El 2 de junio MORENA gana nuevamente la presidencia, con la candidatura de la primera mujer en 200 años de historia parlamentaria, Claudia Sheinbaum Pardo, obtuvo 33 millones de votos, 3 millones más que en la elección anterior con Andrés Manuel López Obrador. Tras este triunfo, se anunciaría la pérdida del registro del Partido de la Revolución Democrática (PRD), al no alcanzar el mínimo de 3 % de la votación necesaria para mantenerse como partido político, su representación se vería reflejada en 78 mil votos, el 1.9 % de los votos en la elección presidencial, que darían cause a su extinción (La Jornada 14 de junio 2024).

El PRD en su origen como partido de izquierda nacido de la lucha política después del fraude de 1988, se convierte en el ejemplo político, de que el viraje a la derecha, la renuncia a combatir al capitalismo y la separación de la clase trabajadora y sus luchas, traen como consecuencia la ruina política y la desaparición.

La conformación del PRD fue el resultado de la lucha política electoral de la izquierda, por hacer frente al priismo y a su modelo económico neoliberal, al PRI como partido hegemónico y al PAN como la segunda fuerza política de la derecha. Se funda el 5 de mayo de 1989, su historia tiene como antecedes en su conformación al Movimiento de Renovación Democrática, que cuestionó la política neoliberal de Miguel de la Madrid y el proceso de selección de candidatos al interior del PRI, dejando las filas del priismo, Cuauhtémoc Cárdenas, Heberto Castillo, Porfirio Muñoz Ledo, Andrés Manuel López Obrador; por otra parte, el Frente Democrático Nacional (FDN) que impulsaría la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano en 1988 y que posteriormente ante el fraude, la mayoría de los partidos y organizaciones políticas de la izquierda como “el Partido Mexicano Socialista (PMS), el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), dirigido por Heberto Castillo Martínez y José Álvarez Icaza; el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), dirigido por Arnoldo Martínez Verdugo y Gilberto Rincón Gallardo; el Partido Patriótico Revolucionario (PPR), de Camilo Valenzuela y Jesús Zambrano; el Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), la Unión de la Izquierda Comunista (UIC), la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), entre otros. Así como la fusión de una parte de la militancia del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) con miembros como Carlos Navarrete Ruiz, Jesús Ortega Martínez, Graco Ramírez Garrido Abreu, Rafael Aguilar Talamantes, Miguel Alonso Raya, conformarían el PRD, bajo el liderazgo de Cuauhtémoc Cárdenas.

Después de una historia de lucha política contra el neoliberalismo, en su conformación el PRD tenía como ideario político el nacionalismo revolucionario, como mecanismo de lucha sin embargo, existieron tres elementos que agudizarían su crisis teniendo como consecuencia su desaparición como partido político.

El primer elemento fue la heterogeneidad de sus grupos que crearía tensiones y la fragmentación interna, ante dos visiones, por un lado, las organizaciones integrantes del FDN que priorizarían la movilización frente al sufragio y utilizarían a la coalición electoral como expresión del descontento social, ante este escenario el partido creo corrientes como mecanismos de distribución de poder, para evitar la ruptura interna. Las corrientes políticas después del Congreso Nacional realizado en 1990, priorizaron satisfacer sus intereses y fines, convirtiendo la afiliación, la elección de candidaturas y dirigencias en instrumento clientelar y de control político, sustituyendo: la discusión y la formación política, útiles para asegurar la unidad sobre principios claros y firmes; el fortalecimiento de los comités de base y el vínculo con las luchas sociales; propiciando así una pérdida de identidad y descomposición ideológica. Por la vía de los hechos, la tendencia electoralista se impuso acompañada de la destrucción de los comités de base como una forma de cerrarle el paso a la gente humilde y comprometida con la lucha que intentaba darle el rumbo correcto al partido.

Para 1994 el PRD sería un partido electoral que integraría corrientes políticas como: Nueva República, de Muñoz Ledo, Movimiento de Bases Insurgentes (MBI) de Raúl Álvarez Garín, Cambio Democrático de Heberto Castillo, Foro Nuevo Sol de Amalia García, Nueva Izquierda (NI) de Jesús Ortega y Jesús Zambrano, Izquierda Democrática Nacional (IDN) de Rene Bejarano y Dolores Padierna , Izquierda Democrática en Avance (IDEA) de Armando Quintero y Rosario Robles que posteriormente seria UNYR, A Pleno Sol de Carlos Imaz, Izquierda Social (IS) de Martí Batres, Francisco Chigüil, entre otras. Las disputas internas serían por la elección de la dirigencia nacional, cargos locales, municipales y por las consejerías, las cuales definirían las candidaturas (Cruz, 2016).

