Declaración de Libres y Combativas y Sindicato de Estudiantes

En las últimas semanas ha habido diferentes protestas en escuelas de la UNAM, desarticuladas, pero con demandas semejantes, especialmente en cuanto a pedir la mejora de las instalaciones, ya que tras la pandemia han sufrido un deterioro que no ha sido atendido a fondo, baños inservibles y degradados, salones con goteras, laboratorios con carencias, áreas verdes sin mantenimiento, etc.

A estas demandas se suman la desatención a las denuncias de agresiones machistas al interior de prácticamente todas las escuelas. Así como las denuncias de precariedad laboral que predominan entre los profesores de asignatura.

Por estas razones y más, se han manifestado trabajadores de base, estudiantes y profesores en diferentes escuelas.

El “accidente” en CCH-Azcapotzalco

El CCH-Azcapotzalco no ha sido la excepción. A todas las denuncias anteriores se sumó que el jueves 19 de octubre fue señalada la presencia de un estudiante que en posesión de un arma apuntó a otro miembro de la comunidad al interior del CCH. Una provocación que parece montada desde ese momento, pues el supuesto estudiante no ha sido identificado por la comunidad y aparentemente pertenecía a un cubículo lo cual tampoco ha sido confirmado. Ante esta situación la comunidad estudiantil y algunas organizaciones exigieron que las autoridades tomaran cartas en el asunto, pero su encubrimiento aumentó aún más la indignación entre esta comunidad, se convocó a asamblea donde se aprobó un paro y se procedió a la petición de las llaves y la entrega de la dirección.

Otra situación que exacerbó el enojo entre la comunidad estudiantil fue la indolencia constante de la directora Martha Patricia López Abundio, quien desconoció el movimiento, se ausentó durante los eventos mencionados y sólo envió orden vía remota de impedir la toma del plantel. Esto confrontó al personal administrativo con la asamblea estudiantil. En una especie de gresca callejera, los administrativos se pusieron al tú por tú con jóvenes que no rebasan los 18 años.

Para coronar el caos, un joven embozado, nuevamente no identificado por la comunidad, lanzó una bomba molotov que supuestamente hirió a dos profesoras que se encuentran internadas en el Hospital Español.

Tras todo esto la furia institucional se lanzó contra el conjunto de la comunidad, criminalizando en general la lucha legítima, así como dando información totalmente amarillista y sin contexto Primero, una carta firmada por una supuesta asamblea independiente de profesores, sin ningún tipo de logo ni nombres, pide represalias contra el movimiento. Después una carta a nombre de trabajadores de base, nuevamente sin logos y sin nombres, también pide represalias. Finalmente, el comunicado oficial de la dirección del CCH, todas con la narrativa que acusa al movimiento de intento de homicidio, -algo muy grave-, basadas en una versión de que los estudiantes premeditadamente arrojaron gasolina y prendieron fuego contra las trabajadoras. El guion es el mismo en las tres publicaciones y sientan las bases para justificar un ataque represivo contra el movimiento estudiantil, la deslegitimación de las demandas y la criminalización de los jóvenes que luchamos.

En realidad, el ataque viene de las autoridades

Lo ocurrido en CCH-Azcapo no es un incidente aislado, el lunes 24 de octubre los porros del grupo 3 de marzo, tomaron las instalaciones del CCH Vallejo, en FES Acatlán los ataques a las organizaciones estudiantiles no han cesado y en CU las provocaciones a espacios estudiantiles persiste, y todo esto en medio de la recta final para la elección del nuevo rector, no parece una casualidad, cómo no lo fue hace cuatro años con el ataque porril nuevamente en CCH-Azcapo, y luego en rectoría, protagonizado por grupos porriles como el anterior mencionado, 3 de marzo.

En política no existen las casualidades, mucho menos cuando se repiten las coyunturas y los protagonistas.

