A un año de la histórica marcha del 8 de marzo, cuando miles inundamos las calles de todo el país, nuestra opresión no sólo no ha disminuido, sino que, para millones de nosotras, mujeres de la clase trabajadora, esta pesadilla ha pasado a un nivel hasta ahora desconocido. Sus hijas, la juventud, nacida y crecida en una época de crisis sistémica, sin parangón desde los años 30 del siglo pasado, ahora también vive una pesadilla aún mayor.
Arrebatándonos todo, so pretexto de la pandemia, este sistema nos ha arrojado a las filas del desempleo, la deserción escolar, la violencia machista, las drogas, la depresión y el suicidio. Sin embargo, desde Libres y Combativas y el Sindicato de Estudiantes levantamos en alto la bandera clara: ¡si hay alternativa a esta catástrofe! Este 8 de marzo se nos presenta como una oportunidad para luchar por una vida digna, libre y feliz y por conquistar un futuro que nos quieren arrebatar.
Ni una más expulsada de la educación pública
A un año del cierre de nuestras escuelas desde nivel básico hasta posgrado, a miles de infantes y jóvenes se nos ha condenado al encierro en hogares violentos y machistas, aumentando el aislamiento social y compartiendo espacios sumamente reducidos, deteriorados y descompuestos socialmente con violentadores. Aunado a esto, miles de nosotras tenemos que soportar clases en línea con profesores y jóvenes agresores.
A esto hay que sumar todas las dificultades que ha significado para las y los hijos de trabajadores tomar los estudios en línea: carecer de espacios de estudio, no tener dispositivos tecnológicos, no poder acceder a internet, no gozar con computadora o televisión propios, etc.
Esto en los hechos ha expulsado a millones de compañeros de las escuelas desde nivel básico hasta superior. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), un organismo totalmente burgués que comúnmente maquilla las cifras, arroja el siguiente dato: ¡más de un millón de mexicanos abandonarán la educación superior y los estudios de posgrado debido a la pandemia! Por su lado, el Banco Interamericano de Desarrollo informa que México será el segundo país que tras la pandemia tendrá el mayor abandono escolar entre los 6 y 17 años con 628 mil niños y jóvenes; el 16% lo hará por motivos económicos, mientras que 9% lo hará por razones académicas, significando un retroceso de décadas en esas generaciones en conocimientos tan básicos como leer, escribir y habilidad matemática.
Simplemente la propia SEP informó en junio pasado que 800 mil alumnos de tercero de secundaria no se inscribirían a la educación media superior para el ciclo escolar 2020-2021. Mientras que, en agosto, la SEP informó que 10% de los estudiantes de nivel básico y el 8% de nivel superior abandonaron sus estudios a causa de la pandemia.
La deserción escolar es aún mayor en niñas y mujeres jóvenes, según la ONU 11 millones de ellas dejarán la escuela en todo el mundo y la mayoría de ellas no retomará sus estudios jamás.
El machismo en las aulas y casas
Las clases en línea han traído consigo otra serie de problemáticas, y es que todos los avances que se dieron a través de la lucha organizada en las escuelas contra la violencia machista los han semi - detenido. Las discusiones, los procesos organizativos y la construcción de una alternativa a esta lacra dentro de las escuelas se ha visto interrumpida. Recordemos que hace precisamente un año estaban tomadas 16 escuelas de la UNAM, además de paros y acciones en otras universidades.
Si bien no compartimos los métodos sectarios y ultraizquierdistas de quien encabezaba estas acciones, desde Libres y Combativas siempre abogamos por la adquisición de métodos democráticos que permitieran extender la lucha a toda la comunidad. Estas acciones solo demostraban el pico de un iceberg de descontento real y más amplio, y que la única forma de hacer vencer este movimiento era ampliándolo, democratizándolo y unificándolo con los demás sectores en lucha. Por supuesto, la pandemia vino bien a la rectoría porque cortó el desarrollo de esta batalla histórica que estaba surgiendo en todo el país.
Ahora mismo las denuncias y los procesos de sanción y expulsión de un sinfín de agresores dentro de las escuelas las detuvieron y apuestan al olvido, y tenemos que vernos obligadas a seguir conviviendo con ellos en las clases en línea.
