De acuerdo a los informes preliminares, la explosión fue provocada por una fuga en la manguera de la pipa que abastecía de Gas LP al hospital. Las escenas tras la explosión son propias de zona de guerra.

Impunidad para burgueses

La tragedia que enlutese a las familias de pacientes y trabajadores del Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa se suma a la larga lista de accidentes provocados por las empresas que tienen como negocio el abasto de gas doméstico. Notas con encabezados como los siguientes, son bastante comunes en la prensa nacional: Un trabajador muerto y tres intoxicados en empresa gasera (Milenio); Constantes denuncias por rellenado ilegal de tanques de gas (aguasdigital.com); Alertan por fugas de gas en tanques picados (Público); Gaseras ponen a trabajar a bomberos (Diario del Sur); Gaseras locales, irresponsables por no acatar medidas (Diario Presente); Gas Tomza, convertida en una bomba de tiempo (periodistasquintanaroo.com); En 15 días, 150 fugas de gas LP (Sipse); MaxiGas fue negligente. Sabía de la fuga hace 14 días (La Jornada Jalisco), etcétera. El anterior es el pan de cada día para miles de familias trabajadoras a lo largo de todo México.

Pero la otra cara de la moneda sobre la situación de las gaseras en nuestro país se refleja en esta clase de encabezados que también predominan en la prensa nacional: Impunidad de empresas gaseras (De Opinión); Gozan de impunidad las empresas gaseras (Sipse); Gaseras siguen en la total impunidad (Zócalo); Intocables, gaseras que operan en la Heroica (El Sol de Cuautla); Gasera trabaja bajo la impunidad (El Sur), etcétera.

La impunidad ha sido la norma en todo el país para la industria gasera, y no podría ser de otra forma para el caso de Gas Express Nieto, empresa propietaria del camión pipa que provocó la trágica explosión en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa. En los últimos años Gas Express Nieto ha sido responsable de varios accidentes, mismos que son denunciados en el portal www.hugosadh.com. De acuerdo a dicho portal:

“La compañía ha tenido varios incidentes, según reportes de prensa.

29 de julio de 2014

Una pipa explotó tras sufrir una fuga después que la unidad golpeó un tope en la colonia Cerrito Colorado, en la ciudad de Querétaro. Dos personas murieron.

22 de diciembre de 2013

En Jalisco, una pipa se volcó en la carretera a Chapala, a la altura del aeropuerto. No hubo lesionados.

18 de julio de 2013

Una pipa de doble remolque se volcó a la altura del kilómetro 19 de la autopista México-Puebla, en las inmediaciones de Valle de Chalco. No hubo lesionados.

24 de septiembre de 2010

Una pipa se impactó con la parte posterior de un tráiler doble remolque sobre la carretera federal Xalapa-Tamarindo, a la altura de Corral Falso, en Veracruz. Hubo un muerto y un herido.

6 de abril de 2010

Dos trabajadores de la empresa murieron luego de que la pipa en la que viajaban explotara al chocar contra un tráiler en la carretera Culiacán-Eldorado.

3 de abril de 2008

Un vehículo de la empresa que transportaba 40 cilindros se volcó en el entronque de la carretera federal 51 Celaya-Salvatierra y la carretera estatal Tarimoro-La Moncada, en Guanajuato. No hubo lesionados.”

Sin embargo, a pesar de que incluso algunos accidentes han costado varias vidas, Gas Express Nieto ha continuado funcionado con toda la impunidad del mundo hasta encumbrarse como el cuarto monopolio nacional del mercado de gas doméstico con una cobertura del 80% del territorio nacional. Gas Express Nieto actualmente tiene 4 mil trabajadores y posee más de mil unidades de reparto en 35 plantas distribuidas en el país. (hugosadh.com)

Parasitismo empresarial

El Gas LP representa un estupendo negocio para el gran capital, mismo que se ha beneficiado sistemáticamente por las graduales contrarreformas energéticas impulsadas desde la época de Salinas al frente del gobierno (1988-1996) y que han encontrado recientemente su expresión más desarrollada a través de la impulsada por Peña Nieto a finales de 2013.

Según la revista Forbes, nuestro país es el cuarto mercado más rentable de Gas LP del mundo dado su volumen de comercialización de 8.1 millones de kilos anuales, y sus elevados márgenes de ingresos, mismos que cada año en promedio rondan en los 81 mil millones de pesos.

