Debemos frenar a la derecha infiltrada en el PRD
La mañana de ayer, en un desayuno realizado por dirigentes de la corriente Nueva Izquierda del PRD, Jesús Ortega abanderó la candidatura de Juan Ramón de la Fuente como futuro dirigente de la corriente Nueva Izquierda del PRD.
Juan Ramón de la Fuente durante la mayor parte de su vida militó en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y durante la administración de Ernesto Zedillo desempeñó el cargo de Secretario de Salud. Fue a finales de 1999 cuando Zedillo lo colocó en la rectoría de la UNAM con el objetivo de reprimir el movimiento estudiantil del Consejo General y de Huelga (CGH) y orquestar la violación de la autonomía universitaria que arrojó cientos de estudiantes universitarios encarcelados y perseguidos por defender la educación. Ya en su cargo, que tuvo una duración de 8 años, expulsó a más de 400 estudiantes por defender la educación pública e implementó un sistema de porros que actuaban como bandas fascistas golpeando, amenazando y asesinando estudiantes. La habilidad mediática impulsada durante su gestión se dedicó a patrocinarse políticamente con miras a ocupar cargos políticos posteriores.
Éste anuncio de Jesús Ortega y la corriente Nueva Izquierda, lo único que hace es refrendar la profunda hostilidad que este grupo político tiene hacia los movimientos sociales y su desprecio a la juventud. Juan Ramón de la Fuente es un represor que debe ser juzgado por los múltiples delitos políticos y administrativos cometidos contra luchadores sociales durante su gestión en la UNAM y en el gobierno federal. Por supuesto, los empresarios confían en De la Fuente porque saben que si llega a colocarse en altos puestos del gobierno, implementará la misma política de represión contra el pueblo trabajador.
Las mismas palabras recitadas por Jesús Ortega en torno a López Obrador demuestran que Nueva Izquierda está jugando cada ves más el papel que el gobierno del espurio Calderón quiere que juegue, atacar a lo interno del partido y acabar con los militantes de base del mismo; para muestra basta un botón: "Andrés pudo ser el líder de la oposición que México esperaba, el de mayor influencia, prestigio, autoridad. Pero en lugar de convertirse en una opción real, su figura se deteriora, dejó ir la oportunidad…".
López Obrador tiene aún la influencia decisiva dentro de la clase trabajadora y los sectores populares, y con estas palabras lo que Jesús Ortega hace es mentir descaradamente para hacer ver al movimiento nacional de la CND como algo sin importancia. Es verdad que en 2006 se dejó ir una oportunidad, puesto que con una huelga general se habría impedido que la derecha usurpara el poder; pero la clase trabajadora ha manifestado su disposición una y otra vez de estar en el PRD al lado de AMLO para seguir luchando.
Hoy más que nunca es necesario que los militantes de base del PRD tomemos el control de nuestro partido y participemos activamente en la lucha por rescatarlo de las garras de la derecha dirigida por Jesús Ortega. Es un partido que nos costó sangre, muertos, desaparecidos y perseguidos durante muchos años; todo lo contrario de los burócratas emanados del PRI que hoy cínicamente se presentan como “izquierda”. Es momento que demos una lucha frontal contra la política de Nueva Izquierda que pretende desprestigiar la lucha de AMLO y acabar con el movimiento nacional de lucha del pueblo. Es necesaria una política que defienda los intereses de la clase trabajadora, una política socialista. En Militante apoyamos críticamente a López Obrador y lo animamos a seguir defendiendo con la movilización los intereses del pueblo y a luchar contra los oportunistas de Nueva Izquierda que pretenden traicionar a los trabajadores de la ciudad y el campo.
Comité de Redacción
4 de septiembre 2008