La otra cara de la moneda de la educación a distancia es el hacinamiento en los hogares, trayendo afectaciones muy graves a la condición física, mental, emocional, económica y reproductiva de las niñas y adolescentes. Además de disminuir considerablemente la participación y recreación en espacios públicos.
En México, según datos de la ONU, la violencia doméstica contra la mujer aumentó 60%, asegurando que 2 de cada 3 mujeres en edades entre los 15 y 18 años, han vivido algún tipo de violencia. Todos los días varias de nosotras nos enfrentamos no solo a conllevar las tareas, trabajos y clases sino también a las labores domésticas como hacer de comer, lavar, cuidar y educar a los infantes, atender a las personas dependientes, así como hacernos cargo de los deberes muchas veces de los varones que viven con nosotras obligadas por el machismo imperante en nuestros hogares.
Pero la cara más monstruosa de ese hacinamiento es que miles de niñas y adolescentes están sufriendo abuso sexual y acoso por familiares o vecinos. Los datos hablan por sí solos, tenemos las tasas más altas de embarazos adolescentes: alrededor de 73 de cada 1.000 partos corresponden a madres de 15 a 19 años.
Las últimas estimaciones del gobierno indican que entre 2020 y 2021 el número total de embarazos adolescentes sumarán los 191,948, cerca de 22,000 más de los esperados, lo que supone un aumento del 12% respecto a 2019. De ellos, el 10% son fruto de la violencia sexual, en su inmensa mayoría (80%) atribuida a familiares, vecinos o conocidos.
Esto es una realidad padecida por miles de nosotras, que al carecer de una vivienda digna compartimos cuartos e incluso camas con hermanos, padres, abuelos u otros familiares. Además, esta barbarie es resultado y se agudiza por la nula educación sexual, así como las dificultades de acceso a información y métodos anticonceptivos y de planificación sexual.
Desempleo y las “alternativas” del capitalismo
Otra realidad que también nos alcanza es el brutal desempleo que estamos pagando con miseria y que nos obliga a aceptar empleos totalmente precarios y horribles. Según la CEPAL y la OIT, 7 de cada 10 empleos formales perdidos durante la pandemia fue dentro de la juventud. Estos organismos estiman que en toda la región de AL se perderán 47 millones de empleos, lo que afectará fuertemente a la juventud. Muchos trabajamos en la precariedad, por contratos temporales o sin ellos, sin prestaciones y muchos somos desechables, que nos pueden explotar y despedir cuando quieran. Cientos de empresas están amasando una infinidad de dinero a costa de nuestras vidas en el sector servicios, hotelero, construcción, comercio y turismo.
La expulsión de la educación y la falta de un empleo digno está causando en la juventud trastornos mentales y depresivos de manera clara y preocupante. El Consejo Nacional de Salud Mental el pasado septiembre informaba que la población que representan las tasas más altas de suicidio son los jóvenes de entre 20 y 24 años (9.3) y que, para las personas de 15 a 29 años, el suicidio representa la segunda causa de muerte. Según datos del departamento de Psicología de la UNAM el alcoholismo dentro de la juventud ha aumentado un 75%. Pero el punto crítico al cual está llegando esta realidad es que muchas están siendo orilladas a la comercialización de sus cuerpos. Lacras como la trata, el comercio sexual en redes sociales, la pornografía y la prostitución han aumentado en este año de pandemia.
El capitalismo solo nos ofrece pobreza, explotación, intoxicación por sus drogas, comercialización de nuestros cuerpos y suicidio.
¡Sí hay alternativa!
Nuestras escuelas, centros bibliotecarios, museos, recintos culturales y un sinfín de espacios donde la juventud podíamos desarrollarnos, crecer y aprender se encuentran cerrados. En cambio, vemos como los centros comerciales, los centros vacacionales, los bares, los restaurantes y un sin fin de espacios no esenciales están abriendo ante las presiones de los empresarios, pero de nuestras escuelas ni una sola palabra.
Las escuelas y centros educativos para miles de nosotros significan en los hechos salir de hogares y comunidades sumamente violentos y descompuestos socialmente. No eran escapes de la realidad, sino la muestra papable de que es posible otro escenario, en dónde tener voz, el poder de organizarnos y debatir colectivamente para defender nuestros derechos y exigirlos para otros que no los poseen. La escuela, a pesar de ser ese gran engranaje del sistema para difundir su moral y amoldar las mentes a sus designios, permite también a las y los hijos de la clase trabajadora ampliar nuestra comprensión, desarrollar nuestra conciencia y en esas aproximaciones brotar la crítica y la lucha.
