El pasado 9 de enero, se incendió uno de los transformadores del Centro de Control del Sistema de Transporte Colectivo STC Metro en la CDMX. Dejando sin servicio seis líneas, tres de ellas de las más abarrotadas por la clase trabajadora para trasladarse a sus centros de trabajo.

Estos acontecimientos, que lamentablemente cobraron la vida de una persona ponen sobre la mesa nuevamente el estado de abandono del STC. No sólo es cierto que hace falta presupuesto, sino que también existen otra serie de problemas graves como es el desfalco y fuga de recursos financieros, así como la falta de capacitación y protocolos de seguridad para el personal que labora en el Metro. 

El desastre no fue aún mayor porque muchos aún nos encontramos trabajando y estudiando desde casa, pero el calvario para los sectores que no pueden llevar acabo el confinamiento se ha multiplicado, el gasto y tiempo en transporte ha aumentado, la exposición a las aglomeraciones es el pan de todos los días, arriesgando su vida no por gusto sino por una necesidad.

El sindicato charro por supuesto no emprende ninguna lucha seria por revertir esto. Sus acciones no pasan de colocar carteles en las taquillas diciendo que los trabajadores no son culpables de las condiciones deplorables del Metro. Haciendo una enunciación verdadera quieren justificar su existencia y decir que están haciendo algo como sindicato, pero si por ellos fuera, no moverían ni un dedo. De hecho, el charrismo sindical es uno de los culpables del estado del transporte, por años han robado sus finanzas, haciéndose ricos y un sinfín de negocios como la subcontratación del servicio de limpieza entre otros. 

En el 2019, el Metro cumplió 50 años de existencia y hay trenes que siguen en uso cuando su vida productiva es de 30 años, ahí la respuesta del porqué en los últimos años se hayan incrementado los accidentes, volviéndose más cotidianos. Diariamente viajan 5 millones de trabajadores y del 2014 a 2019 se recaudaron poco más de 6 mil millones de pesos, el promedio diario de recaudación en los últimos cinco años fue de 18.8 millones de pesos y el año pasado debido a la pandemia su afluencia cayó un 60% pasando a 7.3 millones de pesos de recaudación por día. De acuerdo al Plan Maestro que presentó el metro en su aniversario para mejorar la operación, trenes e infraestructura general tendría que invertirse entre 2018 y 2024 un monto de 8 mil 035 millones de pesos.

Una de las tareas de los sectores y sindicatos democráticos y combativos del Metro, como lo han sido tradicionalmente las taquilleras, es hacer un llamado a la movilización en conjunto con los usuarios para exigir no sólo mayor presupuesto y su democratización, sino también denunciar y exigir la salida de esa mafia enquistada en los órganos directivos como en el sindicato, demandar la abertura de los libros contables esclareciendo los recursos financieros, saneando los capitales y que estos sean controlados democráticamente por las y los trabajadores del STC para que sean destinados a las necesidades reales de mantenimiento, infraestructura y personal del Metro.

Los trabajadores democráticos también pueden convocar a las demás organizaciones sindicales independientes ¿acaso no son los maestros, los electricistas, los telefonistas, los que usan cotidianamente este transporte? Así como también a la juventud y los estudiantes para exigir al Estado mayor presupuesto y que se deje de dar concesiones a las empresas privadas como Urban Travel Logistic. El Metro lo podemos rescatar y, ser aún más de lo que es ahora, un instrumento eficiente de transporte, siempre y cuando sea a través de la lucha organizada.

Demandamos la rehabilitación y mantenimiento de trenes, vías, andenes, estaciones, centros de control, así como adquirir mayor infraestructura para dar un servicio más ágil y adecuado. Ampliar el personal de conductores, de monitores de seguridad, taquilleras, personal de mantenimiento y limpieza. Todo el personal que trabaja en las labores de aseo exigimos que se elimine su subcontratación y precariedad laboral, los trabajadores de la tercera edad deben ser pensionados de manera inmediata y digna. Exigimos contrato base y colectivo, sindicalización y prestaciones a todo el personal.    


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