Este 9 de febrero, el magisterio democrático de todo el país, agrupado en la CNTE, junto con varios sectores de la izquierda, entregó al Senado federal la Iniciativa Ciudadana “Educación para todos”. Después de semanas de acercarse con padres de familia, con trabajadores, estudiantes y con la población, el respaldo a la Iniciativa es de más de medio millón de firmas. Con ésta se busca abrir nuevas posibilidades en la lucha con propuestas claras sobre cómo debe ser la educación que necesitan la juventud y los hijos de los trabajadores y los campesinos, quienes acceden a la educación pública.
La Iniciativa es resultado de los diversos foros nacionales y estatales por la educación, organizados desde hace varios años, contando con el apoyo de un grupo de investigadores que respaldan al movimiento. Después de la etapa de lucha a finales del año pasado, la propuesta de la Iniciativa permitió la continuidad, destensar y recuperar fuerza. Sin embargo el gobierno ha seguido su avance golpeando a baja intensidad el movimiento, mediante la represión selectiva. La aplicación salvaje de las políticas del autodenominado Secretario de Educación Pública ha dejado alrededor de 600 sancionados, desde actas, retención de salario, cambio de actividad hasta despidos.
La entrega de la Iniciativa no significa dejarla en manos de los políticos. 38 años de lucha nos han mostrado que el movimiento nunca consigue nada en las instituciones, en las mesas de diálogo, que no sea capaz de imponer en la calle. Así, la parte fundamental sigue en el día a día en las escuelas hablando con los padres de familia, en la solidaridad con otras luchas, en el convencimiento y formación de más compañeros en las filas del movimiento democrático.
En días recientes el gobierno se vio obligado a detener, aunque sea temporal, las alzas a las gasolinas producto de las movilizaciones. Esto es una victoria parcial que debemos reivindicar pues también arroja esperanza sobre la lucha contra la mal llamada Reforma Educativa: ¡la lucha sirve! La lucha ha de continuar.
La CNTE es un referente para todo el movimiento social, esta autoridad política hay que aprovecharla para impulsar la lucha unitaria a nivel nacional, que las consignas sostenidas por el FASU, la UNT y la NCT y las organizaciones campesinas el 31 de enero no se queden en palabras de un solo día. Hay que construir una plataforma unitaria con un programa político capaz de unir a todos en un Frente Único con un calendario de movilizaciones consensuado por todos y al que todos acaten. Que no vuelva a suceder, como en el pasado, que cada quién marcha un día diferente pero, eso si, todos llamando a la “unidad”.
En este caso, extender la defensa de la educación pública a todos los niveles nos permitirá conectar con los sectores de educación media y universidad donde no sólo participan los maestros sino también cuentan mucho los trabajadores y los estudiantes. Con los posgrados, los institutos de investigación y con el sector cultura que recientemente fue arrancado de la educación y puesto en una secretaría a parte para mejor servicio del turismo y la cultura privada. Establecer un vínculo permanente con todos estos sectores es avanzar en la posibilidad de conformar un gran movimiento por una educación para todos y de avanzar la convocatoria de un Paro Nacional de la Educación, para echar abajo los ataques del Sargento Nuño y el Asesino Peña y por el aumento al presupuesto para educación, ciencia y cultura en vez de los más de 40 mil millones que recortaron este año.
Organizar el descontento, convertirlo en una fuerza permanente y no coyuntural, continuar la movilización y escalar el conflicto, cortarle toda salida intermedia a los millonarios y su gobierno, esas, proponemos, son las vías, sólo así conseguiremos imponer las demandas del movimiento, tirar la Reforma y crear un nuevo punto de partida firme para las luchas que vienen de frente.
