Un ejemplo más de abusos por parte de la burguesía a través de su poder político y económico es el caso de los 250 trabajadores de la fábrica Textiles Miguel en Puebla, quienes desde enero de este año empezaron a realizar varios plantones frente al banco BANORTE para denunciar la complicidad de esta institución en las arbitrariedades y el robo que se pretende hacer a espaldas de los trabajadores.
Antecedentes
Desde hace más de cinco años, los trabajadores de la fábrica Textiles Miguel, ubicada en la ciudad de Puebla, enfrentan un juicio laboral contra la empresa del mismo nombre y cuyo propietario es el Sr. Miguel Affif. Este empresario, formó un fideicomiso en contubernio con el banco BANORTE para así poder burlar la ley y no pagar a los 250 trabajadores que ahí laboraban (la mayoría con más de 30 años de servicio), los cuales fueron despedidos sin indemnización ni pago alguno por prestaciones y salarios caídos.
El fideicomiso fue entregado al banco BANORTE en pago por una deuda de millones de pesos, dejando en garantía por el préstamo: las acciones, la maquinaria y el edificio donde está instalada la fábrica, lo cual no garantizaba ni el 20% del total del préstamo. Este fue cargado a la panza del FOBAPROA-IPAB y los bienes en poder del banco fueron subastados a la familia Fox-Zahagún-Bribiesca en la irrisoria cantidad de 1.5 millones de pesos.
La batalla jurídica ha sido larga y complicada. Hasta la fecha se encuentra en litigio sin posible solución a corto plazo ya que este fraude laboral ha involucrado a varias instancias del poder económico y político. Primero, al dueño de la empresa le otorgaron un crédito sin las suficientes garantías por la cantidad de 150 millones de dólar solamente sustentado en el poder y la influencia que tiene el señor Miguel Affif, derivada de su apoyo económico a políticos priístas. Luego, crean un fideicomiso fraudulento con BANCOMER para no pagar a los trabajadores, pues dicho fideicomiso no podía realizarse dado que la empresa tenía una huelga y estaba en litigio. Finalmente, como el empresario no paga el crédito, BANORTE le embarga los bienes y el monto total del préstamo se va al FOBAPROA-IPAB. Así, priístas, panistas, gobierno, banqueros y empresa son un escaparate de delincuentes que reflejan claramente el grado de descomposición del estado mexicano, sus instituciones y, sobre todo, el poder rapaz de la burguesía.
De la lucha legal a la lucha política
Comienza una segunda etapa de lucha política y seguramente continuará durante algún tiempo. Es necesario apoyar a los trabajadores de Textiles Miguel para darle más fuerza a su lucha y poder lograr las reivindicaciones laborales a las que legítimamente tienen derecho.
Los compañeros han aprendido que sólo unidos y organizados podrán enfrentarse al poder del sistema burgués. Después de cinco años de lucha siguen resistiendo y mantienen la bandera de la Coalición de Obreros del Estado de Puebla donde se han venido formando políticamente. Esto les ha permitido comprender que, no basta la lucha legal por sus derechos y ganarla, sino que existe un poder que impone la ley y la utiliza para controlar y tutelar a la clase trabajadora. En este sentido decía Lenin que “el derecho es una institución que crea la clase que gobierna la producción”, de tal manera que, el derecho burgués puede proteger y tutelar, pero no liberar a la clase trabajadora. Por eso, los trabajadores de Textiles Miguel, saben que la lucha por la vía legal es sólo una de las batallas por librar; la otra, es la lucha política, que va más allá de sus legítimas reivindicaciones laborales, esto es, por elevar su conciencia de clase y luchar por la emancipación del proletariado.
¡Viva la lucha de los trabajadores de Textiles Miguel!