En las elecciones estatales de 2018 el PAN recuperó la gobernatura de Yucatán, desafortunadamente producto de la política de Morena de presentar como candidato a un oportunista desechado de la derecha y no plantear un proyecto claro y decido a favor de la clase trabajadora.  

Como todo gobernante prianista, Mauricio Vila, actual gobernador, se dedicó a proteger los intereses de la casta divina, cómo son llamados en Yucatán los grupos patronales.

El último golpe contra la economía de las familias trabajadoras, indígenas y campesinas, consiste en aumentar de manera desproporcionada los cobros de los servicios públicos, un nuevo reemplacamiento vehicular y el cobro de una " cuota de mantenimiento" mensual para las cámaras de vigilancia, cuándo para esto hay un presupuesto aprobado de 2600 millones de pesos, todo esto fue avalado por el Congreso Estatal incluyendo desafortunadamente a la mitad de los diputados de Morena. 

El descontento popular no se hizo esperar y para el día 19 de enero, se organizaron diferentes actos de protesta entre ellos una marcha de diferentes organizaciones populares, entre las que destacan la CNTE y la Asamblea Nacional Popular de Yucatán (ANPY). 

Esta marcha se dirigía hacia el lugar donde el Gobernador rendía su informe de trabajo pero fue detenida con vallas y policías con escudos, garrotes y gas lacrimógeno, causando múltiples lesionados y cuando menos 3 detenidos. 

Esto sucedió en Mérida, publicitada como la ciudad más pacífica del país y a unos días de que el colectivo feminista MeeToo suspendiera un evento a causa de las amenazas que recibieron ya que realizarian presentación de múltiples denuncias de violencia contra las mujeres y machismo en las instituciones.

La represión y las amenazas no están separadas y no son casualidad, son los mecanismos utilizados por la derecha para intentar detener el creciente descontento de la población contra sus políticas que cada vez más hunden en la miseria trabajadores, indígenas y pueblo en general. 

En el colmo del cinismo es que el PAN responsabilice a Morena de los hechos, cuando  múltiples videos demuestran que la agresión y el gas lacrimógeno fue obra de la policía contra manifestantes pacíficos, incluso el Jefe de la policía acepta la responsabilidad de "sus elementos" en el lanzamiento del gas lacrimógeno. 

Ante la ofensiva de la derecha de hacer pasar como sea sus proyectos las y los trabajadres así como la juventud y las comudades debemos no de replegarnos sino reagruparnos y volver a salir a las calles, con una movilización unitaria exigiendo el retiro de los impuestos, el alto total a la represión y la destitucuón del Gobernador no sólo por represor sino porque representa los interes de los privilegiados y no los nuestros.  

Desde Izquierda Revolucionaria y nuestra organización feminista Libres y Combativas, así como del Sindicato de Estudiantes repudiamos esta agresión a las manifestaciones así como a las amenazas que las compañeras han sido objeto, nos sumamos sin duda a su lucha contra la violencia machista y por una sociedad más justa para todos y exigimos: libertad a los detenidos, respeto al derecho de libre expresión, protesta y organización, no al alza de impuestos y no al reemplacamiento y a la cuota de mantenimiento.

El pasado 1 de julio le demostramos a la derecha que tenemos la fuerza para sacarlos incluso de la presidencia, es por eso que no debemos de abandonar las calles, hechamos a tráves de la movilización y la lucha toda politica y politicos que no defiendan nuestros intereses.

¡Fuera el PAN y Vila de Mérida!


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