Tras 1997, cuando el PRI fue aplastado literalmente por las masas a través del voto hacia el PRD arrojando como resultado que el gobierno de la capital del país pasara a manos de la izquierda, el proletariado del Distrito Federal (DF) se fortaleció aún más como fuerza opositora al régimen.

Marginada para elegir autoridades locales desde 1928 (durante décadas los capitalinos sólo pudieron votar por presidente de la República, senadores y diputados federales) la clase trabajadora del DF se movilizó desde los años 80 para arrebatar sus derechos democráticos; el primer logro sería la votación de un parlamento local (la actual Asamblea Legislativa del DF) para después, ya en 1996, ganar el derecho a elegir al Jefe de Gobierno (en un principio sólo con un mandato de 3 años) y posteriormente a los jefes delegacionales, los cuales serían votados a partir del año 2000.

Así, dado que el derecho al voto fue arrancado en las calles, la primera oportunidad en 1997, favorecería abrumadoramente al PRD y a Cárdenas, siendo éste el primer Jefe de Gobierno de la historia moderna del DF; Después en 2000 (AMLO), en 2006 (Ebrard) y en 2012 (Mancera) la derecha seria aplastada reiteradamente en las elecciones por el DF.

Además, debido a lo anterior y dado el contraste entre la política de severos recortes sociales del PRI y del PAN y las modestas reformas de los gobiernos del PRD en el DF, la izquierda logró transformarse en una alternativa de poder capaz de disputar la presidencia de la República.

Así, por la forma en que se ganaron los derechos democráticos en el DF y la manera en que los trabajadores de esta entidad han usado la movilización y el voto contra la derecha, la Ciudad de México fue transformada en un poderoso bastión de oposición al régimen. Por ello el PRI y el PAN han tratada de asfixiar al DF recortando y limitado su presupuesto público dadas las limitadas facultades constitucionales del gobierno capitalino y de la Asamblea Legislativa en la materia o de plano tratando de meter a la cárcel al Jefe de Gobierno (AMLO 2005).

Todos los intentos han fracasado porque los trabajadores cada que se ha necesitado han salido a las calles y las urnas a defender al DF. Esa es la razón de fondo que evitó que Calderón desplegara al ejército en el DF bajo la escusa de la “guerra” contra el narco como si lo hizo en el resto del país.

Los trabajadores en el DF han impedido durante la última década y media que la derecha actúe libremente en la capital del país para intentar reprimir al movimiento de masas, cuestión que no es un problema menor para la burguesía pues se trata del epicentro de la lucha de clases en nuestro país. Desafortunadamente esa vocación ya ha sido vulnerada por aquellos a los que los trabajadores le dieron su confianza para conducir al GDF. En el pasado destaca, por ejemplo, el caso de Rosario Robles reprimiendo una movilización del CGH en octubre de 1999 durante la huelga estudiantil de la UNAM; ahora esta situación se repetiría el 1 de diciembre pasado con Ebrard actuando al unísono con el gobierno federal reprimiendo a miles de manifestantes opositores a la imposición de Peña Nieto y metiendo a la cárcel a más de medio centenar de ellos.

Así la derecha del PRD le ha dado la espalda a años de lucha por los derechos democráticos en el DF, facilitándole las cosas a la táctica de la derecha diseñada para arrebatarle el gobierno capitalino a la izquierda y pretender desmoronar así el muro de contención que ésta ciudad ha significado para los objetivos de la burguesía consistente en dar un duro golpe político (que incluye el uso de la fuerza de ser necesario) en suelo capitalino al movimiento de masas.

Con ese mismo objetivo, y para que la cuña apriete, ahora la burguesía ha nombrado a la ex titular del GDF de 1999 a 2000, Rosario Robles, al frente de la SEDESOL en el nuevo gobierno del PRI y a Manuel Mondragón, ex titular de Seguridad Pública con Ebrard, como subsecretario de Seguridad Pública Federal. A base de migajas para los pobres y garrote para el movimiento obrero del DF, la burguesía tratará de recuperar el control del GDF y si la  derecha del PRD sigue actuando libremente dicha iniciativa se vera favorecida

Y hay síntomas preocupantes para ello pues Fernando Macías, ex vocero de comunicación social del SNTE vinculado a Gordillo, fue nombrado director de comunicación social del GDF. Mancera tiene que romper con toda esa clase de personajes sino quiere que su gobierno sea usado para arrebatarle al DF a la izquierda.

La izquierda del PRD, Morena y los sindicatos deben organizar un frente en defensa del DF contra la ofensiva que prepara Peña Nieto, tarea que exige a la vez la movilización de las masas para purgar de elementos de derecha al PRD y al GDF.

En las urnas y en las calles los trabajadores en el DF han neutralizando sistemáticamente los ataques de la derecha contra el gobierno de izquierda, sin embargo esta nueva ofensiva de la reacción pretende ser definitiva, es por ello que los dirigentes tienen que llamar a una lucha a la altura de las circunstancias, incluso convocando a la huelga general de ser necesario.


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