Ante esta crisis sanitaria y económica y a raíz del aislamiento preventivo social, la mayoría de las familias se han quedado sin ingresos económicos para sus hogares. Muchos porque sus centros de trabajo fueron cerrados, otros debido a que fueron despedidos y en su mayoría porque trabajan sin contratos o en la informalidad. Según estadísticas del INEGI, del PIB generado en México durante 2018, el 22.5% es informal. Del 56.7% de la población que se empleó en puestos de trabajo informales, 29.3% lo hizo dentro del sector formal. Por cada 100 pesos generados de PIB nacional, 78 pesos provienen de los ocupados formales, mientras que 22 pesos corresponden a los ocupados en informalidad. Con estos datos podemos deducir que aproximadamente 30 millones de mexicanos trabajan en el sector informal, sin contratos colectivos, seguro social, prestaciones de ley, etc.

Ante el coronavirus el gobierno liberó diversos apoyos tanto a adultos mayores como a microempresarios y otros sectores, como son: los taxistas, choferes del transporte público y desempleados, esto con el fin de intentar detener el impacto de la crisis económica en los bolsillos de cientos de mexicanos.  

Los apoyos del gobierno, una insuficiencia para los mexicanos

La jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum anunció diversos programas de apoyo para las micro y medianas empresas, otorgando créditos de 10 mil hasta 25 mil pesos del Gobierno Federal, estos créditos tienen un periodo de gracia de 3 meses, a partir del cuarto mes empezarán a pagar un aproximado de $830 mensuales hasta por 36 meses. Estos créditos lo único que logran es endeudar a la población, los ingresos serán aún más precarios, dividiendo esto entre los gastos del hogar, comidas y pasajes. Estos créditos no alcanzarían para vivir de forma decente, por el contrario, tendríamos que buscar cómo pagar esas deudas en los meses siguientes. El 71.1 por ciento de los beneficiarios son mujeres y el 28.9 por ciento, hombres. Las mujeres aplican los créditos en beneficio de sus familias. El 72.4 por ciento tiene entre 30 y 49 años.

Para las personas desempleadas activaron un programa emergente “Seguro de desempleo”, donde las personas que fueron despedidas injustificadamente tendrán un apoyo económico de $1,500 mensuales, asimismo este apoyo llegará a los trabajadores no asalariados o que no cuentan con un ingreso fijo. Este apoyo no alcanza ni siquiera para cubrir un mes de renta, sin contar con que se deben pagar alimentos, servicios, etc., y eso sin contar que algunos de los empleados despedidos, ya sean hombres o mujeres son la cabeza de la familia. En definitiva $1500 mensuales no alcanza para nada.

El apoyo para los transportistas consiste en bonos mensuales de combustibles destinando 400 millones de pesos, con este apoyo se beneficiarán a alrededor de 15,000 unidades de ruta con 4,000 pesos mensuales y 2,000 unidades de corredores con 6,000 pesos mensuales. Para el caso de los taxis va a haber un apoyo por parte del gobierno de México donde se están incluyendo a las personas que se registraron como choferes en la ciudad y puedan acceder a los créditos que son 25,000, con cuatro meses de gracia y con crédito a la palabra. Sabemos que nada de esto es suficiente para enfrentar la crisis.

Y por si fuera poco, tenemos a otra población aún más susceptible y golpeada todavía con mayor fuerza por la crisis, de ese sector del que no se habla y que se encuentran en extrema pobreza, los que viven en situación de calle, las trabajadoras sexuales y la comunidad T (Travestis, Transgénero y Transexuales) que han sido de los más golpeados por esta crisis, hasta a la fecha sólo les han entregado una tarjeta de apoyo con fondos vacíos, un apoyo disfrazado de aire, de nada. Pues para el gobierno, dejar morir a estas poblaciones en tiempos de Coronavirus, es una forma de exterminio. Ante la falta de apoyo por el gobierno, estos sectores han tenido que seguir trabajando para llevarse un pan a la boca y poder pagar un lugar decente donde dormir.

Las becas de los estudiantes,  un apoyo que ha quedado en el olvido

 Aunque es cierto que el gobierno de la Ciudad de México aumentó el apoyo de “Mi beca para empezar” con un ingreso de forma mensual de $800 para las niñas y los niños de preescolar y $830 para las niñas, niños y adolescentes de primaria y secundaria, los estudiantes de la educación media superior han quedado en el abandono, a más de un mes de haber entrado en cuarentena no han recibido apoyo alguno de la beca “Benito Juárez” o de las becas que dan de forma independiente los centros de estudio, pero recordemos que los alumnos que estudian y trabajan desempeñan actividades laborales en grupos como “Alsea”, quién mandó a casa a sus trabajadores bajo un “Descanso voluntario” dejándolos sin este ingreso extra que de por si es mísero, en un aproximado se estima que 3 de cada 4 alumnos estudian y trabajan de forma simultánea. Sin el apoyo de las becas y sin trabajo, y con las clases en línea, se encuentran limitados, agobiados y preocupados en cuanto a los ingresos para el hogar.

Nosotros no vamos a pagar la crisis económica y sanitaria. Necesitamos becas que de verdad atiendan la emergencia sanitaria. Apoyo que no signifiquen endeudamiento y que permitan sobrellevar esta pandemia. Necesitamos que se terminen las concesiones con los grandes empresarios que se han enriquecido gracias a los trabajadores. En este momento necesitamos volcar todo el apoyo económico a la clase trabajadora, que de por sí estamos enfrentándonos a una crisis sanitaria donde están en riesgo nuestras vidas y que no permitiremos que, por falta de apoyos, despidos injustificados y falta de trabajo, arriesguemos nuestras vidas por no tener qué comer.

¡No queremos migajas, queremos plenos derechos para la clase trabajadora y la juventud!


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