Nacional

Las trasnacionales como Shell, Exxon Mobil, Petrobras, Statoil Hydro y hasta Chevron están ya lamiéndose los bigotes por la contrarreforma energética que fue aprobada por el senado el pasado jueves 23 de octubre en menos de cuatro horas por todos los partidos con la excepción de cuatro senadores perredistas, Ricardo Monreal, Yeidckol Polevnsky, Salomón Jara y Rosalinda López, y dos del PT, Rosario Ibarra y Francisco Javier Obregón. Miles de personas, convocadas con un día de antelación, cercaron el senado y obligaron a los títeres de la burguesía a aprobar la reforma en la Torre del Caballito, tomada desde la mañana por la PFP, bajo la dirección personal del Secretario de Seguridad Pública Federal Genaro García Luna, quienes golpearon a un grupo de diputados perredistas que pretendía protestar en contra de la imposición.

Si el movimiento no da un paso más allá en la movilización que las marchas mítines y plantones, el dictamen pasará a la cámara de diputados el martes 27 para ser finalmente aprobada. La única manera de frenar los planes de las trasnacionales es mediante la unidad en la acción y la huelga general; las marchas mítines y plantones son necesarias pero ya son totalmente insuficientes

Si bien el movimiento multitudinario encabezado por  López Obrador (AMLO) ha evitado que, por ahora, la reforma salga en los términos que Calderón y la burguesía hubieran preferido, -  en la propuesta original del pelele se quería legalizar la privatización de la refinación, del transporte, de los ductos y del almacenamiento de petrolíferos – el presidente espurio ha señalado que "es el cambio más favorable en el sector de los hidrocarburos desde 1938". No podía ser para menos, a pesar de no ser lo deseado en un principio por las trasnacionales, la contrarreforma abre las puertas a la partición del territorio en "parcelas" para dividirlas entre los "buitres" trasnacionales, permite la contratación de empresas privadas para "prestación de servicios" y realización de obras, posibilita la bursatilización de PEMEX con los "bonos petroleros" de Calderón, otorga la administración de PEMEX al sindicato controlado por la burocracia priísta y agentes del gobierno calderonista para facilitar la privatización.

Es claro que las trasnacionales no se conformarán con contratos de "prestación de servicios", su objetivo es mucho más ambicioso: pretenden usufrutuar todos los aspectos de la producción energética, empezando por la exploración y producción de petróleo, por ello sus esbirros (PAN, PRI, Nueva Izquierda) desecharon las doce palabras que un grupo de senadores del PRD proponía y que señalaba que: "No se suscribirán contratos de exploración o producción que contemplen el otorgamiento de bloques áreas exclusivas". Cómo ha señalado AMLO el objetivo de las trasnacionales es culminar la contrarreforma con el reglamento de la Comisión Nacional de
Hidrocarburos por el cual se facilite la división del territorio nacional (sobre todo el Golfo de México) en parcelas de un tamaño equivalente a estados como Tlaxcala, Morelos, Colima o Aguascalientes  en los cuales, de manera exclusiva, manejarían la exploración y producción de hidrocarburos.

Estos planes se han ventilado en el periódico de la burguesía "Reforma", en donde se revela que "Ahora que las leyes están casi planchadas, sigue el reglamento de la Comisión Nacional de Hidrocarburos. Ésta decidirá sobre la asignación de bloques para la exploración y producción de hidrocarburos, el tiempo de adjudicación mediante contratos de servicios y las medidas para la asignación de incentivos económicos. "Así que las extranjeras no pierden de vista el proceso, pues no descartan que pese a la "reforma chiquita" al final todavía puede salir algún negocio interesante." (Reforma 18/10/08).

Es claro que la contrarreforma aprobada en el senado es la punta de lanza para la privatización abierta, por ello en el momento de su aprobación los senadores del PRI, PAN, y los “chucos” de Nuevas izquierda, junto con Calderón, estaban eufóricas; los despachos de abogados de las trasnacionales están ya merodeando como zopilotes todas las oportunidades que "la reforma chiquita" les permite.

Frente a la inminente privatización es claro que a las masas y a los trabajadores no nos queda otro camino que paralizar el país. Para frenar a la burguesía y sus esbirros del gobierno del PAN, los trabajadores hemos hecho de todo desde el fraude electoral: marchas históricas de tres millones de personas, plantones monumentales, mítines recurrentes, brigadas y asambleas; no se puede culpar a las masas el no haber hecho todo para evitar los golpes del régimen. Pero es claro que es necesario profundizar nuestros métodos de lucha y paralizar el país tal como el mismo AMLO había señalado de concretarse la reforma. La reforma está a punto de concretarse, se concretará el martes, AMLO ya no tiene pretexto para no llamar a la huelga general; los trabajadores tenemos la fuerza para echar atrás una contrarreforma que anularía la expropiación petrolera de 1938.

Lamentablemente, en lugar de llamar a la preparación de la huelga general, mediante llamados a las bases de los sindicatos, brigadas a las zonas fabriles, etcétera, AMLO ha propuesto los mismos métodos de lucha que ya han demostrado su insuficiencia: más brigadas, más marchas, más llamados a la buena voluntad y otras cosas loables. Es claro que estas medidas son correctas pero son insuficientes, es verdad que AMLO ha ampliado las demandas incorporando la lucha contra el aumento de precios, el deterioro de los salarios, la falta de presupuesto al campo y educación. Sí, todo esto es correcto, es un paso adelante y puede facilitar un frente único con los maestros, con los mineros, con los sindicatos. De hecho las demandas que enarboló  AMLO el pasado domingo 26 de octubre frente a decenas de miles de brigadistas y seguidores son los que los marxistas llamamos "programa de transición", sólo que los marxistas señalamos que a ese programa le falta el último escalón: la lucha por el socialismo y lo más importante la medios para volverlo realidad, de lo contrario las demandas no pasan de ser "cartas a Santa Claus".

¿Qué tareas se plantean al movimiento para cumplir con las justas demandas que señala AMLO? Las demandas se deben acompañar de un llamado al frente único en la acción con los sindicatos de masas, los campesinos, las bases del PRD y del PT; debemos unificar las demandas en una sola lucha; ese frente debe impulsar y ponerle fecha a una huelga general y cierres de carreteras cuyo objetivo debe ser darle cumplimiento a las demandas sociales derrocando al gobierno espurio (esto no es una utopía es el método con el cual los trabajadores de Argentina y Bolivia han derrocado presidentes impopulares) Debemos seguir el ejemplo de los métodos de nuestros compañeros maestros unificando el movimiento golpeando el mismo día y a la misma hora. Pero estas medidas están vinculadas con la lucha por la democratización de los sindicatos y el mismo PRD, para expulsar a los agentes de la burguesía enquistados en estas organizaciones tales como la rata de Elba Esther Gordillo y los traidores “chuchos” de Nueva Izquierda.

AMLO debe hacer un llamado a recuperar el PRD meter una escoba proletaria y barrer la basura burocrática que controla el partido: expulsando a Nueva Izquierda y todos aquellos que votaron a favor de esta contrarreforma, la fuerza de los trabajadores es infinitamente superior a la fuerza de la burocracia que se sostiene tan sólo por el poder que tienen del aparato y el apoyo del régimen; tan sólo hay que saber encauzar el deseo de la clase trabajadora por eliminar de sus organizaciones a la costra que significan los dirigentes traidores, transformando ese deseo en una fuerza para que la burocracia salga volando como un corcho podrido.

Estos métodos, la huelga general junto con la toma de instalaciones bancarias, de PEMEX, de dependencias gubernamentales, de aeropuertos, el cierre de carreteras, etcétera, que vendrían a complementar lo que hemos acciones que hemos desarrollado  durante meses (marchas mítines, plantones), no sólo podrían derribar las contrarreformas (ISSSTE, Calidad Educativa, Reforma energética, etcétera) sino que pondrían sobre la mesa la cuestión de la caída de Calderón y la formación de un gobierno de los trabajadores cuya tarea siguiente sería la caída del capitalismo.
Las dirigencias obreras podrán posponer el escalamiento del movimiento pero tendrán que ponerse al frente o más tarde o más temprano serán hechas a un lado por la fuerza del movimiento de masas.

Retardar la huelga general sólo alargará y volverá más doloroso el parto del proceso revolucionario, solo permitirá a Calderón seguir adelante con sus contrarreformas, sólo le permitirá seguir militarizando el país, sólo permitirá que más activistas (como en Oaxaca) sigan cayendo presa de la represión. Los trabajadores tenemos la capacidad de evitar dolores necesarios y llevar la lucha hasta el final, tenemos la fuerza para paralizar el país y demostrar que sin nuestro permiso no se mueve una rueda ni se prende un foco, que los trabajadores somos necesarios y la burguesía y su estado no. Tenemos la fuerza para revertir la privatización de petróleo y también para transformar la sociedad.

Octubre de 2008

México y la crisis financiera
El plan “anticrisis” de Calderón es una estafa para los trabajadores
¡Que la crisis la paguen los banqueros y empresarios!

México y el mundo entero están padeciendo ya los efectos de una que amenaza ser la peor crisis económica en ochenta años. El epicentro de esta hecatombe ha sido el corazón mismo del capitalismo mundial, el imperialismo yanqui, el cual a estas alturas, producto del colapso financiero y sus secuelas, ya ha sufrido pérdidas equivalentes a 1. 4 billones (millones de millones) de dólares. Para hacernos de una idea de lo que significa esa cantidad basta señalar que ésta representa una suma de dinero que supera el valor total de la economía mexicana.

Los estragos de la actual situación ya son muy importantes para la economía yanqui y las diferentes medidas adoptadas por el gobierno de Bush, el cual gastó 900 mil millones de dólares en su sistema bursátil desde agosto del 2007 al 21 de septiembre pasado para tratar de revertir dicha problemática, se han mostrado incapaces.

La fuerte sacudida económica, que se ha agudizado desde el pasado septiembre, está impactando negativamente al conjunto de las principales economías del mundo, pues además del imperialismo USA, el panorama de la Unión Europea dista de ser optimista pues se calcula que este año su economía sólo crecerá en un 0.6% contra el 2.9% alcanzado en 2007. En Asía las cosas también marchan mal para los dos gigantes de la región: por su parte Japón ya reportó durante abril-junio el peor trimestre de desarrollo de su PIB a lo largo de siete años al registrar un crecimiento durante esos meses del 0.7%. Y en el caso de China, cuya economía durante los últimos años ha sido presentado por la burguesía internacional como el mejor ejemplo de los “éxitos” recientes del capitalismo, tan sólo en la industria juguetera se estima que a lo largo de este año quebrarán 3 mil 631 fábricas, número que equivale ya al 52.7% de las empresas del ramo.

