En 2018, millones de trabajadores, entre ellos el magisterio democrático, nos volcamos a dar nuestro voto a AMLO con la expectativa de que nuestra lucha podría desarrollarse en un contexto más favorable para resolver nuestras demandas. En efecto, esa consideración aún es válida, la correlación de fuerzas sigue siendo favorable para el pueblo en lucha y,  en esa fuerza y ganas de luchar tras años de batalla ininterrumpida, que el magisterio debe basarse para retomar concretamente las asambleas por escuela de toda la comunidad escolar (docentes, administrativos, padres y madres de familia, alumnos, etc.) para explicar que no sólo una infinidad de demandas urgentes siguen pendientes, sino que ahora mismo la crisis del sistema educativo se ha agudizado tras la pandemia.  

No basta convocar a los compañeros que cotidianamente participan, necesitamos convencer a los demás sectores, que estarán dispuestos en apoyarnos, de la necesidad de luchar y defender los derechos conquistados y arrebatar a través de la movilización otros tantos pendientes. Basta de negociar por secciones y por demandas particulares necesitamos hacerlo nacionalmente, si bien cada región tiene sus consideraciones particulares tenemos que hacer un pliego petitorio unitario y luchar todos juntos el mismo día, a la misma hora, golpear como un solo puño en las mesas de la SEP. La táctica de movilización a la par de la negociación es correcta, pero esta tiene que ser nacional e incluir a todos los sectores y vincularse con las otras luchas del pueblo.

La designación de Delfina Gómez tiene la intención de comprar a un sector del gremio para los intereses del nuevo Régimen, pero es un elemento débil que podemos doblegar a nuestros intereses si damos una batalla unificada y contundente. Por eso es fundamental que la lucha magisterial hoy no sólo enarbole la retirada total de la Reforma Educativa y sus reformas secundarias como la Usicamm o la eliminación de la UMA para designar las pensiones; sino también retomar las demandas más amplias del movimiento como el aumento al presupuesto educativo al 10% del PIB; la construcción de más centros escolares en todos los niveles y el rescate de los existentes para evitar los hacinamientos; contratación masiva de profesores y apoyos a la docencia como trabajadoras sociales, enfermeras, psicólogos, maestros de educación especial, deportiva y artística, etc. También dotar y adecuar las escuelas de infraestructura e insumos sanitarios, así como del personal de limpieza con trabajo digno, con base, seguridad social, sindicalizado y sin tercerización. Al mismo tiempo que exigimos la vacunación de todo el personal docente y administrativo desde educación básica hasta posgrados para una vuelta pronta a clases sin exponer nuestras vidas.      

Es por ello que nuestra lucha debe ampliarse e ir en unidad con los profesores, alumnos, padres y trabajadores de todos los niveles y sistemas de la educación pública del país. Las demandas son las mismas, por lo tanto, la lucha también. El magisterio de la CNTE lleva años luchando, ha hecho mucha experiencia y tiene un gran respaldo político, pero no es suficiente, las condiciones objetivas para llamar a un paro o huelga en todo el sector educativo están presentes y la CNTE con su dirección y autoridad puede llamar claramente a ésta, para avanzar decididamente y concretamente en el rescate de la educación pública.

Ya tenemos un serio aviso de lo que se puede venir tras el anuncio del despido en áreas administrativas, sino damos una lucha seria y contundente. Ante ello la CNTE y todos los sindicatos de educación no deben aceptar ningún despido, todo lo contario, la pandemia ha demostrado que más que sobrar personal hace falta y mucho. La SEP debe de recortar los sueldos estratosféricos de los altos funcionarios, queremos austeridad para los altos burócratas no para los trabajadores que hemos sido quienes nos hemos echado a los hombros la educación en un periodo sumamente difícil y doloroso ante la pérdida de familiares y compañeros.

¡Por un plan de rescate para la educación pública!

No más pensiones de miseria, ¡No a la UMA!

¡Maestros y pueblo unido, vencerán!


banner libres y combativas

banner

banner

banner libres y combativas

banner revolutionary left

banner sindicato de estudiantes

banner revolucion rusa