México vive una de las etapas más trascendentes en la historia de la lucha de clases de las últimas décadas. Nos encontramos en un contexto de polarización social cada vez más marcada debido a un largo periodo de ataques de la burguesía que derivaronMéxico vive una de las etapas más trascendentes en la historia de la lucha de clases de las últimas décadas. Nos encontramos en un contexto de polarización social cada vez más marcada debido a un largo periodo de ataques de la burguesía que derivaron en una mayor miseria entre los trabajadores. Durante esa etapa se experimentó una enorme concentración de la riqueza, al lado de un océano de pobreza que se extiende a cerca de setenta millones de mexicanos.

Los banqueros han logrado beneficios a lo largo de los últimos cinco años equivalentes a 250.000 millones de pesos. Mientras millones de trabajadores han ido a la calle al crecer el desempleo del 1,8 en 2000 al 3,58% en 2005. Los salarios reales están por debajo de los percibidos en 1980.

El ambiente de polarización se avivó por los intentos de impedir que López Obrador (candidato del PRD) se presentara a la presidencia de la República y, más recientemente, la tensión se incrementó por un nuevo intento para reducir la seguridad social y por los ataques a la independencia sindical, desconociendo al líder minero Napoleón Gómez e intentar imponer a Elías Morales.

Los grandes batallones de la clase obrera entran en acción

La persecución contra Napoleón Gómez, un viejo burócrata que se ha visto obligado por la presión de la base a ponerse a la cabeza de la lucha, le ha servido a la burguesía para intentar descargar sus responsabilidades en la tragedia de la mina de Pasta de Conchos, en la que perecieron 65 mineros. Y, también, para intentar desprestigiar al sindicato minero que es el que más huelgas ha desarrollado a lo largo del actual sexenio.

Ante esto, los mineros han desarrollado desde huelgas nacionales, como la de principios de marzo movilizando a más de 250.000 trabajadores del sector minero y metalúrgico, hasta paros locales y regionales. No obstante, la ofensiva patronal no cede y han despedido a 300 obreros por participar en los paros laborales. En el estado de Sonora el gobierno estatal ha metido preso a Indalecio Pérez Morones, delegado del sindicato minero.

Ahora las cosas han ido más lejos en el intento por frenar la lucha minera: Fox y la patronal han optado por usar la fuerza bruta para terminar con el paro de 18 días de los mineros y acereros de Lázaro Cárdenas, el saldo ha sido el de dos obreros muertos por tiro de bala, aunque hay quienes hablan de más caídos, y cuando menos cincuenta sindicalistas heridos.

A pesar de la represión, los trabajadores se reagruparon y, con apoyo de obreros de otras empresas, pocas horas después del desalojo recuperaron las instalaciones acereras. Medidas como este acto represivo solamente se traducen en arrojar más gasolina al fuego, incrementando la tensión social y, en particular, el enfurecimiento de la clase obrera. Al mismo tiempo, la acción represiva de Fox deja claro que la necesidad de elevar el nivel de la lucha obrera por medio de acciones más contundentes como la huelga general se trasforma en algo más que una prioridad. Si no se actúa de esa manera, la patronal se sentirá confiada para dejar sentir todo su peso sobre los trabajadores. Por su parte López Obrador debe repudiar públicamente la represión en Lázaro Cárdenas y llamar al apoyo para los mineros y acereros.

El movimiento obrero se ha puesto en marcha y esto tendrá profundas repercusiones, tanto en el seno de los sindicatos como en las próximas elecciones presidenciales del 2 de julio.

La izquierda puede ganar

La perspectiva de un triunfo arrollador de López Obrador ha puesto a la burguesía y al imperialismo estadounidense más nerviosos de lo que ya estaban y, apoyándose en sus partidos, han lanzado una campaña histérica contra el candidato del PRD presentándolo como un hombre peligroso para México. Para esta guerra sucia, tanto el candidato del PAN, Felipe Calderón, como el del PRI, Madrazo, cuentan con el apoyo de los monopolios televisivos y de los barones del dinero. López Obrador ha denunciado el millonario apoyo que Banamex está dando a Calderón. Todo indica que la burguesía está preparando un nuevo fraude electoral monumental, en el que también la compra de votos entre los sectores más atrasados estará al orden del día.

Algunas empresas encuestadoras también están en esta guerra sucia contra el PRD. Presentan resultados donde Madrazo recupera importantes posiciones (encuesta de Milenio del 30 de marzo al 3 de abril en la que el priísta supuestamente sube del 30 al 31% de la preferencias), o en las que Calderón se pone por delante de López Obrador (GEA-ISA: el panista sube del 32 al 36% y López Obrador cae del 41 al 34%!!). Cuando, desde hace cuatro años aproximadamente, la inmensa mayoría de las encuestas le dan al PRD 7, 8, o, incluso, 10 puntos (encuesta de El Universal publicada el 13 de marzo) sobre sus adversarios.

Es evidente que las encuestas que no favorecen a López Obrador están totalmente manipuladas y pretenden influir sobre el estado de ánimo de los electores. Esos resultados son totalmente contradictorios con los funestos resultados de la política del gobierno PAN y con los desgajamientos del PRI, agudizados por la definición de los candidatos de este partido a diferentes cargos de elección popular, desde la candidatura presidencial hasta las de diputados y senadores. Otro severo golpe para el PRI ha sido el reciente escándalo de complicidad con pederastas en el que está involucrado el gobernador priísta de Puebla, Mario Marín.

Los ingredientes son los más favorables para una victoria de la izquierda en las próximas elecciones presidenciales. Sin embargo, el PRD no se puede confiar. Una situación similar existió en las elecciones de 1988, cuando Cárdenas contendió por el Frente Democrático Nacional, y en las de 1994 y, no obstante, en ambos casos el PRI terminó imponiéndose por medio de fraudes titánicos. Si el PRD no opta por medidas mas sólidas para contrarrestar el fraude que se está fraguando, empezando por la movilización activa de los trabajadores y jóvenes que le respaldan, puede repetirse la historia. El PRD tiene que organizar comités en defensa del voto y, en caso de que la burguesía pretenda imponer al PAN o el PRI, llamar a una lucha de alcance nacional el fraude electoral. Por ello los marxistas insistimos en explicar que no es suficiente votar, sino que también es necesario luchar. No hay otro camino para frenar a los partidos de la burguesía.

Además del frente electoral las masas también se están manifestando en el frente sindical. Ambas luchas tiene que ser unificadas. La persecución emprendida contra el sindicato de mineros ha obligado a los dirigentes de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT),del Frente Sindical Mexicano (FSM), e incluso de la oficialista Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) a convocar movilizaciones y a exponer la posibilidad de llamar a una huelga nacional en junio en caso de que Fox no de marcha atrás. Esta consigna debe ser retomada por López Obrador y, también, llamar a la huelga como una herramienta contra el fraude electoral.

La consigna de luchar contra el fraude electoral debe unificarse a la de la defensa de la independencia sindical respecto del estado burgués, del salario, del empleo, etc., y hacer de este Primero de Mayo un acto de expresión de nuestro descontento social con un alto contenido combativo y militante.

Luis Enrique Barrios

Corriente Marxista Militante (México)


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