Si este está siendo el caso de las principales potencias industriales, es obvio que en el de las economías más atrasadas, como la mexicana, las consecuencias sean mayores. No obstante esta realidad, y pese a que las consecuencias sobre el conjunto de la economía mundial ya eran evidentes, el espurio Calderón y su gobierno, durante los días de agosto y parte de septiembre pasado, se mantuvieron firmes en la idea de que los efectos de la crisis financiera mundial y de los Estados Unidos (EEUU) no tendrían repercusiones negativas significativas sobre México; de acuerdo a estos, nuestro país cuenta con “bases sólidas” para soportar lo embates del cataclismo. Lo que verdaderamente guiaba esta clase de declaraciones no era otra cosa más que la demagogia y la verborrea de un presidente consciente de su cada vez mayor desprestigio, sin embargo la realidad siempre es terca y termina por imponerse: bastó una ligera sacudida que llevó al peso a una cotización superior a las 14. 31 unidades por dólar, ameritando ello la inmediata intervención del Estado a través del Banco de México (BM) subastando una cuantiosa cantidad de las reservas internacionales, 8 mil 900 millones de dólares, para impedir que el deslizamiento de la moneda nacional fuera aún mayor provocando secuelas más profundas sobre nuestra economía; ello entre el 8, 9 y 10 de octubre pasados.

Con demagogia y frases vacías Calderón pretendía tapar el sol con un dedo, pero esa sacudida del peso sacó a la superficie lo que él pretendía ocultar con palabras: el monopolio mercantil Comercial Mexicana, “la Comer” como se le publicita, se declara insolvente para seguir cubriendo sus compromisos de deuda la cual asciende a los 2 mil millones de dólares. Acto seguido a esta declaratoria, las acciones de esta empresa en la Bolsa de Valores Mexicana (BVM) perdieron su valor en un 71.87%. Tras estos acontecimientos, Calderón no tuvo más remedio que el de aceptar que la crisis financiera mundial afectará a México, razón por la cual finalmente presentó su plan “anticrisis” denominado Programa para Impulsar el Crecimiento y el Empleo (PICE) el cual no es otra cosa más que un nuevo asalto en despoblado para los trabajadores, tal como lo fue  y lo sigue siendo el Fobaproa-IPAB de Salinas y Zedillo, por medio del empleo de cuantiosas sumas de dineros públicos para salvar el pellejo de los empresarios.

 El caso del “la Comer” sólo es el la punta del iceberg respecto al impacto de la actual crisis financiera sobre la economía nacional. Si miramos las cosas más detenidamente nos podremos dar cuenta de otros resultados: un resiente informe del INEGI destaca que tan sólo en agosto pasado se registraron 900 cierres de empresas ante la adversidad de la crisis; incluso gigantes industriales como CEMEX, tercer empresa mundial del cemento, y TELMEX, propiedad del multimillonario Carlos Slim, registraron perdidas durante el tercer semestre de este año en un 74% y 42.8% respectivamente. Por su parte de la industria automotriz ha visto caer recientemente su producción en un 4.7% a consecuencia de que las exportaciones de este ramo, prácticamente dirigidas en su totalidad a los EEUU, se ha  recortado un 14.7% en lo que va del año. Esta última situación ya ha provocado que en el Estado de Aguascalientes, cuya economía está fuertemente vinculada al sector del automóvil, ya se estén desarrollando paros técnicos en la industria metalmecánica obligando a los obreros a recibir solamente el 50% de sus salarios.

El sector financiero también se ha llevado lo suyo, los inversionistas no saben de lealtades y no dudan un sólo segundo en sacar sus capitales de aquel lugar que en el pasado les dejó magnificas ganancias. En cuanto las cosas cambian y las ganancias caen inmediatamente salen huyendo buscando mejores destinos para las inversiones, esto es del todo natural bajo el capitalismo. Partiendo de esa realidad es como los inversores de la BMV han optando por otras latitudes en búsqueda de mejores utilidades, haciendo que el valor de siete de las 36 llamadas “acciones estelares” (es decir, las 36  principales empresas que cotizan en la bolsa mexicana)  se reduzca drásticamente a menos de la mitad de su cotización en 2007 y que otras 17 de estas acciones registren “perdidas en ascenso”.  De esta manera, en total, es como la BMV de enero a octubre suma pérdidas por 2.1 billones de pesos, 47% menos sobre las utilidades logradas en 2007.

Los expuestos son tan sólo unos cuantos ejemplos de la forma en que la crisis financiera está ya reflejándose en la economía mexicana, no obstante es necesario aclarar que lo que hemos estado viendo en estas últimas semanas y meses es un fenómeno, la crisis financiera, que ha profundizado y acelerado una tendencia que se ha venido desarrollando a lo largo de los últimos años, especialmente desde el 2001, primer año del gobierno del expresidentes Fox, en el cual el PIB creció únicamente 0.2% para después, en 2006, alcanzar los 4.8 puntos porcentuales y así para, durante el primer año del gobierno del fraude electoral, reducir su crecimiento al 3.3%.

Esas recaídas junto con recuperaciones que no tienen la mayor trascendencia estimulando favorablemente a la economía, expresan la bancarrota en que ya se encontraba desde hace tiempo  el atrasado y dependiente capitalismo mexicano. De esto también habla el hecho de que mientras la producción industrial creció en todo 2006 en un 5%, un año después este índice sólo alcanzaría un raquítico 1.4%. Y para este año las cosas pintan peor pues entre enero y agosto la producción sólo logró desarrollarse el 0.6%. Es casi un hecho que esta variable económica, al concluir este 2008 quede por debajo del registro del 2007. Es a este contexto al que obedece el cierre cada 24 meses,  a lo largo de los últimos años, de entre 150 mil y 200 mil micro, pequeñas y medianas empresas, promedio de quiebras entre este sector empresarial reconocido por la propia Secretaría de Economía en mayo del 2006.

El decrepito capitalismo mexicano ya estaba en bancarrota antes de este septiembre-octubre pasado y la agudización de crisis financiera mundial ha profundizado aun más dicha situación poniendo a México, porque las cosas irán aún más lejos, ante la seria posibilidad de un colapso económico con dimensiones similares o superiores a la crisis de 1994-95, la cual sigue siendo considerada la peor de toda nuestra historia como nación.

Claro que la clase trabajadora ha tenido que cargar con los costes más dolorosos de la bancarrota del capitalismo mexicano. Por ejemplo, en lo que va de la actual crisis, la cual está apenas en su etapa inicial, el IMSS durante julio y agosto pasados registró la pérdida de 22 mil plazas laborales; ya en este septiembre el índice de desempleo abierto alcanzó al 4.25 de la Población Económicamente Activa (PEA), siendo este el registro más alto desde agosto del 2004. De acuerdo al propio empresariado, las condiciones dominantes permitirán que en el mejor de los casos en este 2008 sólo se generen 300 mil empleos, cantidad lejana a las 800 mil nuevas plazas fijadas como objetivo por el gobierno.

Ante las adversidades Calderón ha propuesto su tan mentando plan “anticrisis”, con el cual se busca repeler el impacto de la crisis financiera sobre México. La estrategia comprende el desarrollo de obras de infraestructura de parte del Estado por una cantidad equivalente a los 53 mil millones de pesos, la inversión de 12 mil millones de pesos para una nueva refinería de PEMEX, la desgravación de algunos impuestos, así como 90 mil millones de pesos de financiamiento para la iniciativa privada, esta última medida para (de acuerdo a la Secretaría de Hacienda) poner a disposición del sector empresarial toda la “liquidez” (dinero) que sea necesaria y asegurar con ello el “no interrumpir la canalización de créditos”. Estas medidas a la par de la diaria (y por la cantidad que sea necesaria) subasta de dólares provenientes de las reservas internacionales del BM con la intención de tratar de mantener lo más estable posible y sin el mayor encarecimiento posible, la paridad entre el peso y el dólar.

Para que las medidas del plan “anticrisis” puedan tener algún efecto será necesario que estas sean capaces de compensar las pérdidas en una serie de variables de primer orden indispensable para un funcionamiento de la economía cuando menos similar al ritmo que se tenia antes de las recientes y estrepitosas semanas del bimestre septiembre-octubre, el cual de por sí ya era malo.

La economía mexicana como nunca en su historia está fuertemente vinculada a la de los EEUU, nuestro destino económico depende casi en su totalidad al de la máxima potencia capitalista, y contrario a lo que dice Calderón las enormes vicisitudes económicas del imperialismo yanqui inevitablemente arrastrarán tras de sí a México. Durante la última década y media las exportaciones, las cuales tiene como su principal destino al mercado yanqui, han sido el principal motor de nuestra economía aportando mas del 60% del PIB; durante años estas se han encargado de sacar a flote a la economía, no obstante, del 2001 a la fecha este papel lo desempeñan cada vez con más dificultades, los datos habla por sí mismo de ello: mientras en 2006 la exportaciones crecieron un 16.8%, un año después nada mas los hicieron al 3.2%. Y de acuerdo al BM, la perspectiva para este año es la de un crecimiento aún menor el cual se quedará entre el 2.3 y el 2.4%.

Para que esta tendencia cambie, se necesita que los EEUU experimenten una pronta e importante recuperación económica pues la caída en su demanda por productos mexicanos, especialmente de manufacturas, es en buena medida la responsable del decremento de nuestras exportaciones. La desaceleración de la industria yanqui también está afectando a las exportaciones por medio de la reducción de los ingresos de divisas por la venta petróleo. A la fecha la demanda por petróleo de parte los EEUU ha caído en dos millones de barriles diarios, esto al lado de un fenómeno similar en el resto de los países industrializados, los cuales en conjunto han reducido su consumo en un millón y medio de barriles al día. Ello  ha empujado los precios internacionales de este energético a su nivel más bajo desde el 3 de julio, día en que el precio reportó su máximo histórico llegando a los 145 dólares por barril en el caso del West Texas y  los 131.24 dólares para la mezcla mexicana. A fechas recientes, concretamente el viernes 24 de octubre, el barril mexicano ya se cotizó en el mercado a 51. 03 dólares, 80 dólares menos al precio del 3 de julio y 18.97 dólares por debajo de  los 70 dólares por barril estimados por el gobierno para definir sus ingresos para las finazas públicas del 2009.

El petróleo significa la principal fuente de divisas para México y cubre el 40% del gasto público, ello quiere decir que la tendencia que están experimentando ya los precios internacionales de esta materia prima se está transformando en un durísimo revés para la economía nacional.

Ante esta clase de dificultades Calderón ha optado por darle “al mal tiempo, buena cara…”. El pasado jueves 24 de octubre en al reunión del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (Comce) desarrollada en la ciudad de Aguascalientes, el presidente espurio conminó a los empresarios a valorar las virtudes de la devaluación del peso y sacarle “ventaja” a la misma para fortalecer las exportaciones. Calderón piensa que es posible que se repita el milagro que hace algunos años condujo a México al rankin mundial de los países exportadores, ubicándose en el décimo lugar a finales de la década de los años 90. Bajo las condiciones de aquellos años de la economía mundial México logró, sin que ello significara nada para los niveles de vida de la clase trabajadora, experimentar una recuperación del 5.1% en 1996 cuando unos años antes el PIB nacional se había contraído en un -6.9%. Es cierto que en esos años la devaluación del peso como consecuencia de los estragos de la crisis que estalló en diciembre del 1994, le dieron un importante margen de competitividad a las exportaciones mexicanas siendo esto un factor, aunque no el único, que posibilito dicho resultado.

