Por la unidad en la acción de todos los trabajadores en contra de la carestía de la vida

El mes de enero de 2009 inició con un paro de los trabajadores pesqueros demandando una reducción al diesel marítimo. El paro pesquero fue exitoso, pues con un mes de movilización política conciente por parte de decenas de miles de trabajadores y sus familias, se consiguió más presupuesto para el sector y una reducción del 75% en el incremento mensual al precio del carburante. Más allá de lo conseguido en términos económicos, el paro pesquero fincó un punto de partida para la serie de luchas nacionales de los distintos sectores del movimiento obrero a las que asistiremos en este rojo 2009.

Por años el régimen ha expoliado a todos los sectores de la economía y la población trabajadora a través de los incrementos permanentes a las gasolinas, tan sólo el precio del diesel se incrementó en un 25% en el periodo que abarca de enero del 2008 a febrero del 2009, por lo que pasó de 5.95 pesos por litro a los 7.43 pesos. Por cierto, la reducción del precio de las gasolinas fue una promesa de campaña de Calderón, sin embargo, el costo del combustible se incrementó del 30 al 50% del costo de operación en sólo un año, lo cual deriva en una reducción de 40% en los volúmenes de carga a causa de la contracción económica. Por medio terrestre de transporte, se traslada alrededor del 82% de la carga, tanto nacional como internacional; de él dependen, directa e indirectamente, más de cuatro millones de familias. El precio de las gasolinas tiene un impacto directo e inmediato en la vida cotidiana de la clase trabajadora, al subir el transporte, sube todo lo demás.

Sin transporte, la economía se paraliza, he aquí el enorme peso específico de este sector de los trabajadores. Este 16 de febrero, asistimos a un paro de 500 mil autobuses de pasajeros urbanos, foráneos, camiones de volteo, de carga, incluidos de la construcción y hasta cañeros, lecheros, minibuses, taxis, combis, en algunos lugares se organizaron bloqueos parciales en ciudades y carreteras.

La crisis mundial del capitalismo agudiza los problemas de los trabajadores y éstos se ven obligados a entrar por la puerta económica al ring de la lucha política, a la lucha de clases. En tiempos normales un trabajador puede “darse el lujo” de ser más o menos “apolítico”, vivir en una particular burbuja de la vida sin pretender darse cuenta de lo que pasa, escondiéndose de los problemas de la vida cotidiana al ir “jalando” día a día. Los trabajadores no luchan por gusto sino por necesidad. Pero llegado a un punto, la crisis es tal, que los trabajadores se ven obligados a luchar no de manera aislada, no de forma individual, sino unificada y masivamente. A este punto están llegando muchos sectores de la clase obrera y están dando claras muestras de que están dispuestos a luchar.

Este sector del transporte se ve intervenido por los permisionarios, que pueden ser dueños de uno o más vehículos, incluso algunos de ellos llegan a ser acaudalados empresarios del transporte, que juegan el papel de capitalistas, al arrendar los vehículos a choferes que deben trabajar más de 12 horas para poder obtener “la cuota” para el patrón, la gasolina y la proporción que les queda a ellos.

El paro de más de 500 mil transportistas el pasado 16 de febrero, es una muestra brillante del instinto de la clase obrera, de su capacidad de comprensión de lo que está aconteciendo y de su nivel de organización. 500 mil transportistas de carga y pasaje realizaron un paro parcial en 17 entidades del país. En algunos estados como Veracruz, el paro alcanzó el 95% de la plantilla, 11 mil unidades no circularon, la parálisis afectó a 4 millones de personas. Además, transportistas de carga bloquearon cinco horas la caseta de peaje de la autopista a Jalapa.

La recién conformada Alianza de Transporte Multimodal,  que agrupa a más de 200 organizaciones de trabajadores del transporte, demandaron al gobierno federal que congele el precio del diesel en 6.31 pesos por litro. La Alianza ha anunciado una marcha nacional de transportistas al zócalo de la ciudad de México con fecha posible, el próximo miércoles 25 de febrero para obligar al régimen a congelar el precio del diesel y de la suspensión del IETU que es un impuesto diseñado para una época de crecimiento económico.

La reacción de pánico del débil gobierno espurio calderonista, fue conceder a los permisionarios el incremento de las tarifas de transporte. Con esta medida, logró que no se sumaran al paro los trabajadores del transporte de la mitad de los estados del país, los líderes corruptos de la CTM prefirieron aprovechar la coyuntura para negociar alzas a las tarifas, como fue el caso de Tampico. Sin embargo la CTM estuvo dividida ya que una parte de trabajadores del transporte de la CTM sí participó en el paro, el caso más destacado fue Veracruz, en donde el dirigente estatal de la CTM, Enrique Ramos Rodríguez, acusó a Calderón Hinojosa, de ser “insensible”, al no escuchar el reclamo de los transportistas.

