El pasado 11 de mayo miles de trabajadores marcharon por las calles de Tampico Tamaulipas demandando un cese a la violencia desbocada que vive esta entidad. Michoacán, Chihuahua, Veracruz, Guerrero, Morelos, Estado de México, Tamaulipas, etc., viven bajo situaciones de una terrible violencia, en la que el Estado no sólo se ha quedado paralizado, sino que ha demostrado una y otra vez, en cada uno de los estados, sus fuertes vínculos con el crimen organizado y por consecuencia su falta de interés de acabar con estos grupos de criminales que tienen a la población viviendo bajo condiciones de verdadera barbarie.

Los trabajadores estamos hartos de esta situación y del cinismo del gobierno mexicano. El actual gobierno priista está basado en la represión y la mentira; en hacernos creer, a través de sus televisoras aliadas o mejor dicho compradas (Televisa y TV Azteca), que en México todo va bien y que las reformas son para el bienestar de la nación. Nada más falso que eso. Intentan vendernos la idea de que en Michoacán se está acabando con los caballeros Templarios, cuando la realidad es todo lo contrario; se está acabando con los grupos de autodefensa. Se detiene al Chapo Guzmán y se nos hace creer que se combate al crimen organizado, cuando en realidad este movimiento pactado sólo fue para tratar de legitimar un poco el gobierno de Peña Nieto que va cayendo en cuanto a credibilidad de la población.

Es muy claro que todas estas acciones están lejos de acabar con los grupos del narcotráfico y por supuesto con la violencia que azota al país. Existen muchos ejemplos de esto y uno de los más claros es lo que está pasando en Tamaulipas, donde la violencia y los asesinatos han aumentado de forma preocupante durante los últimos meses, como el pasado 19 de mayo que se reportaron 16 muertos en sólo 24 horas. Esta situación ha hecho que finalmente la sociedad tamaulipeca saliera a las calles a decir ¡ya basta! En el mes de abril un grupo de personas que fueron convocadas a través de las redes sociales decide salir a marchar contra la violencia, y mientras la movilización avanzaba se iban sumando más trabajadores. Esta primera movilización fue relativamente pequeña numéricamente, sin embargo para el 11 de mayo se hace una nueva convocatoria con una respuesta magnifica por parte de la población, con una participación de más de 5 mil personas que marcharon de blanco y con pancartas muy combativas.

Tamaulipas es uno de los estados más devastados por el auge del crimen organizado, sumado a la pérdida del control territorial por los tres niveles de gobierno y por la infiltración de instituciones de seguridad pública por la delincuencia organizada. Esta zona fronteriza es una de las más cotizadas por los carteles de la droga y la violencia aumento de manera importante desde el sexenio pasado. Las confrontaciones entre cárteles rivales y la ausencia de acciones por parte del gobierno han derivado en masacres, comunidades abandonadas, desamparo generalizado y violaciones graves a los derechos humanos por parte de las fuerzas públicas y ministerios públicos. Uno de los ejemplos más claros del vínculo del gobierno con los carteles de la droga, lo podemos ver en la persona del ex gobernador de dicha entidad Tomás Yarrington, que tiene acusaciones bien fundadas de lavado de dinero y vínculos con carteles de la droga. Esto lo ha declarado uno de sus más cercanos colaboradores, Antonio Peña.

Podría resultar hasta cierto punto contradictorio que Tamaulipas, siendo una de las entidades más golpeadas por el crimen organizado no haya tenido movilizaciones desde antes, sin embargo, no podemos partir de la visión mecánica de que mientras más sufre más tienes que luchar. Existen muchos factores que determinan que una comunidad o una persona decidan salir a las calles a protestar. Por supuesto que esto refleja un nivel de hartazgo, pero a veces hace falta algo, un “accidente” o un elemento que detone las cosas para que el descontento se exprese. En este momento no podemos descartar que un factor de inspiración y confianza para el pueblo tamaulipeco hayan sido los grupos de autodefensa que se han levantado en Michoacán y que han demostrado que cuando los trabajadores se unen y organizan son capaces de derrotar a esos grupos tan violentos que pareciera que son indestructibles. Sin duda alguna, los grupos de autodefensa son un ejemplo de lucha muy importante en nuestro país contra uno de los peores males que nos azotan.

Por supuesto las movilizaciones en Tamaulipas no plantean la conformación de grupos de autodefensa, sin embargo las movilizaciones de abril y de mayo son una muestra de que los trabajadores estamos hartos de la incapacidad del gobierno. Además de que esto ha permitido que los ojos de todo el mundo ahora estén también en esta entidad, dejando claro que México no es ese país maravilloso que intenta demostrar Peña Nieto. Osorio Chong plantea instalar un gabinete de seguridad para Tamaulipas, pero todos sabemos que eso no va a resolver nada. La lucha contra el narcotráfico tiene que ser a nivel nacional. Tenemos que hacer un llamado a la unidad de todas las organizaciones sociales de todos los estados que está luchando contra este mal y las organizaciones de izquierda como Morena tiene que sumarse para golpear todos juntos y que nuestras movilizaciones sean más contundentes. Debemos tener claro que luchar contra el narcotráfico es luchar contra su engendrador que es el capitalismo.


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