Sin embargo hay una diferencia de enorme peso entre lo que sucedió durante esos años y lo que está pasando en la actualidad, que plantea como algo extremadamente complicado el que las exportaciones, a pesar de la devaluación del peso, en esta vez también puedan jugar el papel de salvavidas tal como lo hicieron tras colapso económico de los mentados “errores de diciembre” del 94: la década de los 90, pero especialmente durante su segunda mitad, fue un periodo de importante expansión de la economía de los EEUU. Hoy la situación para el imperialismo yanqui es totalmente la contraria a la de esos años y amenaza seriamente con empeorar. No basta que el peso se abarate frente al dólar, para que las exportaciones se recuperen y tengan un peso sobre la economía similar al del pasado también, se requiere que el mercado de los EEUU esté en condiciones favorables para su demanda y consumo, factor que dista ser el que existe en la actualidad.

Por otro lado, otra fuente de divisas, la segunda más importante  y de la cual dependen millones de mexicanos, son las remesas. Al respecto, en el documento Perspectivas para la Revolución en México, debatido y aprobado en el XIII Congreso Nacional de la Tendencia Marxista Militante desarrollado en febrero del 2008, señalamos lo siguiente:
“Entre 2003 y 2006 las remesas crecieron en un promedio anual del 19.1%, si bien en ese último año se logró un resultado aceptable, esos mismos meses ya marcan la tendencia a la baja que se vive hasta el día de hoy: durante el año pasado el ritmo de crecimiento de las remesas fue de la siguiente manera: 1er trimestre, 27.5%; 2do trimestre, 19.7%; 3er trimestre, 10.7%; 4to trimestre, 5.5%. Y ya en el caso del primer trimestre del 2007, el crecimiento apenas fue del 3.4%. Sobre esta última cifra un análisis del BM destaca que en realidad el crecimiento de este primer trimestre fue tan sólo del 0.6%.

Para entonces la desaceleración económica de los EEUU ya era patente, resintiéndolo de esa manera las remesas. Sin embargo al pasar los meses las cosas fueron aún más lejos y el imperialismo yanqui entró en un periodo más severo en la actual crisis financiera, haciendo que esa tendencia constante de crecimiento de las remesas finalmente se transformara en decrecimiento, reportando en agosto pasado una caída del 12.2% respecto al mismo mes del año pasado, significando un ingreso total para la economía nacional durante los primeros nueve meses del 2008 de 15 mil 553 millones de dólares, cantidad 4.2% inferior a la lograda en el mismo periodo del 2007.

Estos son los resultados ya obtenidos a partir del la actual intensidad de la crisis financiera la cual tiene como epicentro, insistimos, a la economía yanqui. Sin embargo lo peor aún está por venir, los más que magros efectos de las medidas impulsadas por Bush a partir de la intervención del Estado con multimillonarias sumas de dólares sobre el sistema financiero son síntomas que anticipan el que esta crisis aún tiene mucho de frente y que se profundizará aún más de lo que hemos visto hasta el momento, arrastrando a México a una situación más deplorable de lo que ya se encuentra.

Ante esta realidad tan patente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha planteado una perspectiva de crecimiento para los EEUU  de 1.6% en 2008 (porcentaje menor al del 2007 cuando se llegó al 2%) y de 0.1% en 2009. También el FMI estima que en el año que entra, el conjunto de las economías industrializadas experimentarán un crecimiento del cero por ciento o negativo. Estos cálculos del FMI significan un pésimo augurio para la economía mexicana par la cual se estima que este año crezca, de acuerdo al BM, tan solo entre 2.2 y 2.7%, porcentaje por debajo del 3.7% para el PIB que Calderón se fijó como objetivo para 2008. Pero si las cosas ya marchan mal, estas serán peor aún en 2009, año en el cual el mismo Calderón estima que la economía nacional se desarrollará en un 1.8%. No obstante esta meta, ante las adversidades, no debemos descartar que se presente en el 2009 de nuevo una situación similar a la de este año en curso en el cual, a lo largo del mismo, el gobierno federal se vio obligado a recortar en cuando menos tres ocasiones las metas de crecimiento económico.

Aun así, incluso de lograrse ese 1.8% se trataría de un resultado más que malo pues se calcula que con ese ritmo la industria decrecerá un -1.0% en 2009. Dicho en otras palabras, bajo este panorama lo único que se puede esperar para el año entrante es la quiebra de más empresas y un número mayor de despidos de lo que se ha visto en años recientes.

Sin embargo, al margen de los factores externos, existen otras variables que se presentan como un serio obstáculo en los intentos de Calderón por tratar de palear la crisis y sus consecuencias.

Los tormentosos 8, 9 y 10 de octubre demostraron entre otras cosas la enorme fragilidad de la moneda nacional. Como ya lo señalamos antes, la turbulencia financiera ha derivado en una pérdida del valor del peso frente al dólar del  41.77% nada más considerando los días que fueron del 4 de agosto al 7 de octubre. Esta devaluación significó que, entre otras cosas, la deuda externa del sector privado, la cual siempre está contraída en divisa gringa y que hasta hace pocos días era de 78 mil millones de dólares y que tenía un valor en moneda nacional de 804 mil 680 millones de pesos del 22 de septiembre, tras las sacudidas de nuestro sistema de cambio monetaria saltara hasta los 921 mil 100 millones de pesos. Es decir que la devaluación encareció de un momento para otro este tipo de deuda en más de 100 mil millones de pesos, siendo esta diferencia una cantidad que rebasa por sí misma los 90 mil millones ofrecidos por el plan “anticrisis” de Calderón con la intención, según él, de asegurar “liquidez” para el sector empresarial.

Otro ejemplo respecto sobre los efectos de la devaluación del peso, y que provocará otro boquete más en la economía, es el de las importaciones las cuales, considerando el referente de agosto a octubre, se han encarecido en pesos en un 40% cuando menos. Durante los primeros nueve meses de lo que va del 2008 las importaciones sumaron 236 mil 935 millones de dólares, de lograrse esa misma cantidad, por poner un ejemplo, durante el mismo periodo del año entrante y si el peso se mantiene en un deslizamiento similar al actual, ello significará que por la misma cantidad de dólares la economía mexicana tendrá que invertir un 40% más en pesos para cubrir sus exportaciones.

Obviamente este fenómeno también tendrá un impacto inflacionario elevando los costes de operación y producción de la industria, además de abaratar los salarios reales de los trabajadores. Un expresión de la forma en que esta última problemática afectará a la clase trabajadora, son los aproximadamente 20 mil millones de dólares a que México se ve obligado a gastar cada año para importar alimentos.  De hecho, tan sólo en las dos primeras semanas de octubre bastantes productos básicos, incluidos varios alimentos, a consecuencia de la devaluación de aquellos días ya registraron incrementos en su precio entre 15 y 40%. Producto de ello,  de acuerdo a la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales, el consumo de alimentos y bienes en este tipo de almacenes haya caído 6.5% en septiembre.

Pero el rosario de predicamentos de Calderón y su plan “anticrisis” ahí no termina, otra cruz que tendrá que cargar es la nada moderada fuga de capitales la cual desangra todos los días a la economía por diferentes cauces. A este respecto, en lo relacionado a mexicanos con cuentas de  deposito en bancos extranjeros, particularmente de los EEUU, la suma acumulada al finalizar el 2007 ya era de los 82 mil 522 millones de dólares, para que a lo largo del primer semestre se agregarán a esta cantidad otros 11 mil 701 millones más. En total por ese medio han salido del país 94 mil  233 millones de dólares, cantidad superior a los poco más de 84 mil millones de dólares que integraban las reservas internacionales del BM antes del 8 de octubre. ¡Vaya paradoja!

Pero seguramente la cantidad de dinero que está saliendo del país es por mucho superior a la antes descrita, esto lo ilustran las propias declaraciones de la Secretaría de Hacienda destacando que diversos bancos establecidos en México están trasladando “liquidez” a sus matrices extranjeras para hacer frente a la crisis financiera. Si bien esta dependencia pública no señala a ningún banco en particular ni las cantidades, no podemos dejar de llamar la atención sobre un reciente informe de la calificadora Merril Lynch que destaca que los españoles BBVV y Santander, propietarios de Bancomer y Serfin respectivamente, se encuentran en la lista de los bancos europeos con mayor necesidad de capital para ponerse a salvo: según dicha calificadora BBVV necesita urgentemente unos 2 mil 400 millones y Santander 6 mil 600 millones, en ambos casos de euros. Además, en el caso del yanqui CitiGroup, dueño de Banamex, aparte de la turbulencia financiera que está padeciendo en su propio territorio, recientemente en el tercer trimestre de este año ya registró pérdidas del 74% en sus operaciones de América Latina. Definitivamente existe consonancia entre las declaraciones de la Secretaría de Hacienda y la situación financiera de esos bancos.

Es importante destacar la fuga de capitales pues se trata de una tendencia que inevitablemente va  en contra sentido de las intenciones del plan “anticrisis” de Calderón, pero también es importante destacar este fenómenos pues refleja de una manera particularmente nítida hasta dónde la burguesía tiene confianza en el destino de la economía mexicana y en la propia capacidad de Calderón para actuar y revertir o atenuar los problemas. Desafortunadamente para el presidente espurio este movimiento de capitales hacia destinos más seguros demuestra que la desconfianza entre la burguesía cada vez es mayor, resultando este estado de animo por sí mismo un estupendo termómetro para medir las posibilidades de la economía.

La verdad es que basta una mirada un poco detenida sobre una serie de factores en la ecuación en materia económica para concluir que el panorama es enormemente sombrío y que el plan “anticrisis” es demasiado limitado para cumplir con su objetivo. Pero el tan mentado plan no para ahí, en lo que verdaderamente consiste es en trasferir capital a la burguesía a través de los fondos públicos. Resulta curioso que Calderón esté poniendo a disposición de la burguesía varios millones de pesos, de “liquidez” por empelar la terminología oficial,  para que, según él, no se interrumpa la canalización de créditos.

Esa aseveración además de ridícula es absurda, si hay un sector que se ha visto especialmente beneficiado de la economía mexicana es la banca, la cual mantiene al país en una sequía de créditos desde hace ya más de una década. En la actualidad solamente el 18% de las empresas tiene acceso al crédito de la banca, mientras que aproximadamente el 60% de éstas tienen en sus proveedores a su única fuente de crédito.

