Durante las pasadas elecciones a gobernador en el Estado de México podíamos observar constantemente spots televisivos de Calderón anunciando con bombo y platillo la construcción y funcionalidad del Túnel Emisor Poniente, irónicamente los municipios de Ecatepec y Nezahualcóyotl estaban cubiertos por aguas negras. A dos meses de este suceso y posterior al quinto y último informe de gobierno de Calderón y Peña Nieto respectivamente, los habitantes mexiquenses nos enfrentamos nuevamente al problema de las inundaciones de ineptitud de los gobiernos y al de los desbordamientos de ríos y presas.

Los estragos de las inundaciones debido al desbordamiento de ríos y a la saturación del sistema de drenaje de esta zona del valle de México afectaron principalmente los municipios de Tultitlan, Tlalnepantla, Atizapán y Cuautitlan Izcalli, estos tres últimos formaban lo que se conocía como el corredor azul (municipios gobernados por el PAN) y ahora formarían el corredor tricolor (municipios priístas).

En el caso específico de Tlalnepantla, las inundaciones se registraron nuevamente en las colonias de Valle Dorado y Arboledas, colonias en las que exactamente hace dos años se vieron afectadas por el desbordamiento del rio San Javier dejando a tres personas muertas y más de dos mil residencias dañadas. En esta ocasión la insuficiencia del drenaje se aunó al desbordamiento del rio ya mencionado y causó perdidas en 180 viviendas de la zona.

En Atizapán el desbordamiento del rio Xochimanga provocó la muerte de una joven, en Tultitlan se desbordó el canal Cartagena dejando bajo el agua cientos de casas de la colonia los Magueyales. En donde se registraron los daños más significativos fue en Cuautitlan Izcalli lugar en el cual se inundaron mil ochocientas casas y 40 hectáreas de cultivo a causa de los desbordamientos del rio Cuautitlan y de las presas el Ángulo y Guadalupe.

Este mismo ambiente se vivió en los municipios de Ecatepec y Nezahualcóyotl, en estos sitios hubo anegaciones en 30 colonias y el desalojo de pacientes de un hospital. Aquí se repite tal hecho a tan sólo dos meses de que los vecinos de esta zona vivieron el drama de haber perdido sus pertenecías, sólo que en aquella ocasión como era periodo de elecciones la respuesta por parte de las autoridades se dio de manera rápida.

Ante todo este paisaje la respuesta que han dado los gobiernos municipal y estatal ha sido insuficiente e inexistente. Peña Nieto al encontrarse a días de entregar la gubernatura sólo dio un recorrido por los puntos afectados, pero nosotros bien sabemos que dicho acto sólo fue empleado para hacerse más publicidad hacía su candidatura como aspirante presidencial. A nosotros los trabajadores y nuestras familias nos interesa la ayuda para recuperar nuestros bienes perdidos que con años de trabajo hemos podido adquirir, no nos interesa ver la cara bonita de un gobernador que no supo responder a las necesidades más inmediatas de la población a lo largo de un sexenio.

Por otro lado el secretario del agua del gobierno mexiquense sólo se ha encargado de acatar y culpar del problema y de la inoperatividad del túnel emisor poniente al gobierno federal, quien a su vez culpa al gobierno del estado de no haber solicitado aún la ayuda que éste ha ofrecido. También, el gobierno federal a través de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y de Protección Civil de Gobernación se han dedicado a lanzar alertas de futuras inundaciones y llamados para poner atención a los avisos que los medios de comunicación y protección civil lancen para que la población proteja sus enseres y la vida de sus familias.

Es decir, ante la incapacidad de los gobiernos priístas y panistas de solucionar un problema real y que lleva años afectando a miles de familias trabajadoras se limitan a decirnos que estemos al pendiente de futuras inundaciones para que no nos inundemos tanto, al fin y al cabo las obras que tanto han ovacionado sólo vendrán a afectarnos más en lugar de solucionar este problema.

Mientras se da esta guerra de dimes y diretes entre ineptitudes, la población no se ha quedado callada e inerte a tal situación. Es en este sentido que han puesto manos a la obra y mediante la organización han decidido tomar la autopista México-Querétaro en ambos sentidos, Periférico Oriente y la avenida R1 para exigir la ayuda inmediata y el cierre de las compuertas de la presa Guadalupe en Cuautitlan y la apertura de puertas del rio San Javier que está a su máxima capacidad.

En el caso de Tlalnepantla, las perdidas serán indemnizadas por parte del seguro a casa habitación que el gobierno municipal contrató a Inbursa, dicha ayuda sólo se cubrirá siempre y cuando los afectados estén al corriente en sus pagos de agua y predial.

Los trabajadores que vivimos en los municipios afectados debemos seguir organizados y luchar por la indemnización inmediata y total de perdidas sin condición alguna por tal ayuda. Debemos mantener la organización y movilizarnos, ya que sin esta herramienta, el gobierno entrante de Eruviel hará caso omiso a tal problemática tal cual lo hizo durante su administración en Ecatepec, además de que debemos tener en claro que la única solución a los problemas de inundaciones es la lucha por el socialismo, ya que mediante esta batalla los trabajadores tomaremos la administración y uso congruente de los recursos destinados a obras públicas que sean eficientes y ayuden a resolver los problemas de saturación de drenaje, de luz pública y de abasto de agua.


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