Y el epicentro de este intento de “desestabilizar” a la inestable UNAM, nuevamente lo encontramos al norte de la CDMX, especialmente en los CCHs, cuyo Director General es Benjamín Barajas, un reaccionario y conocido opositor al Gobierno Federal, además de tener señalamientos de vínculos con grupos porriles desde su puesto como director del CCH-Naucalpan.

Esta casta derechista tiene entre sus miembros a la esposa de Barajas, Frida Zacaula Samperi, quien actualmente es la coordinadora del Consejo Académico del Bachillerato (CAB), al director de la FES-Acatlán Manuel Martínez Justo, con afinidad política con el PAN y el PRD, con quienes en marzo pasado firmó un acuerdo para formar cuadros políticos para la oposición desde la FES Acatlán (!). A la misma directora del CCH Azcapotzalco quien se desempeñaba como Secretaria de Servicios de Apoyo al Aprendizaje de la Dirección General del CCH (2021-2022) durante el primer periodo de Barajas como Director General (2018-2022), cuando el ataque porril a estudiantes en rectoría. Igualmente la directora de CCH-Vallejo perteneció al equipo de trabajo de Barajas en ese entonces, con el cargo de Secretaria de Planeación en la Dirección General, de igual forma el director del CCH-Naucalpan, Quintanar Cano, ocupó el puesto de Jefe de la Unidad Administrativa de la Dirección General del CCH, de 2011 a 2012 y posteriormente Secretario General del CCH-Naucalpan durante la dirección de Barajas.

No puede ser casualidad que durante toda esta provocación a la comunidad estudiantil la directora no estuviera presente en el plantel, como que sea en los planteles bajo el mando de estos personajes de dónde está viniendo este ambiente.

Las razones que pueden haber detrás de esto es que claramente este sector reaccionario de la derecha universitaria está intentando presionar e imponer a su candidato a la rectoría, probablemente la negociación entre el Gobiernos Federal y la cúpula universitaria no les está gustando, eso no significa que el nuevo rector vaya a ser gente de morena, pero seguramente no será gente de ellos, así que intentan montar un numerito mientras al mismo tiempo golpean al movimiento estudiantil responsabilizándolo de sus propios montajes provocativos que lamentablemente tuvieron heridos. Ahora salen hipócritamente lamentando los acontecimientos y exigirán todo el rigor de la ley, pero cuando nosotros exigimos solución a demandas concretas y reales no dicen ni pío.

Pero esta gente no tiene a toda la UNAM, bajo su control, sólo tienen influencia y control sobre una zona, por ello están diversificando sus estrategias, por un lado, golpean con el mazo del porrismo, por otro actúan más aisladamente como el reciente incendio provocado en frente a la facultad de filosofía y letras sobre el circuito universitario y finalmente usan infiltrados para atacar espacios estudiantiles.

A río revuelto, ganancia de pescadores. Esta estrategia no sólo pretende presionar la elección del rector a su favor y chantajear al resto de grupos de poder de la universidad, también pretende generar un ambiente de criminalización hacia la juventud, amedrentar y deslegitimar al movimiento, así como hacerlo retroceder para tener un ambiente más favorable ante futuros ataques. La debilidad del movimiento estudiantil, su dislocación y aislamiento invita a estos sectores a avanzar.

Denunciamos esta intención de criminalizar al movimiento estudiantil, generar un ambiente de provocaciones y deslegitimar las justas demandas de la juventud. Llamamos a un cese a la represión y una investigación exhaustiva de los verdaderos responsables que están detrás de estas provocaciones, así como la destitución de Benjamín Barajas y toda su pandilla de porros con corbata. También exigimos la expulsión de todos los grupos porriles que aún se encuentran dentro de la universidad.

La única manera de frenar a la derecha es fortaleciendo el movimiento estudiantil democrático y combativo, dando pasos a su unificación, masividad y organización, ni una lucha más aislada, ni una lucha más sin la participación de la comunidad, ni una lucha más apartada de lxs maestrxs y trabajadorxs honestos y combativos. Llamemos a la solidaridad con otras escuelas y universidades.

¡Por una organización estudiantil revolucionaria, combativa y permanente!


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