Esta realidad, el escaso crédito otorgado por la banca, contrasta con sus más que maravillosas ganancias producto de la especulación y el parasitismo, las cuales sumaron al concluir el primer semestre de este 2008 la estratosférica cifra de los 17 billones 485 mil millones de pesos, 27.3% más de lo logrado un año antes. Esa cantidad equivale a ¡¡¡una vez y medio el valor anual del PIB mexicano!!! De esa enorme fortuna los bancos solamente destinan el 10% ¿Con tanto dinero en las bóvedas de los bancos es válido hablar de falta de “liquidez” para darle continuidad al crédito? (por cierto va una postdata: “liquidez”, eufemismo empelado por Calderón y su gabinete económico para cuidarse de no tener que empelar el duro y vulgar término de “dinero”) Definitivamente hay dinero suficiente y está en manos del parasitario capital financiero, pero los banqueros no están dispuestos a tomar ninguna clase de riesgos menos ahora que las turbulencias están sacudiendo al sinstema financiero mundial. Para tomar riesgos existe el dinero del Estado el cual además, cada que es puesto al alcance de los banqueros, como ha sido el caso del Fobaproa-IPAB por ejemplo, se trasforma en jugosos negocios para los Barones del Dinero.

También para la voracidad de esta clase de especuladores han sido puestas a su servicio las reservas internacionales, las cuales son fondos que se acumulan en el BM como resultado de las transacciones mercantiles que se realizan con el exterior y que se emplean para asumir los compromisos de la deuda externa, para financiar pagos externos y para defender un tipo de cambio del peso por momeada extranjera. La necesidad de la burguesía por proteger sus fortunas y negocios ante la adversidad de la crisis, obligó una demanda desmedida de dólares por parte de esta para sustituir una momeada débil como lo es el peso y poder también sacar provecho de paso a la inevitable devaluación de la moneda nacional. Con esta medida los especuladores forzaron una mayor oferta de divisa yanqui la cual vino del BM de México, el cual entre el 8 y 16 de octubre ya había subastado 10 mil 800 millones de dólares.

Esa subasta ya significó el empelo de aproximadamente 10% de las reservas internacionales en apenas 72 horas. Para evaluar la magnitud del descalabro basta comparar la cantidad subastada durante eso días y las desarrolladas a lo largo de todo diciembre de 1994, mes en el que estalló la peor crisis económica de toda la historia de México: en aquel entonces durante todo ese mes el BM, para tratar de impedir el desplome del peso, subastó 6 mil 336 millones de dólares pues para el 20 de diciembre de ese año el valor del peso frente al dólar ya se había desplomado 15%. Las subastas de dólares del BM fueron incapaces de frenar ese fenómeno y la momeada nacional terminaría experimentando una devaluación del 83% a lo largo de 1995 y del 173.82% al concluir la administración de Ernesto Zedillo en el año 2000.

Desafortunadamente para Calderón, las subastas del BM, que al 16 de octubre ya habían hecho que las reservas internacionales pasarán de 84 mil 116 millones a 74 mil 316 millones de dólares, no han logrado frenar el descenso del peso el cual a estas alturas ya ha perdido más del 40% de su valor frente a la moneda yanqui. Eso a pesar de que la suma subastada entre el 8 y 16 de octubre pasados representa una cantidad de un tercio mayor a los dólares subastados a los largo de un mes, el fatídico diciembre de 1994. El problema es que conforme pasen las semanas y los meses y conforme la crisis económica del mundo y de México se extienda y profundice, a riesgo de que se presente un colapso estrepitoso del peso, Calderón tendrá que echar mano de mas dólares para subastarlos creando esta una enorme presión y contradicción frente a otro hecho insoslayable: la merma de la actividad económica en el mundo y en particular en los EEUU crearán un ambiente en el que las diferentes fuentes de las que provienen los dólares para las reservas del BM desempeñaran este papel de manera cada vez más limitada, transformándose todo ello en una genuina bomba de tiempo para el peso, la economía nacional y Calderón.

A todo ello es necesario destacar que todas las repercusiones de la crisis y las medidas que adopten tanto la burguesía como Calderón para tratar de contrarrestarla, necesariamente tarde o temprano serán pagadas por los trabajadores. La crisis apenas empieza y ya se está dejando sentir, ya hay despidos y cierres de empresas. Desafortunadamente lo peor está por venir y ya veremos como la miseria y otra clase de aberraciones sociales se intensifican. La burguesía necesita exprimir hasta la última gota de sangre a los trabajadores para salvar sus privilegios, en condiciones como estas las políticas de ataques impulsados por el gobierno de Calderón contra los intereses del pueblo trabajador les resultan de máxima prioridad a los banqueros y empresarios pues no tienen otro camino a seguir. De ahí su empeño por privatizar al petróleo a toda costa y de la manera que sea; un paso mas a dar, y sobre el cual es sólo cuestión de tiempo para que actúen, es el de lanzarse contra los derechos laborales sustentados en la Ley Federal del Trabajo.

En condiciones de crisis económica, colapsar aún más los niveles de vida y las condiciones laborales de la clase obrera se transforma para la burguesía en la mejor alternativa para proteger sus fortunas y sus negocios. El capitalismo, como lo describió Lenin, es horror sin fin. La crisis actual, la cual sin duda se profundizará aún más, es un firme testimonió de que el capitalismo es una sistema que ha dejado de ser viable y que sólo genera problemas para la humanidad. Pero por otro lado esta crisis financiera también demuestra que las ideas de los grandes pensadores del socialismo científico, Marx, Engels, Lenin y Trotsky, ahora son más actuales que nunca. Como nunca antes en la historia del capitalismo los acontecimientos se han encargado de ratificar la certeza de cada uno de los postulados de estos grandes revolucionarios.

La burguesía ha machacado a los trabajadores mexicanos durante ya un poco más de dos décadas y medias, si bien durante algunos años ésta pudo avanzar relativamente fácil las cosas gradualmente cambiaron hasta pasar a acontecimientos de choques entre las clases en los últimos años a niveles no vistos en bastantes décadas, siendo en ellos de especial relevancia los acontecimientos revolucionarios del 2006 marcados por la insurrección en Oaxaca y la fenomenal lucha contra el fraude electoral encabezad por López Obrador. Y los dos años subsecuentes también hemos visto estupendas reacciones de los trabajadores contra la funesta nueva Ley del ISSSTE, en defensa del petróleo y más recientemente contra la Alianza por la Calidad de la Educación impuesta por los charros del SNTE y la Secretaría de Educación Pública, por citar algún ejemplo. En los últimos años ahí donde se han lanzado ataques, siempre ha habido respuesta de parte de los trabajadores.

Los marxistas no hacemos una relación mecánica entre el ciclo económico y la lucha de clases, la historia demuestra que no necesariamente una crisis económica tiene que lanzar a las masas a luchar a las calles contra sus opresores; incluso, en el caso contrario, la historia también está llena de ejemplos en los que los trabajadores hacen huelgas y movilizaciones de masas en momentos de auge económico. Ante ello, y ante la valoración de la trayectoria reciente y del estado actual de la lucha de clases en México, tenemos que destacar que en términos políticos no es lo mismo afrontar esta clase de crisis económicas cuando el proletariado se encuentra derrotado y desmoralizado a hacerlo en un momento de ascenso del movimiento de los trabajadores. En nuestro país este último es el caso, la lucha proletaria continúa en una etapa ascendente y aún no se experimenta una derrota dolorosa como para desmoralizar al movimiento. En este ambiente de crispación y polarización social, las secuelas de la crisis se trasformarán en un acicate más para la revolución y para nuevos  y más profundos estallidos sociales.

Esta nueva etapa de lucha caracterizada no sólo por una mayor polarización social, sino además por un capitalismo mostrándose con su rostro más descarnado y decrepito, estimulará ideas y conclusiones revolucionarias entre los trabajadores, favoreciendo de manera formidable el desarrollo del programa socialista en el movimiento. La clave para capitalizar esas inquietudes es que los marxistas se mantengan firmemente vinculados a los trabajadores y sus organizaciones exponiendo su programa e insistiendo en la necesidad de expropiar a los banqueros y empresarios como única solución ante la decadencia del capitalismo, además de agitar en torno a consignas como la unidad en la acción del movimiento obrero, por la huelga general y por el derrocamiento de Calderón.

Los trabajadores no tenemos otra vía, la única manera de frenar los nocivos efectos del la catástrofe capitalista es eliminado junto al Estado burgués, a la propiedad priva sobre las principales palancas de la economía para ponerlas bajo el control de los trabajadores.

23 de octubre del 2008

¡No a la legalización de las drogas!
¡Por la expulsión de Víctor Círigo del PRD!

¿Por qué Saúl es drogadicto?

Saúl tiene seis hermanos. Es parte de una familia obrera en la que el padre es tornero y la madre es ama de casa. Si tú le preguntas a la madre de Saúl “¿Señora, usted en qué trabaja?”, te va a responder: “No trabajo”. Y el caso es que se la pasa trabajando todo el día en la casa.

La familia de Saúl es una familia que hace 30 años vivía en una choza de láminas de asbesto en el terreno que les heredó el abuelo. Saúl tiene un lejano recuerdo, su hermano mayor iba los viernes —día de pago— a la fábrica donde trabajaba su padre, para que le diera “el chivo” de la semana y no se lo gastara en la cantina.

Con mucho esfuerzo, los hermanos construyeron una casa decente y en grados diferenciados pudieron superarse, unos estudiaron en la UNAM, otros en el Politécnico. Saúl no estudió licenciatura y es obrero como su padre, es un experto en máquinas herramientas, fabrica moldes para inyección de plástico, troqueles, y piezas de todo tipo para la industria manufacturera.

La escuela donde asistió Saúl no tiene laboratorios, equipamiento científico, no hay presupuesto para el desarrollo deportivo y los maestros están mal pagados, de forma que tienen que buscarse la vida con más de un empleo, lo cuál merma la calidad de la educación que recibió Saúl. Mucho del enorme potencial y talento de Saúl se quedó inhibido porque la sociedad lo señala como “inepto”, “flojo”, “incapaz”, etc., ya que no pudo continuar sus estudios. Así, en vez de haber logrado desarrollarse, Saúl vive pensando que es “pobre porque es tonto”, porque no estudió, eso lo llena de insatisfacción y rabia.

A pesar de ser un experto en lo que hace, Saúl gana muy poco dinero porque los patrones se quedan con una parte de su salario, es decir, los patrones se quedan con la plusvalía que produce la fuerza de trabajo de Saúl y entonces, Saúl vive una vida llena de limitaciones materiales, como millones en este planeta; no es nada fuera de lo común, más bien, Saúl representa una muestra muy clara de lo que viven millones de jóvenes y trabajadores.

La familia de Saúl vive las presiones del capitalismo, desempleo, empleo temporal, bajos salarios, condiciones de trabajo insalubres y riesgosas, varios de sus compañeros de trabajo se han accidentado, uno de ellos perdió la mano derecha en los rodillos de la extrusora. Saúl cambia de trabajo muy a menudo porque siempre le exigen cada vez más y en la práctica le pagan cada vez menos, no consigue un empleo donde le den planta para hacer antigüedad, donde le den seguro social, donde reciba vales de despensa, fondo de ahorro, gastos médicos mayores, no, no, no, todo eso es parte de un lejano pasado. Ahora sólo puede acceder a un empleo precario o irse de inmigrante a Estados Unidos, lo cuál no es nada sencillo. Por eso Saúl va de fábrica en fábrica, empleo en empleo y siempre es lo mismo, los patrones lo explotan lo más que pueden. Por eso, Saúl ha intentado resolver su situación económica en el comercio informal, incluso ha manejado taxi, pero todo es muy inestable. Ahora que se ha desatado la recesión económica en EUA y en el mundo, todo esto que Saúl tiene que pasar para sobrevivir, empeorará.

