El pasado 8 de septiembre fueron enviados al Congreso de la Unión la iniciativa de Reforma Hacendaria y el Presupuesto de Egresos de la Federación (2014) del espurio Peña Nieto. De ser aprobadas ambas propuestas, el gobierno espera disponer de 500 mil millones de pesos más para su gasto en 2013, de los cuales 240 mil millones provendrían de los nuevos cobros en el Impuesto al Valor Agregado (IVA), y que la economía llegue a crecer al 3.9% el próximo año. Esto que, según el gobierno, significará altos beneficios sociales, en realidad implica seguir trasladando el costo de la actual crisis capitalista mundial a los bolsillos de la clase trabajadora en nuestro país.

Si bien se propone la eliminación del Impuesto Especial a Tasa Única y del Impuesto a los Depósitos en Efectivo por más de 15 mil pesos, así como el cobro de impuesto a bebidas saborizadas (refrescos) y el gravamen de 10% a las ganancias en la Bolsa Mexicana de Valores. La Reforma Hacendaria implica, también, la extensión del IVA (de 11 a 16%) a la zona fronteriza; el cobro de impuestos por la compra, renta y pagos de hipoteca de vivienda, así como colegiaturas; y la elevación de 30 a 32% del Impuesto Sobre la Renta (ISR) a personas con ingresos anuales mayores a 500 mil pesos, entre otras medidas. De manera que, a pesar de haber sido justificada por el gobierno federal como una “reforma social”, pues no incluye la intención original de gravar alimentos y medicinas con IVA, sino que supuestamente “pagarán más quienes más ganan y recibirán mayores beneficios quienes menos tienen con la creación del sistema de seguridad social universal y el seguro de desempleo”, la Reforma no es para nada “justa” ni “equitativa”, y tampoco beneficiará el crecimiento económico.

En la sociedad capitalista actual, que tiene como base la propiedad privada sobre los medios de producción, no puede existir jamás la justicia ni la equidad, entre banqueros-empresarios-terratenientes y trabajadores asalariados, con intereses de clase antagónicos. Aunque se pretenda elevar a 32% el ISR para personas con ingresos anuales mayores a 500 mil pesos, la Reforma sigue siendo profundamente inequitativa. Pongamos, por ejemplo, el caso de un profesionista, un asalariado, micro, pequeño o mediano empresarios con un ingreso diario de mil 370 pesos (esto gana menos del 7.5% de los ocupados), pagaría el 32% por ISR; igual que un billonario como Carlos Slim, quien –de acuerdo con las cifras de la revista Forbes– en 2012 obtuvo ingresos por casi 6 millones de pesos por hora; o el empresario Alberto Bailleres, quien el año pasado obtuvo un ingreso de 2.5 millones de pesos por hora; o Germán Larrea, quien en igual periodo obtuvo un ingreso de 3.7 millones de pesos por hora; o Emilio Azcárraga, quien apenas registró 754 mil pesos por hora (La Jornada, 10/09/13). Todo ello sin considerar que el profesionista asalariado no tiene los privilegios fiscales (como la condonación) que mantienen Slim, Bailleres, Larrea o Azcárraga (por mencionar sólo algunos). Evidentemente, la diferencia es abismal, así que la Reforma no gravará a quienes ganan más, ni beneficiará a quienes menos tienen, como dice Peña Nieto.

Mientras exista el capitalismo, no desaparecerá la desigualdad social y los derechos se restringirán cada vez más, si no es que se van eliminando definitivamente. De aprobarse la reforma hacendaria, será más difícil acceder a una vivienda digna, pues su precio se elevará 16% y las mensualidades en los créditos hipotecarios serán mayores, cuando la vivienda es un derecho social básico y no un privilegio. Respecto a garantizar la pensión universal y el seguro de desempleo, tampoco se ampliarían tales derechos. Si bien serían beneficiadas las personas mayores de 65 años que no tengan el carácter de pensionados, el monto mensual será apenas de mil 92 pesos. En cuanto al seguro temporal (seis meses) de desempleo, este sólo está reservado a los trabajadores del sector formal que, después de haber laborado dos años ininterrumpidamente, pierdan su empleo y se les garantice 50% del salario en los primeros cuatro meses, y en los dos restantes, un salario mínimo (efectivo una vez cada cinco años). Pero no se toma en cuenta a los –hasta ahora– 2.6 millones de desocupados oficialmente reconocidos, ni a los casi 30 millones de trabajadores informales que existen en el país, y que no cuentan con seguridad social ni ninguna prestación laboral.

Otra de las mentiras del gobierno federal, para justificar sus propuestas, es que el presupuesto tendrá un papel “contracíclico” y que la economía mexicana crecerá 3.9% en 2014. Sin embargo, debido al crecimiento obtenido del 1.0% del Producto Interno Bruto durante el primer semestre del año, el propio gobierno tuvo que bajar sus expectativas del 3.6% al 1.8% para este 2013. Esto se explica en buena medida por la fuerte dependencia hacia la economía norteamericana que ha desacelerado su crecimiento por la crisis mundial capitalista iniciada hace ya cinco años. Por lo mismo, suponer que Estados Unidos crecerá 2.6% el próximo año y esperar que tenga un impacto positivo para nuestro país, merece dudarse. De ahí la necesidad de la burguesía de completar la privatización de la educación pública, la seguridad social (IMSS, ISSSTE) y los energéticos (PEMEX y CFE).

Pero consumar dichas contrarreformas está obligando a Peña Nieto a prepararse para enfrentar la resistencia de los trabajadores y los jóvenes que no están dispuestos a permitir más ataques a sus derechos. Eso explica que en el Presupuesto del próximo año, esté proponiendo concentrar más el gasto del gobierno en la propia Presidencia de la República (2 mil 200 millones de pesos), las secretarías de Gobernación (74 mil 914 millones), Defensa Nacional (65 mil millones) y Marina (24 mil 599 millones), así como la Procuraduría General de la República (333 mdp), junto con aumentos sustanciales al Poder Legislativo y Judicial; y menos en rubros sociales como educación, salud y desarrollo social (La Jornada, 10/09/13). Todo esto con el apoyo de los agentes de la derecha (los chuchos) que tienen secuestrado al PRD y a quienes les parece “sensata” la propuesta hacendaria de Peña Nieto.

A pesar del aparente “contenido social”, las propuestas de reforma hacendaria y de presupuesto de egresos, hechas por Peña Nieto, son por demás regresivas en derechos sociales básicos, como la vivienda, la seguridad social y el empleo; injustas e inequitativas en la sociedad capitalista que vivimos, basada en la desigualdad y explotación de la mayoría (trabajadores) por una minoría parásita (capitalistas). ¿Cómo puede ser equitativo cobrar el mismo porcentaje de impuesto a todos por igual, cuando los ingresos de 10% de los más ricos es 20 veces mayor que los que percibe el 10% de los más pobres? ¡Qué los capitalistas explotadores paguen más!

El derecho a una vivienda digna, seguridad social, pleno empleo, educación y cultura, están negados para millones de trabajadores y jóvenes bajo el capitalismo. Sólo en una sociedad socialista, donde la riqueza producida por los trabajadores sea administrada por ellos mismos, de manera democrática; la justicia, equidad e igualdad sociales serán posibles. ¡Por un Frente Único de Lucha contra las reformas estructurales de Peña Nieto! ¡Huelga General de 24 horas para derrocar al gobierno de los capitalistas explotadores!


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