¡Si tu consejero no cumple, destitúyelo!

Al igual que el resto de universidades públicas de nuestro país, en la UAM existen colegiados órganos de gobierno: la Junta Directiva, integrado por nueve académicos electos por el Colegio Académico y en el que destaca entre sus funciones definir al Rector general y a los Rectores de las Unidades; el Colegio Académico, integrado por representantes de todos los sectores de la comunidad universitaria, estudiantes incluidos, todos ellos electos por los respectivos Consejos Académicos de cada unidad, tiene como facultades, “expedir los reglamentos, normas y disposiciones de aplicación general para el buen funcionamiento académico, técnico y administrativo de la Institución, así como definir las políticas institucionales necesarias que permitan conducir a ésta hacia la realización de su objeto fundamental”. (http://www.uam.mx/colegioacademico/index.html).

Otro órgano es el Consejo Académicos por unidad, el cual desempeña un papel similar al anterior pero en el plano de cada unidad en particular; también existen los Consejos Divisionales. En estos dos casos los estudiantes que los integran son electos por la comunidad estudiantil, dependiendo de las respectivas carreras y divisiones de la UAM.

Todas esas instancias, donde también participan el Rector general y los Rectores por Unidad, dependiendo del caso, son las que definen la política que rige a la UAM y sus unidades, por tanto los que los que las integran tienen la responsabilidad de apoyar o no las medidas promovidas por los autoridades universitarias: ellos define el presupuesto, las medidas para fortalecer o debilitar la enseñanza, modifican planes de estudio, adoptan las medidas sobre los servicios que ofrece la UAM, etcétera. En síntesis todo lo que nos afecta como estudiantes de la UAM también es decidido por los consejeros estudiantiles.

En la UAM y el caso de Iztapalapa es el mejor ejemplo de ello: el acervo bibliotecario es obsoleto e insuficiente, el equipo de cómputo es viejo y en extremo limitado, en la cafetería comemos en condiciones de hacinamiento además de que se nos obliga a hacer largas filas para acceder al servicio; además mientras a los altos cargos se les asignan jugosos sobresueldos, a la mayoría de profesores se les fuerza a trabajar en condiciones precarias y con salarios muy bajos, situación que los obliga a tener otro empleo para poder sobrellevar su dura situación laboral, viéndose impedidos para a entregarse al 100% al quehacer docente en nuestra universidad. Todo ello y un largo listado más de carencias en la UAM-I, no son un accidente, pues se trata de las consecuencias de toda una serie de decisiones tomadas por los órganos de gobierno con la complicidad de algunos consejeros estudiantiles.

Y aquí es donde entra el caso de los consejeros estudiantiles: cada dos años (en el caso del Consejo Académico), a través del voto directo de la comunidad estudiantil, son electos los consejeros estudiantiles; por consecuencia, dado que eso es así, los estudiantes que forman parte de Consejo Académico tendrían la obligación de representar los intereses de la comunidad estudiantil, sin embargo por lo general eso no es así y una parte de dichos consejeros estudiantiles termina siendo un lacayo de las autoridades. Esta clase de consejeros no consulta a los estudiantes para tomar decisiones al momento de tener que votar alguna medida en el Consejo y actúa bajo las órdenes de las autoridades. Su papel es avalar las directrices de las autoridades sin impórtale si lo decidido daña a los estudiantes.

Otra vertiente del tipo de consejero alumno es la de aquel que rechaza toda clase de medida que afecte los intereses de los estudiantes, que denuncia públicamente toda política de las autoridades contrarias a la necesidad de un mejor funcionamiento de la UAM y su mejoramiento académico, y que además convoca a luchar para frenar toda clase de medidas que atentan contra los derechos de estudiantes, profesores y académicos. Este tipo de consejeros estudiantil es un obstáculo para las autoridades, la cuales siempre optan por diferentes medidas para deshacerse de éste, ya sea agobiándolos con tareas emanado de las diferentes comisiones que se forman en el consejo con la intención de que renuncie a su cargo o por medio de la presión y el hostigamiento político (tarea en la que el trabajo sucio lo hacen los consejeros estudiantiles al servicio de las autoridades); pero si no logran su propósito las autoridades, optan por destituirlos del consejo por medio de artimañas legales, tal como recientemente fue el caso de la compañera Luisa Salazar, representante estudiantil al Consejo Académico por CBI.

Los estudiantes debemos exigir la restitución de la compañera Luisa, pero al mismo tiempo tenemos que demandar una política congruente con nuestros intereses de parte de todos los consejeros estudiantiles. Exijamos a todos nuestros consejeros que rindan cuentas sobre todas las decisiones que han tomado en el Consejo Académico, e informen cuál ha sido su posición al momento de votar y los argumentos que definieron su voto; también tienen que explicarnos por qué no nos consultan para que nuestra opinión sea mandato para su voto. Lo consejeros estudiantiles no se deben mandar solos y tienen que estar bajo el control estrecho de la comunidad estudiantil.

Los consejeros estudiantiles están obligados a ir aula por aula de su división y carrera a las que pertenecen y dar una explicación sobre todo lo anterior y si no están dispuestos a hacerlo, los estudiantes tenemos el derecho a convocar a asamblea por división y carrera para que nuestros consejeros rindan cuentas; y si los consejeros no asisten a la asamblea o su informe no nos satisface los debemos destituir en el acto para nombrar nuevos consejeros con compañeros que verdaderamente nos representen y a la vez lanzar la presión necesaria para que las autoridades los reconozcan.

Un consejero estudiantil no debe ser un lacayo al servicio de las autoridades, sino alguien que represente los intereses de la base estudiantil, que convoque a asambleas para recoger la opinión del estudiantado para volverlo en mandato que defina sus posturas al momento de votar cualquier medida y que convoque a la lucha cada que sea necesario. Además debe rendir cuentas periódicamente por medio de informes. ¡Si tu consejero no obedece a los estudiantes, destitúyelo!

Si quieres saber quién es tu representante estudiantil al Consejo Académico de la UAM-I consulta el siguiente vínculo: http://www.izt.uam.mx/conacad/el_consejo/MiembrosCA.pdf

Afíliate al CEDEP:

Cedep UAM-I:

55 32623004

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CEDEP Nacional:

@cedepmx

Facebookc.com/cedep.mexico

55 5953 6919

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