pasado, pero incluso en el país donde desarrolló su actividad política principal sus textos no son suficientemente conocidos. Qué decir de los países de habla hispana, donde los trabajos más sobresalientes de Ted han llegado a publicarse, tan sólo, en los últimos años. Es nuestra intención, por tanto, editar las Obras de Ted Grant en los próximos años, tarea que iniciamos con la publicación de este primer volumen, para el que hemos realizado una selección de sus trabajos más representativos escritos durante el periodo comprendido entre la II Guerra Mundial y la década de los sesenta. Estamos seguros, absolutamente convencidos, de que todos los lectores de este libro quedarán gratamente sorprendidos cuando accedan a estos textos, escritos hace décadas pero que conservan una profundidad teórica y un brío como solo pueden hacerlo los clásicos del marxismo.


banner libres y combativas

banner

banner

banner libres y combativas

banner revolutionary left

banner sindicato de estudiantes

banner revolucion rusa