No sólo a través de las contrarreformas, sino también debido a la despiadada regulación de los precios del Gas LP, el Estado ha sido todo un estímulo para las ganancias de la industria gasera: formalmente la intervención del Estado sobre los precios de un bien o servicio es para impedir que estos escalen por mucho, más allá de las posibilidades de los consumidores; sin embargo la peculiar forma en que el Estado mexicano ha regulado los precios del Gas LP ha derivado en todo lo contrario, arrojando como saldo el que el valor de mercado para éste producto vital para el consumo doméstico, se hayan incrementado a lo largo de década y media en aproximadamente un 130%. Así, mientras el tanque de Gas LP de 20 kilos tenía un costo de 121 pesos en 2001, hoy día, en enero del 2015, ese precio ya se ubica en los 282.20 pesos.

El Gas LP en México está tan caro, incluso más caro que en los EEUU, que ha provocado que, de acuerdo a un informe publicado por La Jornada el 22 de agosto de 2013, “...al menos 28 millones de mexicanos, una cuarta parte de la población del país, consumen leña, carbón y otros combustibles primarios, porque ya no pueden pagar el precio de 12.42 pesos por kilogramo de gas LP, que es hasta 20 por ciento más caro al de las referencias internacionales utilizadas por el gobierno mexicano para fijar mensualmente el precio en el mercado local al consumidor final”.

Es tan rentable el mercado del gas doméstico en México que incluso los empresarios gaseros son capaces de sacrificar un importante segmento de su mercado con tal de obtener más ganancias.

Complicidades

En las últimas décadas el gran capital ha encontrado un nicho de mercado bastante rentable en México a través del sector energético y para el cual ha contado para su favor con todas las políticas de Estado más importantes a lo largo de todos esos años. Los lazos políticos y financieros de las más altas esferas de los gobiernos del PRI y del PAN con el empresariado del sector energético son tantos que han arrodillado al Estado para servicio de éstos últimos, otorgándoles toda clase de impunidad no sólo ante los cientos de accidentes que provocan cada año las gaseras, sino también ante los despojos y fraudes contra familias campesinas y arrebatarles sus tierras para el desarrollo de infraestructuras para esta industria.

Un ejemplo cínico pero a la vez bastante elocuente sobre el grado de complicidad del Estado con los empresarios gaseros, es el caso del municipio de la Ciudad de Querétaro, bajo la conducción del alcalde panista Roberto Loyola Vera, el cual erogó entre octubre de 2012 y junio del 2014, la cantidad de 4 millones 487 mil 187 pesos a favor de las empresas gaseras Natgas, Grupo México, Novogas y Gas Express Nieto, esta última responsable de la tragedia en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa.

El trato privilegiado para esta capa de parásitos ha permitido que gocen de total impunidad ante cientos de accidentes provocados por su avaricia, pues para proteger sus jugosos márgenes de ganancias no invierten en equipo y tecnología adecuada que reduzcan drásticamente las posibilidades de percances. Así, las autoridades que califican la calidad del equipo con que laboran las gaseras cierran los ojos ante toda clase de irregularidades y por su parte los jueces fingen justicia otorgando sanciones menores. Y normalmente, cada que se presenta un nuevo accidente, los trabajadores son responsabilizados por el aparato judicial incluso con años de cárcel. Ejemplo de esto último también es la siniestra Gas Express Nieto, la cual provocó en agosto de 2014 un accidente en el que murieron dos personas de la localidad de Cerrito Colorado, Querétaro, razón por la cual el operador de la pipa de gas está preso acusado de homicidio.

Y esa última receta es la que Gas Express Nieto pretende emplear para el caso de la explosión que prácticamente destruyó el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, pues los tres operadores de la pipa de gas ya fueron detenidos como presuntos responsables de la tragedia.

Pongamos punto final

Inevitablemente mientras las cosas sigan así, la sangrienta tragedia ocurrida en el Hospital Materno Infantil se trasformará en un caso más de impunidad en el que además nuevamente los trabajadores de las empresas gaseras serán obligados a pagar los platos rotos con cárcel, cosa que debemos impedir. Los propietarios de Gas Express Nieto tienen que ir a la cárcel y tienen que indemnizar de forma 100% justa a las víctimas y sus familias, además deben asumir el pago de toda clase de daños colaterales por la explosión y también tienen que pagar la totalidad de la reparación del hospital.

Las gaseras son aves de rapiña que se han enriquecido como pocos gracias al trabajo de sus obreros y debido a los estratosféricos precios del gas doméstico, medida que les permite succionar como sanguijuelas los escasos ingresos de las familias trabajadoras. Además, por si fuera poco, su negligencia deja cada año muchos muertos por sus reiterados accidentes. Siendo ello así, si no hay ningún cambio de fondo, todo lo anterior seguirá sucediendo sin freno alguno; por ello, y para ponerle punto final al largo historial de explotación, abusos y accidentes sangrientos de la industria gasera, los trabajadores tenemos que luchar por la nacionalización bajo el control democrático de los trabajadores de las industria gasera junto con el resto de empresas del sector energético en manos del gran capital.


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