“Si alguien puede mostrar a una nación traicionada por Donald Trump cómo derrotarlo, es la ciudad que lo vio nacer”.
Zohran Mamdani, el candidato que se presenta como socialista y defensor de la clase trabajadora hizo historia el pasado martes 4 de noviembre convirtiéndose en alcalde de la capital mundial del capitalismo, Nueva York. El terremoto político que ha provocado está elección se ha sentido en todos los rincones del mundo.
En unas elecciones tan trascendentales, después de las grandes movilizaciones de masas contra Trump, el candidato demócrata alineado con los Democratic Socialists of America (DSA) ganó con mayoría absoluta, el 50,4%, frente al 41,6% de Andrew Cuomo, el portavoz del establishment capitalista, que fue derrotado en las primarias demócratas por Mamdani, y que a última hora contó con el apoyo público de Trump para evitar que la ciudad más populosa de EEUU fuera dirigida por un peligroso “musulmán de ideas comunistas”.
Estos resultados han traducido en el terreno electoral, que es siempre el más hostil para los intereses de la izquierda consecuente, la brutal polarización que recorre el país y, sobre todo, el giro a la izquierda de amplios sectores de las masas, especialmente de la juventud. Una victoria electoral que ha canalizado esa fuerza organizada que ha llenado las calles de EEUU estos últimos meses en movilizaciones de millones contra Trump, las manifestaciones de No Kings, que se ha visualizado en las protestas contra las redadas racistas de la ICE, y en la constante resistencia a las políticas totalitarias y reaccionarias contra los trabajadores, las mujeres, los pobres y los inmigrantes.

Un programa que ha conectado
En primer lugar, es necesario destacar cual ha sido el programa de Mamdani para comprender las profundas implicaciones de este resultado. Sus propuestas de congelar los alquileres de más de dos millones de inquilinos, aumentar la rapidez y garantizar la gratuidad de los autobuses y del metro, y ofrecer servicios de guardería universales y gratuitos en toda la ciudad, han impactado de plano. Mamdani aboga por hacer de Nueva York una ciudad donde la clase obrera pueda vivir, y en numerosas declaraciones ha dicho que sacará los recursos necesarios aumentando los impuestos a los ricos.
Un programa para combatir la pobreza y la carestía de la vida de la población, nativa e inmigrante, confronta directamente con la agenda de la Administración Trump y los intereses de los capitalistas. Zohran Mamdani también ha destacado por defender abiertamente al pueblo palestino, denunciado el genocidio sionista en Gaza y los constantes ataques a la libertad de expresión y manifestación.
Uno de los elementos claves en esta elección, sin duda, ha sido el ejército de 100.000 voluntarios que han hecho una campaña militante tocando más tres millones de puertas y consiguiendo el mayor índice de participación de los últimos 20 años, y el doble que en las elecciones anteriores. Esta gran victoria no ha salido de un cielo azul.
Como señala la declaración oficial del DSA:
“La victoria del socialista demócrata Zohran Mamdani como próximo alcalde de la ciudad de Nueva York es una victoria para la clase trabajadora. Los neoyorquinos lograron la victoria electoral más monumental para el movimiento socialista estadounidense en el último siglo, a pesar de los millones de dólares invertidos para detenernos. En este momento, los multimillonarios tienen más dinero que nunca. El resto de nosotros luchamos para sobrevivir. Y la clase política lo mantiene así. La campaña de Zohran prometió una alternativa: una ciudad que funcione para la gente trabajadora. Gracias a la victoria de Zohran, el pueblo derrotó a la oligarquía; la clase trabajadora derrotó a las grandes corporaciones; el socialismo democrático derrotó al statu quo del Partido Demócrata. Este movimiento fue impulsado por más de 100.000 voluntarios y millones de votantes. Miles de miembros de DSA en Nueva York desempeñaron un papel fundamental en la campaña como personal y voluntarios: tocando puertas, llamando a votantes, hablando con compañeros de trabajo y organizándose en nuestros sindicatos y comunidades. Esta elección demuestra que las ideas socialistas democráticas son populares y que la gente organizada puede derrotar el poder del gran capital. Zohran no tuvo miedo de decir con valentía lo que sus votantes y la mayoría de los estadounidenses creen: que Palestina debe ser libre y que Estados Unidos no debe ser cómplice del genocidio de Israel…”[1].