Creemos que sí hay alternativas para educarnos presencialmente en un contexto adverso impulsando un Plan de rescate a la educación pública, permitiendo con ello la vuelta a clases de forma totalmente segura. Exigimos al gobierno federal realmente cumplir con la palabra de nunca más un joven sin escuela, los discursos que no corresponde con la realidad nos desalientan, queremos hechos concretos y que de verdad modifiquen nuestro calvario.
No aceptamos que con base a la pandemia y la austeridad republicana se haya recortado presupuesto a la educación pública, aplicando un plan totalmente mercantil en la enseñanza: como no se usa y no se necesita, se recorta. Los recortes que están dejando a escuelas como las normales rurales con un menos 95% de su presupuesto, condenándolas al abandono.
Todas y todos a la huelga y movilización este 8M
Compañeras y compañeros los motivos para que la lucha continúe con más fuerza sobran. En estos años hemos protagonizado luchas históricas, ahora mismo en medio de toda esta tragedia la juventud se levanta en Argentina, Grecia, Chile, en todo el mundo, destacando por nombre propio las hijas de la clase trabajadora. La juventud estudiantil seguiremos jugando un papel destacado en las batallas contra este sistema, somos muchos los que pensamos que otra realidad es posible y que podemos y debemos de luchar. También somos muchas las que pensamos que con el nuevo gobierno las cosas cambiarían sustancialmente y si bien ha habido progresos significativos estos han sido totalmente insuficientes, por eso necesitamos no bajar la guardia, precisamos continuar, extender y unificar la lucha ahora más que nunca, gobierne quien gobierne los derechos se ganan luchando.
Sabemos que la única manera de acabar con la opresión, conquistar la verdadera igualdad y poner fin a tanto sufrimiento, es luchando contra el sistema que lo provoca: el capitalismo. Y eso comienza por confrontar con quienes nos quieren sumisas y calladas, depurando la justicia, la policía y el aparato del Estado de machistas y represores. Es poniendo en marcha de una vez por todas la igualdad salarial, el derecho a una vivienda pública digna, a un puesto de trabajo decente o a un subsidio de desempleo de 12 mil pesos al mes que nos permita escapar de la miseria y la violencia. Es implantando una asignatura de educación sexual inclusiva en nuestras escuelas y aumentando radicalmente el presupuesto a salud y educación.
Este año la juventud feminista levantamos la bandera del 8 de marzo con aún más alto. Desde Libres y Combativas y el Sindicato de Estudiantes llamamos a todas y todos los estudiantes y maestras y maestros a la huelga educativa y a marchar con nosotras y nosotros a las 3:30 del Monumento de la Revolución al Zócalo de la CDMX. Nuestra lucha, como la de nuestras hermanas en Argentina, en Polonia y en todo el mundo, no se para.
¿Cómo hacer la huelga?
- Contáctanos y asiste a la asamblea organizativa este 20 de febrero a las 18:00 vía zoom
- Invita a más compañeras y compañeros a sumarse a la asamblea y estas iniciativas de lucha.
- Contacta con maestras y maestros combativos para explicar la necesidad de la huelga y solicitarse que se una a ella no dando su clase, pero no sólo ella o él sino el conjunto de docentes y que se sumen a la marcha.
- Si es posible propón en tus clases que en el marco del 8 de marzo se dé espacio de una clase para dar una charla sobre sus orígenes, la lucha actual y sus reivindicaciones.
- Saloneos cibernéticos. Solicita la palabra en cada una de tus clases al termino de estas, para explicar que se aproxima el 8 de marzo, los porqués de nuestra lucha y la invitación a que se sumen a la huelga y la marcha.
- El 8 de marzo conéctate, pero no tomes clase, pide la palabra para leer nuestro pronunciamiento y coloca la imagen que desde Libres y Combativas realizaremos para mostrar que estamos en huelga.
- Asiste a la marcha y súmate a nuestro contingente ¡Te esperamos! :)
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