Los servicios de la colonia donde vive dejan mucho qué desear, el alumbrado es lúgubre e incompleto, la recolección de basura no es la suficiente eso se denota más en los días de tianguis ya que el mercado deja montañas de basura, el drenaje se desborda en la temporada de lluvias y muchas casas del barrio se llenan de aguas negras dejando a las familias sin muebles. El barrio donde vive Saúl no tiene instalaciones deportivas, no hay ludotecas, ni bibliotecas, museos o centros recreativos y artísticos. Saúl hubiese querido aprender a tocar guitarra y también natación, pero en su barrio no hay dónde, tenía que transportarse largas distancias y sobre todo, no pudo aprender a tocar guitarra y no aprendió a nadar porque tenía que pagar dinero para conseguirlo, dinero que no tenía ni él ni su familia.

Saúl lleva una vida insatisfactoria. Las complejas relaciones intrafamiliares reflejan el caos de la sociedad. Su madre lo sobreprotege y el padre casi siempre está ausente; no sólo no hay comunicación intrafamiliar sino que hay elementos de violencia en varios niveles y grados. Cómo explicó Marx, el ser determina la conciencia, así que todo lo que Saúl vive, le lleva a ver el mundo de cierta manera y no está satisfecho con su presente y mucho menos con su futuro, el cuál está sumergido en una negra noche de incertidumbre.

De esto no culpable la familia de Saúl, es resultado directo de una sociedad que no sólo no desarrolla las fuerzas productivas sino que las destruye, es una sociedad capitalista que hace mucho tiempo tendría que haber pasado al museo de la historia de la humanidad, y sin embargo, en la medida que aún la clase obrera no toma el poder, el capitalismo aún persiste sólo a costa de llevar a la humanidad a la barbarie y destrucción: desempleo, enfermedad, empleos precarios, viviendas indignas con servicios deplorables, un sistema educativo orientado a proveer a los burgueses mano de obra barata, un sistema de salud reactivo y absolutamente insuficiente, la violencia social en México es superior a la de Irak o Afganistán, ya no hablemos del desarrollo espiritual, artístico, cultural, deportivo, intelectual, etc., de la población, que es totalmente inhóspito y orientado a reproducir el pensamiento dominante, orientado a sumergir a la población trabajadora en la ignorancia y sometimiento.

 

El narcotráfico en México

El jugoso negocio del narco en México arroja 10 mil millones de dólares anuales [1], aproximadamente el 5% del Producto Interno Bruto. El desarrollo del narcotráfico en México ha sido exponencial en el último periodo, es un síntoma claro de la bancarrota en todos sentidos del capitalismo en general y del mexicano en particular, es un reflejo de la decadencia de la burguesía mexicana, ahora más que nunca dependiente del imperialismo y supeditada a él. La corrupción es una expresión implícita del capitalismo, en esta época no puede haber capitalismo sin corrupción, muy lejos ha quedado la época en la que el capitalismo —como modo de producción— jugó un papel progresista para la humanidad, y aún en esa época, el capitalismo emergió sobre la sangre de millones de trabajadores y jóvenes. El arribo de Calderón a la presidencia por medio del fraude electoral, es un claro ejemplo de corrupción. Sin embargo estas damas y caballeros burgueses, elegantemente vestidos se llenan la boca de una supuesta campaña anticorrupción que en realidad está orientada a criminalizar a la juventud, con consignas abstractas y moralistas como “Dí no a las drogas” o “Si roba, ¡llámalo corrupto!”.

El desarrollo del narcotráfico es una respuesta de la burguesía ante el proceso de ascenso y fortalecimiento del movimiento obrero, del campesinado pobre, de los pobres urbanos y de la juventud en México. Son ostensibles los indicadores del inevitable choque de trenes entre las clases de este país, donde se está desarrollando cada vez con mayor claridad, un proceso de revolución y contrarrevolución. El hartazgo de las masas es cada vez mayor, la burguesía está intentando inyectar frágiles medidas keynesianas ante la recesión estadounidense, pero sólo conseguirá empeorar las cosas, la revolución socialista en México está en marcha. Está siendo un proceso que se extiende y extenderá por todo un periodo, por el papel de freno de las direcciones reformistas del PRD y los sindicatos, no así por la supuesta fortaleza de la burguesía y su Estado, todo lo contrario, Calderón podría caer en cuestión de horas o días, si hubiese una dirección revolucionaria dispuesta a ir hasta el final, la caída del régimen detonaría el proceso de construcción de una democracia obrera que colocaría la sociedad bajo control de los trabajadores.

A estas conclusiones están llegando sectores avanzados de la clase obrera y la juventud, que impidieron, por ejemplo, el desafuero de López Obrador, dicho evento es, por un lado, un gran indicador de la debilidad del régimen burgués que llegó a la presidencia producto del fraude, y por otro lado, es un indicador de la fortaleza y enorme capacidad de la clase trabajadora de este país. Hay varios ejemplos más de la revolucionaria agitación social, como el caso del movimiento del IMSS, el de los mineros con luchas heroicas con triunfos parciales, o los maestros primero en la insurrección revolucionaria de Oaxaca y ahora los puntos álgidos en varias partes de país, en especial, los maestros de Morelos, ahora entramos a una etapa decisiva en cuanto al petróleo se refiere, etcétera. Y lo más trascendental está por venir.

Es esta y ninguna otra, la razón del crecimiento desbocado del narcotráfico en México, que todos los días ensangrienta las páginas de los diarios. Hipócritamente Calderón simula combatir al narcotráfico a fin de “justificar” que halla más presupuesto para la Seguridad nacional, quitándoselo a la educación, a la salud, etc. Esto ha tenido efecto incluso en las instituciones policiales como la Agencia Federal de Investigación (AFI) a cuyos miembros —en un evento inusitado en México—, vimos marchar por sus derechos laborales. El estado es en última instancia, un cuerpo de hombres armados en defensa de la clase dominante y si en el seno de los cuerpos policiales hay fermento social, es una muestra clara del grado de degeneración que está alcanzando el régimen burgués.

Asistimos a la crisis orgánica del sistema capitalista. En medio de este caos, se desarrollan fenómenos que atrapan y hacen uso de las necesidades físicas y morales de millones de jóvenes y trabajadores. El narcotráfico es un ejemplo muy claro. Para nadie es ajeno que el narco está penetrado en el cuerpo vivo del degenerado estado capitalista: jueces, generales, empresarios, políticos, periodistas, todos ellos parte de una fina red de corrupción, una mafia que se protege a sí misma, una mafia que ha salido de control y ha desatado una guerra en toda la regla que alcanza ya a más de 5 mil muertos.

 

Las drogas, una cuestión de clase

El narcotráfico como la guerra o la bolsa de valores, es un negocio; un negocio necesita un mercado. Pero el narco es un mercado que no sólo deja considerables sumas de dinero, sino que sobre todo, gangrena a cada vez más sectores de la juventud proletaria. Se combinan variables de todo tipo pero fundamentalmente las que se derivan de las condiciones materiales de existencia, para que un joven proletario como Saúl caiga en la drogadicción o el alcoholismo, tratando de encontrar un escape que en realidad sólo empeoran las cosas y lo hunde más y más. Ciertamente la drogadicción alcanza sectores de a la juventud burguesa, pero dichos sectores no son de nuestro interés, porque en última instancia, la drogadicción y el alcoholismo son una cuestión de clase y por tanto, deben ser tratados como tal. No caben aquí explicaciones morales bizantinas (por ejemplo, sobre la “libertad individual” de cada quién a decidir), que sólo desenfocan el punto nodal de la cuestión, la drogadicción es una construcción social que se guía por intereses de clase. ¿A quién beneficia que Saúl sea un drogadicto? La “libertad individual” de Saúl para consumir drogas, está tremendamente condicionada por su entorno.

Así, tácitamente, draconianamente, el narcotráfico es un negocio que aspira a que el potencial revolucionario de la juventud y de la clase obrera se sumerja en la estupidez y la lumpenización. El estado burgués prefiere a un joven más o menos atado a las drogas que a un joven consciente de su realidad.

Esto explica que Calderón, palabras más — palabras menos, recientemente se haya pronunciado por la “legalización” del consumo de drogas no exactamente sobre el consumo de marihuana, pero sí haciendo más tolerable legalmente la portación de ciertas cantidades de droga. Por su parte el presidente de la Asamblea Legislativa del DF, Víctor Hugo Círigo, diputado por el PRD, presentó este mes de octubre de 2008, una iniciativa de ley para legalizar el consumo, la venta y la producción de la mariguana en la Ciudad de México, donde por primera vez se promueve la apertura de establecimientos para la venta hasta de cinco gramos por persona de esta droga, lo que equivale a unos tres cigarros. Esto no es una cuestión marginal ni una ocurrencia inocente. Círigo está haciendo el juego a Calderón, ya que la iniciativa es de origen federal. Calderón está usando a Círigo para medir la reacción de los distintos sectores de la sociedad.

No es la primera vez que se habla del asunto de la “legalización” de las drogas en los medios, de hecho Fox, en mayo del 2006 presentó una iniciativa al respecto de la que luego se retractó; sin embargo indica el objetivo de la clase dominante, por eso ahora Calderón arremete de nuevo y Círigo servilmente ocupa su posición como presidente de la Asamblea Legislativa del DF para tirar el anzuelo. Círigo debe ser revocado inmediatamente de su diputación y debe ser expulsado del PRD, la dirección del partido debe convocar a una asamblea democrática en donde se argumente a favor y en contra, pero la propuesta de los marxistas del PRD es que se le expulse irremediablemente.

Los datos

Por barata y fácil de conseguir, la mariguana es la droga que más se consume entre los jóvenes del Distrito Federal, seguida por la cocaína en menor porcentaje y pastillas psicotrópicas. Según datos de 1999, “el 5% de la población urbana de 12 a 65 años de edad había consumido drogas ilegales alguna vez en su vida, de los cuales 11% son hombres, y cerca del 1%, mujeres (…) La droga consumida con mayor frecuencia es la mariguana (5%) seguida por la cocaína (1.4%), mientras que el consumo de inhalables, alucinógenos y heroína se notifica menor al 1%. Las variaciones regionales nos muestran un perfil de consumo muy vinculado al nivel de desarrollo económico y cultural. Las regiones norte y centro rebasan la media nacional (5.3%), mientras que la región sur sólo registra el consumo en 2.7% de la población urbana. Los centros urbanos que notificaron un mayor consumo de drogas ilegales son Tijuana (15%), Ciudad Juárez (9%), Guadalajara (7.5%) y la Ciudad de México (7.3%). En estas cuatro ciudades, los hombres consumen más drogas que las mujeres, aunque ello se hace más evidente en la zona norte: Tijuana (28 vs. 4%), Ciudad Juárez (17 vs. 3%), Guadalajara (15 vs. 1%) y la Ciudad de México (15 vs. 1%). De 1988 a 1998, la tendencia del consumo de drogas en el país ha ido en aumento (3 a 5.3%); en particular, en la región norte se ha incrementado de 4 a 6%, y en el centro, de 3.6 a 6%. Asimismo, tanto en hombres como en mujeres se ha podido observar dicho aumento (de 7 a 11% y de 0.7 a 0.9%, respectivamente).

