La crisis económica internacional cada vez afecta a más trabajadores alrededor del mundo, dejando a miles de asalariados sin empleo y a muchos más sin su salario completo debido a los paros técnicos. Pero también cada vez son más los trabajadores que se organizan en sus empresas para defender sus salarios, sus contratos colectivos y sus trabajos.
Esto se ha visto fuertemente en el Estado de Morelos, en la región cercana a Jiutepec, donde a pesar de que han recibido golpes muy duros a sus salarios y a sus derechos, los trabajadores de diferentes fábricas siguen organizándose alrededor de sus sindicatos por la defensa de su trabajo, pues están conscientes de que organizándose es la única forma de frenar los golpes que la burguesía ha venido dando.
Un ejemplo es la empresa Rivetex, que pertenece al Grupo Covarra, que hasta hace unos años era líder textil en Latinoamérica. En 2002 la empresa comenzó a hacer paros técnicos por los problemas financieros por los que atravesaba debido a las bajas inversiones extranjeras que estaba obteniendo, entre más pasaba el tiempo, las deudas eran más cargadas sobre los trabajadores que vieron una reducción en sus salarios y prestaciones, además de que les quitaron el Seguro Social. Finalmente el 24 de marzo de ese año la empresa fue declarada en quiebra despidiendo a los 2 mil trabajadores que ahí laboraban.
Al día siguiente, se organiza una huelga para que se les pague la deuda a los trabajadores, se tomaron las instalaciones de la fábrica para evitar que se saque la maquinaria. Finalmente, el 24 de abril de 2007, la Junta de Conciliación y Arbitraje falló a favor del sindicato, otorgándole todos los bienes, que fueron valuados en 20 millones 200 mil pesos, para que se pague la deuda de los trabajadores y sus liquidaciones.
Otro ejemplo de lucha en el Estado morelense está en la fábrica farmacéutica Aluplast, que en el pasado febrero se fue a la huelga después de que la patronal rechazó la propuesta del sindicato de un aumento salarial del 6%, y sólo ofreció un bono del 2.5% que no se agregaría al Contrato Colectivo.
Aunado a la pobre oferta de la patronal, la empresa pidió la congelación algunas de las prestaciones de los sindicalizados por lo menos durante un año para poder librar la crisis, además de que se estaba presionando al sindicato a perder todas sus prestaciones laborales a cambio de mantener 200 plazas sindicalizadas, plazas que es su mayoría pertenecen a madres solteras, y para que no se cierre la fábrica (un paro técnico) durante 1 año. Todo esto porque según dicen, las nuevas obligaciones que tienen las empresas, como el Impuesto Empresarial a Tasa Única son difíciles de pagar.
Así, que el sindicato hizo un llamado a la huelga que a los 3 días se levantó (del 21 al 24 de febrero) ganando un bono de productividad semanal equivalente al 2.8% sobre el salario retroactivo a partir de enero de 2009, además del compromiso de la revisión salarial de tres meses pasados. El año pasado el sindicato de la empresa también fue a huelga, en la que ganó el 5% de aumento salarial y el compromiso de no modificar ninguna clausula del Contrato Colectivo de Trabajo.
Una muestra más de lucha de los trabajadores de Morelos está en la fábrica de autos de Nissan. Después de que se anunciaron 3 paros técnicos durante el mes de abril de este año, el sindicato emplazó a la huelga para el próximo 24 de abril, sino se les da a cada uno de los 1500 trabajadores sindicalizados un bono de 7 mil pesos.
La crisis está golpeando muy duro a la clase trabajadora, el sistema capitalista no tiene otra opción para salvarse más que pisotear a los trabajadores que lo sostienen. Pero la clase obrera ya no se está dejando, poco a poco sabemos de más y más huelgas, vemos cómo los trabajadores están tomando conciencia de la fuerza que tienen organizados alrededor de sus sindicatos.
No han importado las presiones de las patronales ni sus excusas para bajar los sueldos, los obreros morelenses están soportando y están enfrentando la crisis, tomando fábricas en sus manos. Pero no podemos solamente pedir más aumentos salariales y reivindicaciones laborales, pues tarde o temprano, bajo este sistema, los vamos a perder. Los trabajadores deben dar un paso más allá y tomar las fábricas en sus propias manos y exigir su nacionalización, pues son los trabajadores quienes saben cómo administrar los recursos de las fábricas y sus ganancias, pues no ven solamente por sus intereses económicos como lo hacen los empresarios, sino por el bien de los trabajadores mismos. Debemos luchar por el cambio de sistema económico, por un sistema capaz de otorgarnos un trabajo seguro, bien pagado y con todas las prestaciones. Debemos luchar por la reivindicación de la clase trabajadora, por el socialismo.