En segundo lugar, es importante señalar que tanto el triunfo de Mamdani en Nueva York, como de los candidatos demócratas en las elecciones a gobernador de Virginia y Nueva Jersey, representan un duro revés para Donald Trump y el partido republicano, que han sido los grandes derrotados en estos comicios, pero no los únicos. La elección el nuevo alcalde de la gran manzana, y la victoria de otros candidatos del DSA prueban la enorme crítica, y furia, que existe contra el aparato capitalista del partido demócrata, y las condiciones excepcionalmente maduras para construir una alternativa auténticamente socialista de los trabajadores y la juventud que rompa con las políticas del establishment financiero que defienden los dos grandes partidos de sistema. La elección de Madani abre este debate de par en par una vez más.
Andrew Cuomo recauda millones, pero fracasa estrepitosamente
Aunque en el Estado español hemos asistido a una gran campaña de desinformación para ocultar el apoyo masivo al candidato socialista y su programa, Zohran Mamdani ganaba las primarias del Partido Demócrata este verano frente a Andrew Cuomo, exsecretario de Vivienda, exfiscal general de Nueva York y exgobernador, descendiente de una saga política poderosa, y salpicado por numerosas denuncias de acoso sexual.
Después de perder las primarias, el candidato del ‘establishment’ demócrata decidió presentarse como independiente, aglutinando el voto conservador y el apoyo de los multimillonarios de Wall Street y del partido republicano, que presionaron a su candidato, Curtis Sliwa, para que se retirase de la carrera electoral y no dividir el voto contra Mamdani.
Esta sacrosanta alianza de la clase dominante en torno a Andrew Cuomo logró una lluvia de donaciones para su campaña: ni más ni menos que 32 millones de dólares, entre las que destacan las aportaciones de, al menos, 21 multimillonarios según Forbes[2]. Los que llenaron las arcas de Cuomo son bien conocidos: Michael Bloomberg (alcalde de NY durante 3 mandatos por el partido demócrata y la séptima persona más rica del mundo en 2023) aportó 8,3 millones, Joseph Gebbia (Airbnb y director de diseño de Donald Trump) arrimó otros 3 millones, la Familia Lauder (Estée Lauder) 2,6 millones, Bill Ackman 1,75 millones, y cientos de miles de dólares más entregados por otros magnates de empresas como Netflix o Wallmart.
La histeria de los grandes capitalistas ante la posibilidad del triunfo de Mamdani se hizo visible en innumerables entrevistas televisadas y en prensa, en editoriales y en mensajes de redes, como el que publicó Elon Musk en la noche previa a las elecciones a través de X:
“¡Recuerda votar mañana en Nueva York! Ten en cuenta que un voto por Curtis es en realidad un voto por Mumdumi o como se llame. ¡VOTA A CUOMO!”.
También Trump realizó un llamamiento desesperado:
“Si el candidato comunista Zohran Mamdani gana las elecciones para alcalde de la ciudad de Nueva York, es muy poco probable que contribuya con fondos federales, aparte del mínimo requerido, a mi amado primer hogar. (…) Las cosas sólo pueden empeorar con un comunista al mando. (…) Es mi obligación gobernar la nación y tengo la firme convicción de que la ciudad de Nueva York será un desastre económico y social completo y total si gana Mamdani. Sus principios han sido probados durante más de mil años y nunca han tenido éxito. Preferiría ver a un demócrata, que ha tenido un historial de éxito, GANAR, que a un comunista sin experiencia y un historial de FRACASO COMPLETO Y TOTAL. (…) También debemos recordar esto: un voto por Curtis Sliwa es un voto por Mamdani. Ya sea que personalmente te guste Andrew Cuomo o no, realmente no tienes otra opción. Debes votar por él y esperar que haga un trabajo fantástico. ¡Él es capaz de hacerlo, Mamdani no!”

Hay fuerza para echar a Trump y construir una alternativa socialista
La victoria de Mamdani en Nueva York pone encima de la mesa que Donald Trump no tiene ningún cheque en blanco para imponer su agenda totalitaria. Todo lo contrario, como se demostró también en las movilizaciones de más de siete millones en las protestas No Kings.
Los resultados electorales de este 4 de noviembre son una respuesta contundente y un recordatorio muy importante de que la clase obrera no solo no ha sido derrotada, sino que está dispuesta a presentar batalla.
Estas elecciones ponen de manifiesto un hecho fundamental: que el programa con el que ha ganado Momdani no es el del Partido Demócrata, cuyos intereses tienen más en común con Trump. Lo que ha entusiasmado de la candidatura de Mondani han sido sus promesas a favor de convertir la ciudad más importante del mundo en un territorio libre de las políticas neoliberales y del saqueo de lo público. Y hacerlas posibles implicará un choque frontal contra los capitalistas de la ciudad y, obviamente, contra la Administración Trump.
