Por una política de clase frente al conflicto

Hace unos días, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación dejó de lado a la ya elegida candidata del PRD (de Izquierda Unida) para la delegación Iztapalapa, Clara Brugada e impuso a Silvia Oliva (de Nueva Izquierda) usando como pretexto algunas irregularidades en la elección interna. Esta grosería se hace incluso a escasos días de las elecciones. De hecho desde hace tiempo ya había empezado la campaña electoral de Clara Brugada y además las boletas electorales saldrán con su nombre como candidata del PRD. En caso de que gane el PRD, quedaría Silvia Oliva como delegada en lugar de Clara Brugada.

El martes 16 de junio, Andrés Manuel López Obrador en un mitin en Iztapalapa presentó un plan B para salir de este problema: ahora llamaría a votar por el candidato del PT, Rafael Acosta. Ya con el triunfo del PT (que cabe señalar que la cantidad de votos que regularmente obtiene el PT es de alrededor del 2%), Acosta renunciaría al cargo y estando vacío el puesto, Marcelo Ebrard propondría a Clara Brugada para delegada y la Asamblea Legislativa del DF apoyaría su propuesta. De esta manera Clara Brugada quedaría como jefa delegacional de Iztapalapa.

Para tener ese resultado hay muchos supuestos en el camino. Existe la posibilidad de que el candidato del PT, por una u otra razón (cuestiones de intereses de grupo principalmente) traicione a AMLO y a nuestro movimiento y se mantenga como jefe delegacional. Una traición de este tipo no sería la primera en ocurrir, por ejemplo está el caso de Juan Sabines, gobernador de Chiapas, quien inmediatamente de obtener su triunfo se colocó al lado del espurio Calderón.

Por otro lado, que creemos es el factor más importante, es cómo actuarían las masas. Iztapalapa históricamente ha sido una legión perredista. Ahora el llamado al voto por el PT generará confusión entre una capa importante del partido.

Está claro que el decreto del Tribunal está avalada por Jesús Ortega pues en ningún momento ha protestado como lo ha hecho Obrador. Al contrario, ha tomado con las dos manos la determinación y ha hecho campaña apoyando a Oliva, violando la decisión que tomaron los militantes del partido.

Las bases, como bien ha dicho Obrador, es lo mejor que tiene el PRD. Es momento de llamar a las bases a formar comités permanentes del PRD y darle más ímpetu a la participación de éstas sobre el partido. Estos comités son la mejor manera de llegar al resto de los trabajadores que normalmente no participan en política. Con estos comités se puede dar una lucha muy fuerte para volver a poner a la candidata electa por las bases, Clara Brugada. También estos comités servirían para exigir cuentas y presionar desde abajo a quien esté como jefe delegacional (en este caso).

En una organización con influencia de masas, no siempre éstas están en contacto y participando dentro de ella. Cuando hay acontecimientos de interés general, las masas se vuelcan hacia sus organizaciones pero hay momentos en que el movimiento disminuye y solamente el sector más avanzado sigue trabajando dentro. En esos momentos son los comités quienes mantienen viva la relación entre la dirección de la organización y el resto de las masas. De esta manera se evita que quienes estén a cargo del partido sean mal influenciados por la derecha y la burguesía y mantengan la lucha por los intereses de la base. En un momento de auge los comités aprovechan el ánimo de las masas y organizan las campañas de mejor manera, extendiendo los comités para darle mayor cabida a quienes quieran participar.

Por otro lado hay que tener claro un asunto importante. En este momento como en ningún otro se ha visto la descarada alianza entre los Chuchos y la derecha en el país. La política que ha manejado Ortega va en contra de los intereses de los trabajadores boicoteando las decisiones de las bases y apoyando, en este caso, a la candidata espuria Silvia Oliva. Eso es más claro que el agua. Por ello hay que hacer un llamado a todas las bases del PRD por rescatar al partido y expulsar a los Chuchos del PRD. El compañero Obrador debe llamar a ello. Tiene la disposición de las masas para tomar del cuello a Ortega y poner orden en casa. Sólo basta un llamado.

Pero tampoco hay que dejar de lado lo que hizo el Tribunal. Lo que tenemos que hacer es exigir a Oliva que renuncie a su cargo. El día de las elecciones debe ser un día de lucha en Iztapalapa. La gira que hará el compañero Obrador debe estar orientada a organizar comités y llamar a un paro. Los Chuchos se creen fuertes porque no hemos echado atrás sus acciones, es hora de demostrar quién manda en casa. La lucha debe ser por votar por el PRD y exigiendo la renuncia de Oliva. Esto nos podrá servir para llevar la lucha a nivel nacional y poder fin al control burocrático del partido.

La lucha no termina ni empieza con las elecciones. Lo que debemos aprovechar es este momento para agitar con las bases por el rescate del partido y recuperar las tradiciones con las que nació: comités de base y representantes probados revocables. Después de las elecciones tenemos que hacer un balance sobre nuestro partido y tomar las medidas para democratizarlo, es decir, expulsar a los espurios.

¡Fuera la derecha del PRD!

¡Abajo el espurio!

Para más información, puedes consultar los siguientes artículos:

Manifiesto de la Tendencia Marxista Militante ante el próximo proceso electoral

Perspectivas electorales y la crisis del régimen

¿Votar o no votar? ¿dónde está el dilema?


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