En enero de 2008 nos enteramos de la primera huelga, después de 6 años, en el Estado de México. Trabajadores de la empresa Olympia de México decidieron estallar la huelga ante los ataques al Contrato Colectivo del Trabajo (CCT) y los salarios por parte de la patronal.

Alrededor de 160 trabajadores decidieron poner un alto a estos ataques que se venían repitiendo desde 2007.  Con la entrada de México en la crisis económica mundial más importante en siete décadas la directiva de Olympia decidió cargar los efectos de esta a la espalda de los trabajadores. El cese del pago de sus salarios así como el adeudo de prima vacacional y aguinaldos entre otras cosas, obligó a los trabajadores a poner un alto a los empresarios.

Sin embargo, esto iba más allá, el verdadero objetivo de los empresarios era liquidar la empresa y dejar sin paga y en la calle a los más de 160 trabajadores de Olympia de México y con ellos a sus familias.

La empresa trasnacional Olympia de México contaba con mano de obra especializada y la mayoría de los obreros que ahí laboraban tenían más de 20 y 30 años. En realidad no solo se les echaba a la calle sino que se les condenaba al desempleo de por vida.

Con todas las variables en contra y con un panorama no muy prometedor, los trabajadores de Olympia de México decidieron dar la batalla pues, según ellos, ya no había nada más que perder. Durante un año los obreros de Olympia impulsaron mítines, marchas, foros en defensa del empleo y una serie de actividades que les permitiera mantener la lucha unida con la de otros sectores y fuera del aislamiento.

El apoyo que los trabajadores de Olympia recibieron de trabajadores de otros sindicatos y otras partes del mundo fue masivo. Decenas de cartas de apoyo y donativos llegaron de muchos lugares. Esto ayudó a los trabajadores a no decaer en su ánimo y seguir adelante.

Durante las decenas de audiencias a las que los trabajadores asistieron, tanto la empresa como la Junta de Conciliación y Arbitraje trataron de engañar a los trabajadores y los amenazaron de que si no aceptaban lo que se les ofrecía se quedarían sin nada. Muchos fueron los requisitos que en ocasiones pidieron a los trabajadores, incluso requisitos que no correspondía a los trabajadores tener. Todos ellos fueron cubiertos puntual y disciplinadamente por los trabajadores para que ni la empresa ni conciliación y arbitraje pudieran poner pretextos. De la misma forma los trabajadores de Olympia también recibieron fuertes presiones por parte de los dirigentes de la CROM.

Nacionalización bajo control obrero

La lucha de Olympia tenía tras de si una gran tarea. La empresa amenazó, desde el inicio de la huelga con cerrar la empresa y liquidarla. Fabricante de máquinas de escribir, Olympia de México se enfrentaba a la gran competencia de computadoras que existe en el mercado, sin embargo no todo estaba perdido pues Olympia no solo fabricaba máquinas de escribir sino también teléfonos, calculadoras y otro tipo de artículos de oficina todavía necesarios en el mercado.

Los trabajadores tenían dos opciones: no luchar y dejar que la empresa los echara a la calle sin indemnización o luchar y exigir el pago de sus salarios y prestaciones. En realidad los obreros de Olympia fueron más allá. Lucharon, en todo momento, por la nacionalización de la empresa bajo control obrero. Por primera vez en décadas la lucha por la nacionalización entraba en el panorama y obligó a muchos trabajadores, no solo de Olympia, a plantearse la misma idea.

Olympia de México es una de las dos empresas que existen de esta transnacional a nivel mundial. La existencia o no de esta empresa en México dependía mucho de este elemento. Y sí que valía la pena. Olympia de México distribuía equipo a toda América Latina y además fabricaba otro tipo de materiales. La lucha por la nacionalización era más necesaria que nunca.

Durante todo este año de experiencia los trabajadores de Olympia de México y la gente que se mantuvo cercana a ellos vimos un gran aumento en la conciencia de los trabajadores. A pesar de las difíciles condiciones en las que los compañeros han impulsado su huelga, a un año de su cumplimiento los trabajadores siguen adelante en su lucha. Apoyemos a los trabajadores de Olympia de México para asegurar el triunfo de su huelga.

Viva la lucha de los trabajadores de Olympia de México

La lucha sirve, la lucha sigue…

Unidos y organizados…Venceremos