“Sin lugar a dudas el consumo de drogas ilegales se concentra en los jóvenes de nuestro país, y los resultados así lo indican. De 1976 a 1977, el consumo de mariguana ascendió de 2 a 55%; el de la cocaína, de 0.5 a 4%, y el uso de inhalables, de 0.1 a 4%. Los resultados por grupos de edad, sexo y regiones sólo confirman las tendencias, y resalta el inicio del consumo a edades menores de 13 años de edad. Destaca también el hallazgo de un mayor consumo de drogas entre los jóvenes de 12 a 17 años que no son estudiantes y que no viven con su familia.” [2]

Ya en 2006 aproximadamente un millón 200 mil mexicanos eran consumidores de cocaína. De 1996 a 2006 el consumo de drogas en México creció a una tasa mayor de 20 por ciento anual [3]. Y en septiembre de 2008, la Quinta Encuesta Nacional de Adicciones 2008, arrojó el dato de que “del 2002 al 2008 el número de adictos crónicos pasó de 158 mil a 307 mil, y que la edad de inicio es de 12 años. (…) En ese mismo periodo el número de personas que probaron alguna vez droga subió de 3.5 millones a 4.5 millones, lo que representa 28.9% más con relación a 2002. (…) Los adolescentes entre 12 y 17 años de edad tienen 68 veces más probabilidad de usar marihuana que quienes ya son mayores de edad, es decir de los 18 a los 34 años, y quienes tienen más de 35 años sólo tienen 19 veces la probabilidad de usar esta droga[4].

 

Sólo el socialismo podrá eliminar al narcotráfico

El momento histórico en que se presenta esta iniciativa de Calderón replicada por Círigo, es de fermento revolucionario. Sólo bajo la lógica de los intereses de clase se puede entender que se pretenda “legalizar” el consumo de drogas, para intentar mermar el potencial revolucionario de la juventud y en ese sentido es una propuesta absolutamente reaccionaria. Bajo el capitalismo, por más que se “combata” al narcotráfico, éste reaparecerá con mayor intensidad, es como un monstruo de mil cabezas, cada vez que le cortas una aparecen por lo menos dos.

Llegado un momento, es posible que lleguen a un acuerdo puntuado tras el reparto del mercado entre los cárteles más poderosos, desapareciendo los más débiles, en sincronía con los grupos de poder económicos y políticos. Este escenario de guerra no prevalecerá por siempre, transitarán por fases de “respeto” a los límites del mercado para, tras un proceso de acumulación de riqueza, se recompondrán nuevamente los cárteles dando lugar a un nuevo periodo de guerra. Pero, bajo el capitalismo, este procese será ascendente ganando cada vez mayor terreno.

Sólo bajo el socialismo se podrá eliminar al narcotráfico, porque el estado en extinción (o “semi-estado”, como lo llamó Engels) el estado basado en la democracia obrera, es decir, con el pueblo en armas y la economía planificada centralmente, desarrollará las fuerzas productivas y podrá erigirse como un poder enormemente superior a cualquier fuerza de la reacción capitalista. La juventud no tendrá necesidad de las drogas porque luchará por construir una sociedad sin clases, en la que todas las miserias del capitalismo desaparecerán por siempre.

Entre tanto, no podemos ni debemos esperar de brazos cruzados a que la clase obrera, dirigida por un partido genuinamente revolucionario, construya el socialismo. Eso a un joven atrapado en las drogas le puede parecer algo muy lejano. Miles de jóvenes viven una vida de sufrimiento y desesperación, la droga es sólo un reflejo de su desorden interior que tiene origen en la sociedad. Vencer las drogas no es sólo un esfuerzo individual basado en la voluntad, no. Para vencer el desorden interno que lleva al consumo de drogas o al alcoholismo, es necesario resolver el caos externo, el caos social, es decir la barbarie capitalista. Es necesario hacer algo urgente. Es claro que no podemos esperar nada favorable del régimen burgués. Es necesario crear organización revolucionaria en el seno de los barrios, las fábricas, las escuelas. Es necesario impulsar estas ideas en el seno de la juventud del PRD, en el seno de nuestros sindicatos. Pero sin duda, existe una alternativa revolucionaria para los jóvenes, y esa se llama CLEP — CEDEP, la mayor y más importante organización juvenil revolucionaria en México, que lucha en las escuelas, las fábricas y los barrios por una alternativa revolucionaria a la barbarie capitalista, llevando a la práctica un Programa de transición, que busca resolver cuestiones inmediatas ligándolo a la necesaria transformación socialista de la sociedad.


 ¡La lucha contra las drogas es una cuestión de clase!
 ¡No a la legalización de las drogas!
 ¡Por la expulsión de Víctor Círigo del PRD!
 ¡Únete al CLEP CEDEP para luchar por la mejorar la educación y calidad de vida de la juventud!
¡Sólo el socialismo eliminará al narcotráfico! 

21 de Octubre de 2008


 [1] http://www.adnmundo.com/contenidos/politica/mexico-narcotrafico-mueve-10000-millones-dolares-anualmente-pi-040908.html
 [2] http://www.scielosp.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0036-36341999000300014
 [3] http://www.jornada.unam.mx/2006/01/19/054n2soc.php
 [4] http://eleconomista.com.mx/politica/2008/09/18/1790/aumenta-50-cifra-de-adictos-cronicos-en-mexico/

En agosto pasado, el Gobierno de Calderón y en complicidad con Ricardo Peña Nieto, Gobernador del Estado de México, impusieron una condena de 112 años de cárcel a Ignacio del Valle dirigente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), por los acontecimientos derivados de aquella lucha histórica que el encabezó contra la construcción del nuevo Aeropuerto en tierras Atenquences.

El único delito de Ignacio del Valle y el resto de compañeros del FPDT es el de haber luchado contra los planes de la derecha, es haber luchado firmemente contra los planes privatizadores de la tierra.

Pero Calderón no se ha conformado con encarcelarlo e imponerle una de las condenas más grandes que se conozcan en nuestro país (condenas que ni a un secuestrador se le ha impuesto) sino que además ha desatado una campaña de acoso y represión (desde hace años) contra su familia, esposa e hijos.

La lucha de Atenco es una de las más importantes, una de las luchas que ha marcado un antes y un después en la historia reciente. Llamamos a todos los sindicatos y organizaciones, nacionales e internacionales a que apoyemos la campaña por la liberación de los presos de Atenco.

¡¡No más presos políticos!!
¡¡Abajo el gobierno de Calderón!!

Septiembre de 2008

El día seis de Octubre los compañeros de Morelos fueron brutalmente reprimidos, en primera instancia por fuerzas federales y la posterior la llegada de helicópteros militares arrojando a los manifestantes gas naranja empleado en las guerras, el operativo de desalojo se efectuó con operativo terrestre y aéreo, que arde en la piel, provocaba asfixia y la perdida del conocimiento.

Con el paso del contingente partiendo de donde se encontraba en el bloqueo hacia el centro de Amayuca, fueron allanadas las viviendas de forma violenta, disparando gas lacrimógeno en el interior de las casa y golpeando principalmente a los maestros que se refugiaron en ellas y, a varios pobladores que eran ajenos al conflicto, pero por brindar la solidaridad con profesores (principalmente a maestras y sus hijos), fueron igualmente golpeados, incluso en la calle a la vista de la población, sin compasión alguna.

En este momento, siguen reportándose levantones por las fuerzas federales, en el crucero de Cuatro Caminos de la comunidad de Amayuca, donde mediante un reten, piden la identificación y se están reteniendo a todo aquel que pronuncie ser conocido de un maestro, apoye a los maestros o sea maestro, y sociedad en general que se consideran identificados con el movimiento.

Es indignante el terror que ocasiona el constante sobrevuelo de helicópteros y militares vestidos de civil portando armas de alto poder en plena vía pública, y que se encuentran en las plazas publicas fotografiando todo lo que parezca una reunión ya sea de un mínimo de tres personas.

En este momento, el proceso de la incursión Militar Estatal - Federal en la comunidad indígena de Xoxocotla, desarrollando estrategias de guerra y sembrando terror en los pobladores a sus humildes familias que estan refugiados en sus casas, amenazando vía telefónica, golpeando a la sociedad en general como su enemigo principal.

Son cientos de compañeros detenidos y otros en calidad de desaparecidos.

El pueblo esta indignado, la rabia invade el sentir de la población, los hasta ahorita muertos no son contabilizados, y todo en nombre de la "Calidad Educativa".

Hagamos esta denuncia en miles por todo el mundo
El pueblo de México ya despertó... A partir de esta represión ya nada será igual en México...

Solicitamos su solidaridad con los medios alternativos para que conozcan la verdad.

Atentamente

Nazario Luna Cruz
Hillel Saucedo Cosétl

Volante distribuído este 15 de octubre de 2008 en la asamblea informativa extraordinaria del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, en el Hemiciclo a Juárez.

Compañero trabajador, distribuye este volante en tu sindicato o en tu colonia, ayúdanos a extender la lucha por el socialismo en todo el país.

