Sara Millerey falleció el 05 de abril en Bello, Antioquia Colombia. Después de haber sido brutalmente golpeada y arrojada a un río frente a los ojos de la gente, sin que alguien pudiera ayudarla, los asesinos actuaron con total libertad.
El transfeminicidio de Sara Millerey nos deja en claro que a las identidades trans nos pueden asesinar con total impunidad.
Durante el año 2024, desde la Defensoría del Pueblo en Colombia, acompañaron a 287 personas víctimas de violencia por prejuicio en razón de su identidad y/o expresión de género: 254 mujeres transgénero y 33 hombres transgénero. En el mismo periodo, registraron 31 asesinatos de personas transgénero en Colombia.
Durante los primeros 3 meses de 2025, se han tipificado 14 transfemincidios incluyendo el caso de Sara Millerey.
ACCESO A LA JUSTICIA PARA LAS PERSONAS TRANS
Muy pocos casos logran tener un poco de justicia, pues este sistema se encarga de revictimizarnos, llamándonos “hombres vestidos de mujer” en las carpetas de investigación, alterando y archivando las carpetas y dejando libres a quienes nos asesinan. Tal es el caso de Paola Buenrostro, en México, quien fuera víctima de la transfobia en 2016 y, aunque habían detenido al agresor en flagrancia, el MP decidió dejarlo en libertad.
Definitivamente no podemos conformarnos con declaraciones de intenciones sobre leyes de identidad o recompensas para localizar a los agresores, ni tampoco que estas se conviertan en papel mojado. Nuestras vidas dependen de ello. Necesitamos una revolución que eche abajo este sistema injusto que solo provoca la muerte y sufrimiento para la mayoría de nosotrans, necesitamos unir las fuerzas de todos, todas y todes quienes lo padecemos. Las personas trans, las mujeres trabajadoras, la juventud y el conjunto de la clase trabajadora tenemos el objetivo común de acabar con la desigualdad y la injusticia. Y lo lograremos construyendo una sociedad socialista verdaderamente libre de cualquier tipo de opresión.
LOS DISCURSOS DE ODIO TAMBIÉN MATAN
Las personas trans estamos sujetas a morir más de una vez; primero nos asesinan, después niegan nuestra identidad y finalmente siguen propagando discursos de odio para justificar a los agresores.
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca nos muestra que va en aumento el fortalecimiento de la derecha neofascista en el mundo. Las afirmaciones de que “solo hay dos géneros” o que no podemos participar en los deportes han sido replicadas por fascistas como Elon Musk, Milei en Argentina, Órban en Hungría, Meloni en Italia, Alternativa por Alemania, o en México con Verastegui y los partidos de derecha.
La llegada de la ultraderecha al poder y el avance de los fascistas ponen en riesgo nuestros derechos ya ganados por años de lucha en el colectivo trans, pues basta con firmar decretos para negar y tratar de invisibilizar nuevamente nuestras identidades. ¡No volveremos a los armarios!
EL CASO DE SARA MILLEREY NO ES UN CASO AISLADO
A Sara Millerey la asesinaron frente a la gente, sin que alguien pudiera intervenir y/o ayudarle a sobrevivir, pues incluso personas cercanas prefirieron grabar el momento en que Sara intentaba luchar por su vida antes que auxiliarla.
Pero también pasó en México, con el caso de Donají, quien este mismo año fue brutalmente golpeada por trabajadores del Gobierno de la CDMX bajo la gestión de Clara Brugada. Dichos servidores públicos –no uniformados– se encontraban realizando una “limpieza social” en Bellas Artes, dos de ellos golpearon a la compañera con total impunidad frente a los ojos de la sociedad y de la misma policía –esa que se supone está para cuidarnos--. Igual que en el caso de Sara, a Donají nadie la ayudó. ¡Un transfemincidio en grado de tentativa frente a la gente!
Aunque los agresores fueron detenidos, se les cambió la medida cautelar en una audiencia, dejándolos en libertad, desde luego que este cambio representa una amenaza para la integridad de nuestra compañera, pero también de todas nuestras compañeras trans.
¡La policía no me cuida, me agrede y me asesina!
¡Queremos vivir, no sobrevivir!
LA VIDA DE LAS PERSONAS TRANS SÍ IMPORTAN
Es urgente e indispensable transformar de fondo esta sociedad si queremos una vida digna y dejar de ser sobrevivientes de un sistema machista, capitalista, cis-hetero y patriarcal.
Desde Libres y Combativas mostramos todo nuestro respaldo y solidaridad a las víctimas de transfeminidio y gritamos fuerte y claro ¡ni cis, ni trans, ni una más!
Llamamos a toda la disidencia combatiente y anticapitalista a que se organice en sus centros de trabajo, escuelas o en las calles para que empecemos a luchar hombro a hombro, codo a codo contra toda esta violencia que nos atraviesa. ¡A la transfobia no se le discute, se le combate! ¡En los derechos trans, ni un paso atrás!
¡Organízate y lucha con nosotras!
¡Justicia para Sara, Paola, Donají, Natalia, Alessa…! ¡Justicia para todas!