El lunes 25 de agosto el profesor Juan Olguín Ortiz fue sorprendido en su domicilio con un citatorio jurídico para tomarle declaraciones en torno a una serie de acusaciones que se le hacen con la intención de fincarle responsabilidades penales.
Dicho citatorio estaba fechado con el día 15 de agosto, citando al profesor a una comparecencia el 18 de agosto, una semana antes del día en que el citado tuvo en sus manos dicho documento. Es común que este tipo de argucias se utilicen en casos en donde se pretende amedrentar al acusado, en este caso, el profesor.
El delito por el cual se le acusa al profesor es el de invasión a la intimidad personal de la señora Aranzazú Margarita Vázquez Hernández, profesora del plantel Iztacalco. Dicha acusación es absolutamente falsa, carente de todo sustento. Más bien, este recurso leguleyo en contra de nuestro compañero Juan refleja el odio y el acre con el que se quedó este sector de derechas del plantel desde que el profesor fue recontratado después del “primer round” en contra de las autoridades del plantel de Iztacalco.
El contexto
En el Instituto de Educación Media Superior del Distrito Federal (IEMS DF) atraviesa por un momento de agitación entre profesores y estudiantes, el IEMS DF, al no ser un ente aparte e independiente de la crisis que vive el país, en esta ocasión ve reflejada dicha crisis en la justa demanda de los profesores de la institución de la prima vacacional íntegra que les corresponde en este primer semestre.
Coordinadores como Juan Salvador Santana López son incapaces de enfrentar políticamente este tipo de acontecimientos y reaccionan virulentamente contra los profesores que tienen las ideas más claras y más avanzadas, como en el caso de Juan Olguín, quien jugó un papel de primera línea en el paro que llevó a cabo su plantel en el mes de marzo.
No pudieron, no podrán
Este ataque, que tiene todo el carácter de una venganza por parte de la derecha en el plantel de Iztacalco en contra del profesor Juan Olguín son los efectos secundarios del triunfo de la campaña en defensa del compañero que llevaron a cabo los profesores democráticos de Iztacalco y Militante.
Un ataque contra uno de nosotros, es una afrenta colectiva que respondemos como tal; Juan Olguín intentó ser despedido por su trabajo político y ahora, como malos perdedores, el sector de derechas encabezado por Juan Salvador Santana intenta que el profesor “no se vaya limpio”.
En la campaña anterior teníamos la razón y la fuerza para hacer prevalecer la primera. En esta ocasión no será distinto. Las acusaciones a Juan son falsas como una moneda de tres pesos y no estamos dispuestos a que por ellas, el compañero satisfaga la sed de venganza de un puñado de gente reaccionaria.
Firma la resolución en apoyo al compañero