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Villahermosa, Tabasco. El viernes 3 de octubre del presente año, 100 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Tabasco y 60 elementos de la Policía Federal Preventiva desalojaron con lujo de violencia a decenas de familias de la comunidad de Los Aztlanes del municipio de Centro, tras fracasar el diálogo con el gobernador Andrés Granier Melo sobre las afectaciones que traería consigo la apertura de un canal sobre la carretera que conduce a los rancherías de los Aztlanes. Luego de una estéril lucha por salvar no sólo su patrimonio que por años han logrado-algunos, porque en las comunidades de los Aztlanes habitan unas tres mil personas de las más pobres de la entidad-, finalmente fueron sometidas: la maquinaria entró y al medio comenzaron los trabajos para lograr abrir el canal que tendrá 150 metros de longitud y uno de profundidad. Los vecinos y propietarios que se vieron afectados, en la ranchería González, se mostraron inconformes y desde muy temprano-cinco de la mañana-unos 100 habitantes de los Aztlanes, decidieron bloquear el paso de las maquinarias. En el transcurso de la mañana, se presentó el subsecretario de gobierno, Juan Molina Becerra para tratar de convencerlos, junto con el subsecretario de Asuntos Políticos, Aquiles Domínguez. Los inconformes argumentaron que era injusto sacrificar a sus comunidades con tal de “salvar” al centro de la ciudad de Villahermosa, incluyendo las colonias Las Gaviotas, pues dijeron que esta obra inundaría a ocho comunidades de la zona rural y aseguraron que apenas se habían enterado un día antes del desalojo, a través del gobernador. Por otro lado los habitantes argumentaron que la apertura del canal traería fuertes pérdidas en sus pertenencias, animales de traspatio y ganado. A las 11 de la mañana, los antimotines empezaron a detener a los más “rijosos”. La lucha más fuerte fue cuando una mujer se amarró en una de las máquinas conocidas como mano de chango, para evitar que esta entrara hacia el punto señalado. Hombres y niños se encargaron de hileras humanas. En su lucha, donde unieron pobres y ricos, pues en esta zona existen ganaderos, soltaron varias cabezas de ganado lo que hizo que por unos instantes, los antimotines se replegaran, en tanto que otros caían al suelo. Elementos de Seguridad Pública Estatal y de la Policía Federal Preventiva, detuvieron a cinco personas, entre ellas al dueño del predio José María Olvera, dueño de los terrenos donde se abrió el canal para desviar las aguas del río Grijalva, tirándolas hacia esas zonas, para conectarla a la laguna Don Julián. En entrevista con algunos medios no gubernamentales, el gobernador Andrés Granier afirmó que quienes impedían la apertura de la zanja “eran unos ebrios”.

La versión gubernamental

Ante la amenaza de inundación que se cierne sobre el Centro Histórico y de las populosas colonias Las Gaviotas, el Gobierno Federal en coordinación con el Gobierno del Estado y el ayuntamiento de Centro, anunciaron una noche antes el inicio de la evacuación de más de tres mil personas de ocho localidades rurales, previo a la apertura de una ventana sobre el camino a la ranchería Aztlán, en la comunidad de El Tintillo, en el tramo que está comprendido a la altura de las lagunas Don Julián y Los Micos. Durante la reunión celebrada en Palacio de Gobierno una noche antes tras el anuncio del desalojo, en la que estuvo encabezado por el subsecretario de Gobernación, Abraham González Uyeda, el gobernador Andrés Granier Melo y el presidente municipal de Centro, Evaristo Hernández Cruz, se informó que para salvaguardar la vida y la integridad física de los tabasqueños, se tomó la decisión de abrir una ventana en el bordo-camino a Aztlán en la comunidad de El Tintillo.

La arbitrariedad

El presidente del Colegio de Abogados Tabasqueños (CAT), Sergio Antonio Reyes Ramos, aseguró que el gobierno del estado actúo con arbitrariedad al desalojar a los habitantes de los Aztlanes que se oponen a las obras de desvío del río Grijalva. La urgencia no justificó la arbitrariedad con la que se actúo, cuando hay procedimientos para hacer las cosas correctamente. “Si se sigue actuando así de facto, este no va a hacer un estado donde se respeten las leyes”, dijo el abogado. Reyes Ramos acusó que el gobernador está inventado delitos como el robo de costales con arenas, el cual no existe en el Código Penal de Tabasco. Manifestó que desviar aguas ajenas sí es un delito, y en este caso el que está incurriendo en un delito es el propio gobierno del estado. “Las leyes ahí están y no se han modificado”, agregó.
Amayuca Morelos, Miércoles 7 de octubre del 2008 16:00 hrs El día de ayer fuimos brutalmente reprimidos en primera instancia por fuerzas federales y la posterior llegada de helicópteros militares, el operativo de desalojo se efectuó con operativo terrestre y aéreo, lanzando gas lacrimógeno y sustancias de color naranja que ardía la piel y provocaba asfixia. Con el paso del contingente partiendo donde se encontraba el bloqueo hacia el centro de Amayuca, fueron allanadas las viviendas y golpeando principalmente a los maestros que se refugiaron en las casas y a varios pobladores que eran ajenos al conflicto, pero por brindar la solidaridad con profesores (principalmente a maestras y sus hijos), fueron igualmente golpeados, incluso en la calle a la vista de la población. En este momento, hoy miércoles 8 de octubre del 2008, a las 3:30 pm, seguían reportándose levantones por las fuerzas federales, en el crucero de 4 caminos, comunidad de Amayuca, donde, mediante un reten, pedían la identificación y se estaban reteniendo a varios compañeros que consideramos están identificados con el movimiento. Es indignante el terror que ocasiona el constante sobrevuelo de helicópteros y militares vestidos de civil que se encuentran en las plazas publicas fotografiando todo lo que parezca reunión. En este momento esta en proceso la incursión militar-federal en la comunidad indígena de Xoxocotla, arrojando gases al interior de las casas, levantando compañeros y sembrando terror en los pobladores y sus humildes familias que estan refugiados en sus casas, donde van a amenazar y golpear como si fuéramos sus enemigos. Son cientos de compañeros detenidos otros en calidad de desaparecidos. El pueblo esta indignado, tenemos rabia estamos siendo humillados, golpeados, se habla de muertos y todo en nombre de la "Calidad Educativa". Hagamos esta denuncia en miles por todo el mundo El pueblo de México ya despertó... A partir de esta represión ya nada será igual en México... Solicitamos su solidaridad con los medios alternativos para que conozcan nuestra verdad.

El pánico se ha apoderado de los mercados mundiales. La situación está completamente fuera de control y no hay nada que los gobiernos puedan hacer o decir para detenerlo. Como en 1929, cada vez que se pensaba que lo peor estaba por llegar, se producían inmediatamente nuevas caídas. Nadie sabe hasta dónde pueden llegar los precios de las acciones. La economía mundial se encuentra ahora en mar abierto. "Estamos mucho más allá de los fundamentos", dice Chris Orndorff, jefe estrategia de valores de Payden & Rygel, de Los Ángeles. "Esto es sólo puro pánico, eso es todo".  

Nadie tiene la más mínima idea de adónde va todo y cómo terminará. Pero todas las luches están parpadean en señal de peligro. Hoy en el mercado londinense todas las acciones han caído severamente, incluso las acciones de las farmacéuticas, que podrían ser consideradas seguras. Ayer en EEUU el Dow Jones Industrial Average cayó por debajo de los 9.000 puntos por primera vez desde 2003. Hubo caídas similares por toda Europa, París cayó un 8,4 por ciento y Alemania un 9,1 por ciento. La bolsa de Viena suspendió sus operaciones hasta el viernes por la tarde. La presuntuosa burguesía rusa que imaginaba que se libraría de la crisis mundial ha tenido una dura sorpresa con la caída repentina de los precios del petróleo. En Moscú la bolsa sigue suspendida debido al exceso de volatilidad.

La bolsa estadounidense está en camino de registrar su peor años desde 1937. "Nunca he visto un pánico como este", decía David Wyss, economista jefe de Standard & Poor. "He visto caer a los mercados, pero no un pánico global". En el Washington Post podíamos leer hoy: "El temor y la aprensión se apoderaron el jueves de Wall Street, cuando el mercado cayó de nuevo y los inversores se convencieron de que la nación estaba al borde de una recesión profunda y prolongada". El enorme paquete de 700.000 millones de dólares que pretendía recuperar de nuevo el préstamo interbancario claramente ha fracasado en su objetivo. El tipo de interés a tres meses que utilizaban los bancos para prestarse entre sí dólares (conocido como Libor) ha subido al 4,8 por ciento.

Cuando llegó el clima de terror se vieron caídas duras en todos los mercados de Asia. En Tokio los precios de las acciones cayeron más de un 10 por ciento y se suspendió las operaciones de algunas acciones y opciones. Los precios de las acciones alcanzaron su nivel más bajo desde junio de 2003. El Banco de Japón reaccionó inyectando un total de 4,5 billones de yenes (66.600 millones de dólares) en los mercados monetarios. Las acciones en Australia registraron su peor semana desde el crack bursátil de 1987. El índice Kospi de Corea del Sur alcanzó su nivel más bajo desde el 23 de junio de 2006, mientras que el hundimiento de los futuros desencadenó la paralización de las operaciones.

Era el octavo día comercial consecutivo en que el banco central japonés inyectaba dinero a los mercados para intentar garantizar una afluencia de efectivo vital para el sistema financiero.  Pero no ha tenido efecto. Las acciones en Tokio en una semana bajaron un 24 por ciento, el doble que la caída semanal que tuvo durante el crack bursátil de 1987. "La venta es imparable en Nueva York y Tokio", decía Yutaka Miura, veterano estratega de Shinko Securities de Tokio. "Los inversores son presas del miedo".

En toda Asia vemos la misma historia. El punto de referencia de Hong Kong, el índice Hang Seng, alcanzaba su punto más bajo en ocho años mientras que los precios de las acciones filipinas caía más de un 8,3 por ciento. En Indonesia, se suspendieron los planes de reabrir la bolsa para evitar lo que el presidente del mercado calificó como "pánico profundo". Las operaciones se detuvieron durante dos días a principios de esta semana.

En India, el Mercado de Mumbai se hundió un 6,5 por ciento nada más empezar las operaciones. Poco después, el banco central indio inyectaba otros 12.800 millones de dólares en los mercados monetarios. Las acciones australianas cerraron con una bajada del 8,3 por ciento. Debemos recordar que no hace mucho se suponía que Asia era el factor mágico que evitaría una recesión global. Y había almas cándidas dispuestas a creérselo.

Gran Bretaña en crisis

Tony McNulty, ministro en el gobierno de Gordon Brown, ayer se convirtió en el primer ministro que reconoce que Gran Bretaña se encamina hacia la recesión. Dijo que el éxito de la gigantesca limosna los bancos británicos "será el precursor [sic] de lo larga y profunda que será la recesión". Además añadió: "Lentamente nos acercamos a una etapa donde la desaceleración podría convertirse técnicamente en una recesión y después hablaremos sobre la naturaleza y profundidad de la recesión".

Estos comentarios pesimistas contrastan mucho con las anteriores afirmaciones (no hace mucho escuchadas) de que el regalo del gobierno británico a la banca resolvería la crisis del crédito. De la noche a la mañana, su audaz afirmación cambió. En lugar de "resolver la crisis del crédito", se dice que su propósito es "evitar el colapso del sistema bancario".

En total, Brown y Darling han puesto unos 500.000 millones de libras a disposición de los banqueros. La mayor parte en forma de préstamos y otro tipo de garantías, que según ellos serán devueltos (aunque cuándo exactamente no lo dicen). Está la cantidad de 50.000 millones de libras que esperan será devuelta pero no tienen ni idea de cómo o cuando. La esperanza, por supuesto, es algo maravilloso. Todo jugador espera que la próxima jugada le haga rico. Y esta esperanza particular tiene poca base.

