La reforma aprobada al Reglamento Interno del IPN el 24 de septiembre encierra enormes peligros para los estudiantes porque sienta la base jurídica para ataques aún más profundos ya que dicho estatuto es el segundo más importante y derivan de él toda una serie de reglamentaciones y normas que rigen en los aspectos más de detalle del Politécnico

Tecnificación de la educación

En esencia las modificaciones impuestas por Yoloxóchitl Bustamante son coherentes con la Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS) impulsada por Calderón en 2008 y con el Decreto que crea el Tecnológico Nacional de México, de Peña Nieto, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 23 de julio del año en curso. Más allá de la demagogia oficial con que ambas iniciativas justifican y maquillan sus medidas, en lo fundamental lo que proponen es abaratar en calidad y cantidad de conocimientos tanto a la educación media como a la universitaria. En el caso de la RIEMS a través de la creación del Sistema Nacional de Bachillerato, y en segundo caso, por medio del Tecnológico Nacional, el cual tendrá “…adscritos a los institutos tecnológicos, unidades y centros de investigación, docencia y desarrollo de educación superior tecnológica con los que la Secretaría de Educación Pública, ha venido impartiendo la educación superior y la investigación científica y tecnológica…”. Todo ello, tal como se señala en ambos textos, en aras de adecuar a la educación al mercado de trabajo, lo cual quiere decir, en otras palabras, abaratar la mano de obra semicalificada (educación media) y calificada (educación profesional).

Para formular sus planteamientos la RIEMS se basa en la experiencia internacional de reformas a la enseñanza media, destacando la “…tendencia a postergar la especialización y fortalecer las habilidades que se consideran esenciales para el desempeño en todas las disciplinas”. (RIEMS, página 40) Además, como guía del camino a seguir, la RIEMS enfatiza el ejemplo del CCH de la UNAM, el cual “…actualmente ofrece con carácter opcional la posibilidad de estudiar una carrera técnica” (RIEMS, página 47); ello al mismo tiempo que destacar el caso del CONALEP por ya haber “…realizado reformas importantes a sus planes de estudio [mismas] que representan avances considerables en la mejora de la EMS [Enseñanza Media Superior] (RIEMS, página 49). Teniendo a esta clase de modelos como ejemplo, la RIEMS demanda que los planes de estudio deben “…ser compatibles con las competencias y conocimientos comunes que se establezcan como obligatorios para el bachillerato”. (RIEMS, página 44)

Por su parte el decreto del Tecnológico Nacional en su argumentación cita textualmente el Capítulo III "México con Educación de Calidad" del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 de Peña Nieto, en el que se señala como “plan de acción”: “… permitir que, a través de carreras de nivel profesional técnico y licenciatura, los estudiantes se inserten de manera directa al sector productivo”.

Tanto la RIEMS como el Capítulo III del Plan Nacional de Desarrollo de Peña Nito contienen el espíritu que mutre todas la recientes reformas educativas, incluida la del IPN.

Perfil oculto

Un primer elemento a considerar es una serie de modificaciones al Reglamento Interno, que en la práctica implican redefinir un nuevo perfil de los jóvenes educados en el IPN al trasformar los objetivos de dicha institución: mientras que en el reglamento de 1998 se le atribuye a la investigación científica como tarea coadyuvar a “…mejorar la calidad de vida de la población…” (Art. 46), en el nuevo reglamento este objetivo se suprime y es sustituido por el de contribuir “…a la solución de problemas en áreas estratégicas, prioritarias, y otras de interés general” y “…coadyuvar en el fortalecimiento de la…competitividad empresarial” (Art. 77).

A lo largo de los 28 deberes asignados a los académicos por el Art. 27 del nuevo reglamento, en los hechos se define un perfil de enseñanza desinteresado de la problemática social (ofrecer soluciones para ésta deja de ser una tarea del IPN y sus estudiantes) y en el que la visión empresarial (la disciplina ideológica y formativa para la generación de ganancias) es preponderante. Para éste último concepto de educación, materias relacionadas con la formación científica y humanística resulta obsoletas; “educar en capacidades y competencias” (frase favorita del gobierno y de las autoridades del IPN) significa dotar a estudiantes de las habilidades más básicas para que se inserten en la producción desprovistos de cualquier conocimiento para generar nuevos conocimientos, depreciándose así el valor de la mano de obra profesional. En realidad, éste objetivo es el eje rector de la reforma educativa de Peña Nieto y en la que se inspira la reforma del Reglamento Interno del IPN.