La propia declaración oficial del DSA lo reconoce:
“Los ricos y poderosos se opondrán a DSA y a Zohran en cada oportunidad, y ya hemos visto que recurrirán a la islamofobia y el racismo más flagrantes para lograrlo. Solo conseguiremos las demandas de esta campaña si construimos un movimiento de masas de gente común y corriente, de la clase trabajadora, para derrotar a los políticos corruptos del establishment. Esperamos luchar junto al alcalde Mamdani para conseguir la congelación de los alquileres, autobuses rápidos y gratuitos, y cuidado infantil universal. Seguiremos luchando por una Palestina libre, para sacar a ICE de nuestras ciudades, para luchar por alternativas a la policía que realmente mantengan seguras a las comunidades y para hacer frente a los ataques de Donald Trump contra nuestros servicios sociales…”[3]
Estamos de acuerdo. Los ricos y poderosos se opondrán a los DSA y a Zohran desde el minuto uno. Pero no solo eso. Los primeros en plantear un sabotaje total a cualquier medida progresiva del nuevo alcalde será el aparato dirigente del partido demócrata. Y el peligro de la asimilación, de la moderación de las exigencias, y finalmente de la neutralización de Mamdani está ahí. Lo hemos visto anteriormente, con Sanders, con AOC, lo hemos vivido con Syriza, con Podemos….
Por eso mismo hay que sacar las conclusiones necesarias. Este triunfo histórico ha sido celebrado como una vitoria por toda la clase obrera, la juventud y los oprimidos de EEUU y del mundo. Por eso hay que romper orgánicamente con el partido demócrata, y convertir este apoyo entusiasta en un trampolín para levantar una izquierda combativa y clasista de masas.
La conciencia de millones está avanzando y sacando conclusiones muy poderosas. Cuando Trump lanza a las fuerzas paramilitares del ICE, compuestas en una gran mayoría por elementos fascistas, a detener a trabajadores y familias inmigrantes para deportarlos, o cuando respalda a Netanyahu en su genocidio contra el pueblo palestino, alienta el rearme militarista en el mundo, o proclama su determinación para arrasar las libertades democráticas más básicas, es fundamental apuntar a las causas últimas de esta barbarie refaccionaria: el capitalismo en su fase de decadencia imperialista.
Y este enemigo no se puede reformar. Todos los intentos por maquillarlo, por hacerlo más humano han fracasado estrepitosamente. No podemos oponer al capitalismo decrépito un capitalismo mejor. Necesitamos derrocarlo con la fuerza organizada de la clase trabajadora.

El triunfo en Nueva York abre una perspectiva amplia, y demuestra que la lucha por el socialismo no es un invento artificial de algunos nostálgicos. Es una necesidad y hay que impulsarla.
En este momento, millones de jóvenes y trabajadores en EEUU y en todo el mundo hemos llegado a la conclusión de que no podemos depender de las instituciones de este sistema para cambiar nuestra vida. Que si queremos romper con esta asfixia solo podemos depender de nuestras propias fuerzas. Como han hecho los vecinos que expulsan a los grupos paramilitares del ICE en tantas ciudades, o como ha hecho la movilización mundial de millones contra el genocidio al pueblo palestino.
Zohran Mandani y el DSA van a tener que enfrentarse a la cruda realidad: o ceden a las presiones del sistema o se enfrentan a él. Llevar adelante las promesas electorales no será posible sin romper con el sistema. Y esto último sólo puede hacerse confiando en la lucha de masas en Nueva York y en todo Estados Unidos.
Hay que romper definitivamente con el Partido Demócrata que representa los intereses de la burguesía y del aparato del Estado y levantar un programa socialista que defienda, sin ninguna timidez, la expropiación de los grandes capitalistas. Hay que poner bajo control obrero los enormes recursos del país para resolver las urgentes necesidades sociales, empezando por alimentar y dar un techo digno a más de 40 millones de ciudadanos pobres estadounidenses.
Nueva York, el epicentro del capitalismo financiero mundial, es el sujeto de una gran paradoja política. Un candidato que se reclama socialista ha sido aupado a la alcaldía. Es un paso claro en una dirección de ruptura. Un paso que debe contribuir a que una verdadera revolución socialista acabe con este sistema criminal y podamos ser verdaderamente libres. La fuerza de las masas en cada movilización del último año, agrupando la solidaridad de los trabajadores migrantes y nativos, uniendo a los sectores más oprimidos de nuestra clase, muestra que es totalmente posible y más urgente que nunca.
Notas:
[1] Zohran Mamdani Wins! National Political Committee Statement
[2] «Cualquiera menos Mamdani»: por qué estos multimillonarios están gastando grandes sumas de dinero para impedir que se convierta en alcalde de Nueva York
[3] ¡Zohran Mamdani gana! Declaración del Comité Político Nacional