Por un lado, esto denota una CTM fragmentada y débil, y por otro, demuestra que medidas tradicionales de los líderes corruptos ya no podrán ser usadas como si no pasara nada. Estos no son tiempos normales y como ejemplo, tenemos el caso de Chihuahua, donde el gobierno estatal pidió a los líderes cancelar el paro a cambio de un incremento de tarifas, a lo que los líderes respondieron: "es inadmisible, porque los ciudadanos quemarían las unidades". Particularmente en Chihuahua se está cocinando una enorme explosión social. El tratamiento de esclavitud que sufren los trabajadores en la maquiladoras, la enorme pérdida de empleo en ese sector, el cáncer del narco, la expresión de la putrefacción social a través del asesinato masivo de mujeres obreras, el patrullaje del ejército en las zonas industriales, etc., todo esto de conjunto es una sintomatología evidente de que Chihuahua es un punto clave de la lucha de clases en este periodo.

Podemos leer en distintos diarios de la prensa burguesa: “Con el paro del sector transporte, millones de personas no pudieron transportarse por los paros escalonados en puntos como Toluca, Huixquilucan, Valle de Chalco, Nezahualcóyotl y otros del Estado de México, así como distintas plazas de Oaxaca, Veracruz, Chihuahua, Yucatán, Chiapas, Coahuila, Sinaloa, Guerrero, Michoacán, Tamaulipas, Tabasco, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Quintana Roo y el Distrito Federal.

“En el estado de México, más de 200 vehículos de carga pesada de distintas empresas ocuparon las laterales de las carreteras México-Pachuca y México-Querétaro. Permisionarios del servicio colectivo de pasajeros detuvieron durante cinco horas 50 por ciento de su parque vehicular. En Coahuila, 400 mil usuarios de Saltillo y Monclova no se transportaron; pero en Piedras Negras, Acuña y Torreón hubo servicio normal.

“En Tamaulipas, 500 transportistas detuvieron 200 unidades pesadas, y en Chihuahua transportistas de diferentes municipios colocaron tráilers y camiones a los lados de la carretera Panamericana. En Aguascalientes al menos 150 mil usuarios quedaron varados, y Roberto Mora –líder sindical de los choferes– dijo que 350 de 700 unidades no atendieron sus rutas por disposición de los dueños, aunque temió que se les descuente el salario. En Baja California, concesionarios y permisionarios inmovilizaron parte de sus flotillas en Tijuana, Mexicali y Playas de Rosarito.
“En Sinaloa se inmovilizaron más de 6 mil unidades de carga y pasaje. En Morelos participaron unas 6 mil unidades. Miles de habitantes de la capital de Michoacán también se vieron afectados por la inactividad de más de mil 200 transportistas de diferentes rutas. En Oaxaca, 13 mil unidades de 120 empresas y taxis de la capital y las principales ciudades del estado bloquearon avenidas y cruceros. En Yucatán sólo 345 de las mil 793 unidades y 47 empresas que prestan servicio en Mérida se sumaron a la protesta. En Chiapas participaron 3 mil 24 unidades”.

Plan de lucha

Este periodo de lucha debería ser aprovechado para que los choferes arranquen concesiones tales como:

  1. Seguridad social, seguros de viajero con cobertura universal,
  2. Dos días de descanso obligatorio pagados por el patrón,
  3. Aumento de la plantilla laboral para asegurar que haya relevos en los grandes trayectos y también se asegure el pago de viáticos.
  4. Reducción del 90% del costo de los peajes. Las carreteras de cuota, deben ser expropiadas sin indemnización y colocadas bajo control obrero, ya que los concesionarios de carreteras han sido beneficiados enormemente innumerables veces.
  5. Reducción y congelamiento del precio del diesel a 5.96 pesos
  6. Esto no se logrará sin la unidad den la acción de todos los sectores de la clase obrera en contra de la carestía de la vida y por la caída inmediata de Calderón.
  7. ¡Por una huelga general de 24 horas, ya!

Se ha logrado dar un paso certero con el paro pesquero. Ahora la movilización de los trabajadores del transporte es una nueva ola de lucha, esto debe conectarse al resto de sectores de la clase obrera, los trabajadores del campo y los habitantes pobres de las urbes. La única alternativa real que tenemos los trabajadores, es ligar la lucha por las demandas de lo inmediato, a la lucha por la transformación socialista de la sociedad, en donde las principales palancas de la economía sean gestionadas democráticamente por los trabajadores.

¡Que viva el paro de los trabajadores del transporte!

¡Por la unidad en la acción de todos los sectores en contra de la carestía de la vida y por la caída de Calderón!

¡Huelga general de 24 horas, ya!


banner libres y combativas

banner

banner

banner libres y combativas

banner revolutionary left

banner sindicato de estudiantes

banner revolucion rusa