Ya definido el nuevo perfil académico, el siguiente paso es eliminar del reglamento el de por sí insuficiente margen que tenían los estudiantes, profesores y trabajadores para influir en los contenidos programáticos y de planes de estudios: anteriormente esa facultad se le confiere al Consejo General Consultivo y los Consejos Técnicos Escolares, en adelante esa atribución será exclusiva del cuerpo directivo del IPN, eliminándose para ello las representación estudiantil y académica. Además se elimina el Art. 18 en el que se definen las 16 características que deberán contener los planes de estudio. Así quedan con las manos libres las autoridades del IPN para hacer de forma arbitraria todas las modificaciones a los planes de estudio que crean necesarias para su adecuación a la política de contenidos educativos de Peña Nieto.

Represión

Lo anterior ha significado la necesidad para las autoridades de suprimir las libertades democráticas de los politécnicos endureciendo el reglamento con fracciones como la XII del Art. 56 en el que se definen las “Causas de responsabilidad” y entre las que destaca “impedir el ejercicio de actividades a los miembros de la comunidad politécnica o el uso de sus instalaciones, así como influir indebidamente en la toma de decisiones”. De esa forma cualquier acto de inconformidad como paros estudiantiles o laborales, etc, podrían ser castigados incluso con la expulsión definitiva (Art. 58, frac IV del nuevo reglamento)

Además la presión académica a través de la sobre carga de trabajo y criterios excesivamente más que rígidos de evaluación (antaña estratagema de las autoridades educativas para apabullar al estudiantado con el objetivo de impedir su organización en la defensa de sus derechos) es legalizada por el nuevo reglamento. Además de ser un embudo académico, ese objetivo es el que tiene de fondo el Art. 47 del nuevo reglamento, en el que se señala que “El alumno que adeude una o más unidades de aprendizaje por dos periodos escolares posteriores al que la cursó por primera ocasión, causará baja del programa académico”.

Sobran motivos para luchar

Entre otras ataque, el nuevo reglamento también elimina el derecho a la baja temporal (Art. 55, Reglamento 1998) y el cambio de carrera, ello para forzar la reducción de la matrícula en activo del IPN. Además, a diferencia del pasado reglamento en el que la evaluación era a nivel institucional, en el nuevo reglamento, tal como establece la reforma educativa de Peña, el Capítulo III y el Art. 18 determina que en adelante los docentes serán sometidos a evaluaciones basadas en “perfiles, parámetros, indicadores e instrumentos que permitan medir su calidad”. Con acciones como esas se coaccionará a los profesores para que asuman un nuevo perfil educativo inspirado en los criterios del empresariado.

Además de las anteriores, el nuevo Reglamento Interno encierra más medidas que atentan contra los derechos de los politécnicos; y un ejemplo de lo que puede suceder es el caso de la ESIA Zacatenco en donde recientemente se ha impuesto un nuevo plan de estudios en el que se eliminan materias de áreas de conocimiento relacionadas con aeropuertos, ferrocarriles e ingeniera de tránsito, todas ellas fundamentales para la formación de ingenieros civiles, de acuerdo al balance de académicos de esa escuela. Inevitablemente ingenieros civiles escasamente formados terminarán en empleos mal pagados e incluso sin asociación con su formación profesional.

El esquema de la ESIA Zacatenco es justamente el modelo que Peña Nieto y Yoloxóchitl Bustamante pretenden implementar en todo el Politécnico, objetivo para el cual ya han dado un primer paso eliminado o modificando decenas de artículos del Reglamento Interno de 1998. Si bien Yoloxóchitl Bustamante ha anunciado que el nuevo reglamento no se aplicará sino hasta dentro de un año, es necesario luchar hasta su derogación total y definitiva, pues de lo contrario las autoridades se sentirán con la confianza necesaria para impulsar medidas más severas aún como la separación del IPN de las escuelas vocacionales eliminado el pase reglamentado o la imposición de altas cuotas de colegiaturas, mismas que impedirán que miles de politécnicos puedan continuar sus estudios.

Por la derogación inmediata y definitiva del nuevo reglamento del IPN, organízate y lucha con los compañeros del Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública (CEDEP)

Fuentes:

1.- Reglamento Interno del Instituto Politécnico Nacional (Anteproyecto): http://www.upiicsa.ipn.mx/Documents/reglamento.pdf

2.- Reglamento Interno del Instituto Politécnico Nacional (Vigente desde 1988): http://es.scribd.com/doc/241068108/Reglamento-Interno

3.- Reforma Integral de la Educación Media Superior en México: http://www.nl.gob.mx/pics/pages/d_med_superior_base/reforma_integral.pdf

4.- DECRETO que crea el Tecnológico Nacional de México: http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5353459&fecha=23%2F07%2F2014


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