La corriente Nueva Izquierda se manifestó contra el liderazgo centralizado en la figura de Cuauhtémoc Cárdenas y a favor de fortalecer la institucionalización del partido, priorizando el espacio parlamentario para influir en las políticas públicas y buscando acceder al poder por la vía electoral. Dentro del PRD la corriente NI era la más moderada en cuanto a su accionar político, alejada de la movilización social, siendo una izquierda parlamentaria en busca de alianzas pragmáticas para cada coyuntura, con un gran aparato y una gran capacidad de organización, que le permitió lograr fines tales como candidaturas, posicionamientos y acuerdos, además de ganar espacios dentro de la estructura del partido, en los ámbitos local, estatal y federal. Proclive a hacer alianzas al interior del PRD con otras corrientes, y fuera del partido con otras fuerzas políticas de cualquier índole que consideren efectivas para conseguir sus fines, aun cuando estas alianzas sean con grupos que tienen ideologías y planteamientos políticos diferentes (Cruz, 2016).

La elección interna de la Presidencia Nacional del PRD en el 2008, fue la evidencia del pragmatismo de la corriente Nueva Izquierda, que siempre busco obtener el control del partido a través de la elección a la dirigencia nacional, y que fue hasta esta fecha que Jesús Ortega a través del Tribunal Electoral logra que se le otorgue la presidencia del partido por irregularidades en la elección, desplazando a su contrincante Alejandro Encinas, desde ese momento se hablaba de una negociación con Felipe Calderón para lograr la presidencia del partido.

La decadencia interna del partido sumada la falta de una alternativa revolucionaria permitió el ascenso del panismo con su triunfo electoral en el 2000 y su imposición en 2006 mediante el fraude electoral y nuevamente en 2012. Estos sexenios tuvieron un alto costo para la clase trabajadora y la juventud, fue en este periodo que se aprobaron las contra reformas laborales, la contra reforma a las jubilaciones y pensiones del IMSS y del ISSSTE, la reforma energética que llevó a la quiebra casi total de PEMEX, la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la represión al pueblo de Atenco, los mineros y del magisterio, etc.

El segundo elemento, fue su abandono de las bases del partido y su renuncia a dar la batalla contra el fraude electoral en 2006, lo que provocó la salida de Andrés Manuel López Obrador en el 2012, después del segundo fraude a la elección presidencial. Tras constantes diferencias durante seis años con la corriente de Nueva Izquierda y con su líder Jesús Ortega como presidente del partido, AMLO abandona el PRD para crear su propio partido: MORENA, ocasionando una verdadera desbandada de votantes y militantes del PRD que formarían la base política de MORENA.

El tercer aspecto, fue la firma del Pacto por México, acuerdo entre el priista José Murat y Jesús Ortega. El argumento de Ortega fue que el PRI y Peña no podrían gobernar solos ante un Estado sin control de territorios, con instituciones en crisis y los monopolios controlando la economía. El 2 de diciembre de 2012, se firmó en el Castillo de Chapultepec el llamado Pacto por México entre el presidente Enrique Peña Nieto y los dirigentes de los tres partidos políticos más importantes: Cristina Díaz (presidenta interina del PRI ante la renuncia de Pedro Joaquín Coldwell, quien pasó a ocupar un puesto en el gabinete), Gustavo Madero, del PAN, y Jesús Zambrano, del PRD (Bolívar, 2014).

Esta decisión ocasionó inconformidades hacia los liderazgos de las corrientes políticas más representativas, quienes solicitaron a la dirigencia en un documento la salida del Pacto por México, y a cambio desarrollar un mecanismo de acuerdos parlamentarios dentro de las cámaras del Congreso de la Unión, que posibilitará una agenda y una estrategia política de fuerzas progresistas en materia de la reforma política, energética y fiscal, a estas alturas ya no quedaba nada de los elementos combativos que alguna vez existieron dentro del PRD, por el contrario, la derecha se fue apoderando cada vez más del partido, representada en la figura de Jesús Ortega que tomó la dirección para descafeinarlo por completo. El resultado de esta decisión fue agudizar su crisis perdiendo territorio e influencia en las elecciones del 7 de julio de 2013, después de ser la segunda fuerza política, terminaría en la tercera fuerza, fortaleciendo al PAN quien retomaría el puesto de la segunda fuerza política a nivel nacional. (Bolívar, 2016).

La derechización de la dirigencia nacional y de sus cúpulas, la apertura al oportunismo, la pérdida de su identidad de izquierda, el alejamiento de los movimientos sociales y de sus causas y su sustitución por una política de acuerdos cupulares electoreros, el pragmatismo político y el apoyo a las iniciativas de la derecha conservadora en contra del pueblo a través del Pacto por México, trajo como resultado la agudización de su crisis y su desaparición como partido político en México, lecciones importantes para MORENA.

Referencias

Bolívar Meza, R. (2014) Partido de la Revolución Democrática en crisis: entre la dirigencia de la corriente Nueva Izquierda y la salida de Andrés Manuel López Obrador. Estudios Políticos.

Bolívar Meza, R. (2016) El Partido de la Revolución Democrática durante la dirigencia de la corriente Nueva Izquierda. Polis.

Cruz Arzate, C. (2017) Las corrientes políticas del Partido de la Revolución Democrática en el Distrito Federal (1997-2012). Foro internacional.

El PRD, al borde de perder su registro. La Jornada Hernández, et al., (4 de junio de 2024)

PRD (2018) La historia del Partido de la Revolución Democrática. PRD.


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