Lo que es verdaderamente asombroso es cómo estos caballeros hablan de pasmosas sumas de dinero como si se tratara de calderilla. 50.000 millones de libras es una cantidad enorme. Es cinco veces lo que se espera que cuesten los Juegos Olímpicos de 2012 y un tercio de todo el dinero recibido a través de impuestos el año pasado en Gran Bretaña. También es un 60 por ciento más de lo que el gobierno ha pedido prestado el último año impositivo. Esta cantidad es mucho mayor de lo que se recauda por impuestos y de lo que se pedirá prestado. Supone aumentar enormemente el nivel de endeudamiento de la economía británica. Significará una carga pesada sobre el contribuyente e impondrá severas restricciones al gasto público en el futuro previsible.

Gordon Brown pretende que se trata de una inversión que finalmente se pagará por sí misma. El argumento es que ya se ha hecho en Escandinavia. Pero aunque es verdad que Noruega consiguió recuperar el dinero, en cambio Suecia y Finlandia sufrieron pérdidas. Como cualquier inversión se trata de un juego y su éxito o fracaso depende totalmente de si los bancos se recuperan. Pero no hay señal de ello. Por otro lado, esta medida no ha tenido el efecto de restaurar la confianza en los mercados financieros. El mismo día del anuncio el FTSE experimentó una caída de cinco puntos y desde entonces ha seguido bajando.

Esta situación confirma los comentarios hechos en la Cámara de los Comunes por Colin Burgon, parlamentario laborista por Elmet: "Lo que vemos es la mano invisible del mercado metiendo la mano en el bolsillo del contribuyente y cogiendo 50.000 millones de libras y quizá poner dos dedos más". Las medidas suponen una nacionalización parcial. Pero en los consejos de administración de los bancos "nacionalizados" no hay nadie que represente los intereses de los contribuyentes y, por lo tanto, no hay un control real sobre los banqueros.

En la Cámara de los Comunes, los conservadores y los liberales respaldaron el plan del gobierno. ¡Es natural! En una crisis todos los hombres y mujeres se unen por el bien de la causa, es decir, por la causa del Capital. Los líderes de todos los partidos mostraron su lealtad a la City de Londres. Pero el líder conservador, David Cameron, no pudo resistirse en ganarle el punto a su rival nuevo laborista.

Con el tipo de cinismo amable que sólo puede dar años de práctica habitual, exigió que no se pagase a los banqueros este año ninguna bonificación. Esta petición, que pretendía llegar al a amplia audiencia, cogió desprevenido al pobre Gordon (no es difícil conseguirlo).

En una muestra de ineptitud parlamentaria asombrosa incluso para su propio nivel, el primer ministro habló entre dientes algo sobre la necesidad de "premiar la competencia" o palabras sobre ese tema. En un momento en que todo el mundo sabe que estos "competentes" banqueros han destrozado todo el sistema financiero mundial, estos comentarios del líder laborista no le servirán para ganar muchos nuevos admiradores dentro o fuera de la madre de todos los parlamentos.

Es verdad que al día siguiente nuestro Gordon (sin duda aconsejado por sus asesores) decidió hacer unas declaraciones públicas sobre los banqueros "irresponsables" que deberían ser "castigados", aunque no quedó claro exactamente cuál sería este "castigo". Quizás les obliguen a escuchar los discursos de Alistair Darling sobre la "probidad" financiera durante todo un fin de semana. Probablemente preferirían renunciar a sus gratificaciones anuales.

Islandia, una nación en bancarrota

Aunque las profundas caídas de los mercados mundiales era el signo más visible de la profundización de la crisis, otro más significativo fue el aumento de los tipos de interés de los préstamos interbancarios a corto plazo, a pesar de la reducción de tipos de intereses que el miércoles acordaron los principales bancos centrales del mundo. Esto demuestra que los bancos a lo que más temen es prestarse dinero entre ellos. La reducción del crédito presagia un desastre no sólo en el sistema financiero sino también en la industria productiva, en el consumo e incluso para naciones enteras.

Hoy The Washington Post señalaba el daño que ya se ha infligido sobre la industria manufacturera norteamericana: "Unos de los más perjudicados han sido entre los fabricantes de automóviles estadounidenses. J. D. Power y Associates dijeron que la industria automovilística en global podría experimentar un ‘colapso absoluto' en 2009. Después S & P Ratings Agencia ponía en situación de alerta a GM por su deuda. Las acciones de GM cayeron un 31 por ciento, a 4,76 dólares, su nivel más bajo desde 1950, y las de Ford cayeron un 22 por ciento". Esto significa que las grandes empresas en un futuro próximo entrarán en bancarrota, con el consiguiente aumento del desempleo, que supondrá una contracción significativa del mercado provocando aún más bancarrotas.

El artículo continúa: "Mientras tanto, los nubarrones se han trasladado a nuevos sectores de la economía. Problemas en sectores como la producción de acero y maquinaria pesada, que hasta hace poco crecían con energía, lo que ha contribuido a apuntalar la idea de que la economía estadounidense ha caído en una recesión significativa. Los economistas pronostican que la economía se contraerá hasta mediados del año 2009".

Incluso la profunda caída de los precios del petróleo fueron malas noticias para el mercado y las acciones energéticas cayeron. Exxon Mobil y Chevron bajaron cada una un 12 por ciento. Durante el tercer trimestre los consumidores norteamericanos han reducido mucho su gasto, en lo que será el primer trimestre de declive en los 17 años que el gobierno lleva publicando estas cifras. Esta es la cuestión más decisiva. El mercado estadounidense solía absorber una enorme cantidad de producidas en otros países. Una reducción profunda de la demanda en EEUU significa que estos productos no se podrán vender.

Todo el parloteo de los economistas burgueses sobre el "desacople" de la economía estadounidense del resto del mundo ha demostrado ser una estupidez. Como una roca pesada lanzada sobre un lago, la crisis está provocando ondas. El tsunami financiero que comenzó hace dieciocho meses en EEUU ahora ha golpeado a Islandia, donde el banco de internet Icesave ha anunciado que congelará todas las cuentas de sus clientes, eso significa que quien tenga dinero en el banco tendrá que solicitar una compensación para recuperar su dinero. Un banco matriz de Icesave, Landsbanki, fue nacionalizado por las autoridades reguladoras islandesas.

Los intentos de conseguir dinero por parte de las autoridades de Reikiavik han fracaso por la sencilla razón de que Islandia está en bancarrota. Islandia siguió el ejemplo de Gran Bretaña y EEUU durante el último período y su economía, por lo tanto, dependía mucho de la industria de servicios y productos financieros. Como resultado, estaba muy expuesta al mercado subprime, esto ha llevado a todo el país a la ruina.

La insolvencia afecta a unos 350.000 ahorradores británicos y holandeses, con aproximadamente 4.500 millones de libras en depósitos. Las autoridades locales y otras instituciones públicas británicas han perdido más de mil millones. Como el gobierno británico no consiguió garantías de Reikiavik de que Islandia pagaría ese dinero (siempre es difícil sacar sangre de una piedra), ha dado un paso sin precedentes congelando los bienes islandeses en Gran Bretaña, recurriendo a la ley antiterrorista para justificar su acción. Esto ha provocado un incidente diplomático entre Reikiavik y Londres.

Hay claros síntomas de desesperación, lo que no es sorprendente. Cuando el gobierno británico dio 500.000 millones de libras a los bancos, realmente se trataba de una jugada desesperada. Ahora ha utilizado todas sus reservas y hundido a la nación más aún. La economía británica está incluso más expuesta ahora a los efectos de la crisis internacional de lo que estaba antes. Nick Louth escribe lo siguiente en MSN Money (8/10/08): "Sin embargo, para todos nosotros el mayor riesgo ahora es la economía en general. Arrojando la inflada deuda de los bancos al bote salvavidas nacional, la economía está hundiéndose más en el agua y es mucho más vulnerable a las olas recesivas".

Mientras que formar parte de la zona euro protege a países como Irlanda, afligido por la misma debilidad bancaria y caída de los precios inmobiliarios, la libra esterlina es muy vulnerable. Al pedir prestado 50.000 millones de libras extras, muchas de ellas al extranjero, el gobierno británico ha socavado aún más la confianza en el valor de la moneda. La libra esterlina ya ha caído tanto frente al dólar como respecto al euro. La libra caerá incluso más, reflejando así la debilidad de la economía británica que ya está en recesión. Muchas pequeñas empresas se enfrentan a la bancarrota debido a la congelación del crédito. Seguirán las grandes. Ahora el desempleo comienza a subir.

Anarquía capitalista

Los economistas burgueses expresan su absoluta perplejidad. Robert Solow, ganador del Premio Novel en 1987 por su trabajo sobre el crecimiento económico, manifestó al The Washington Post que el "potencial para la inestabilidad siempre estaba allí" pero se había sorprendido por la magnitud de los problemas. "Estoy tan confundido como los demás (...) No tengo ninguna sabiduría particular para vender". Estas palabras expresan de forma adecuada la psicología actual de la burguesía y sus ideólogos, que están, por utilizar una expresión de Trotsky, "deslizándose hacia el desastre con los ojos cerrados".

En un intento desesperado de evitar la amenazadora catástrofe, los políticos económicos globales se reúnen en Washington hoy 10 de octubre para las reuniones anuales del FMI y del Banco Mundial, para intentar encontrar respuestas coordinadas. Pero todas las medidas que se tomen serán en vano. Los mercados continúan su incansable movimiento descendente. Incluso cuando el ministro británico, Alistair Darling, y otros ministros de economía del grupo G7 llegaban a Washington para discutir los planes para restaurar la "confianza", como hemos visto, el índice Dow Jones de las principales acciones ya caía por debajo de los 9.000 puntos por primera vez desde 2003.

El objetivo declarado del gobierno británico en esta cumbre es empujar a otros países hacia una "aproximación comprensiva" para resolver la crisis financiera y un esfuerzo renovado para el fortalecimiento de la coordinación económica internacional. Pero en primer lugar, cuando un ejército se dirige en el campo de batalla y grita: "sauve quipeut" (¡Sálvese quien pueda!) es inútil intentar restaurar un sentido de disciplina colectiva y espíritu de equipo. En segundo lugar, hoy el gobierno británico no está en situación de empujar a nadie a hacer algo. En realidad, ya tiene suficientes problemas obligando a la pequeña Islandia a reembolsar varios miles de millones de libras de los depósitos perdidos.

El Secretario del Tesoro norteamericano, Henry "Hank" Paulson intenta ampliar la reunión al G20, incluyendo además de las economías desarrolladas del G7 a países como Rusia, China, India y otros que han crecido rápidamente, sigue el viejo principio de "la miseria no viene sola". Juntos contaría con la gran mayoría del PIB mundial y Paulson espera que todos estén dispuestos a compartir el dolor común, principalmente ayudar a EEUU a salir de su miseria.

La reunión del G7 llega al final de una tumultuosa semana donde los mercados han caído por todo el planeta. Lo que aquí vemos es miedo. El pánico que ha arrastrado a los mercados amenaza con aplastar todos los intentos de los gobiernos para contener la crisis. Ninguna de las medidas desesperadas adoptadas por la Fed, los gobiernos europeos y británico, y los bancos centrales, han conseguido detener la estampida. Hay una vieja ley, el instinto de manda, que gobierna la conducta de los mercados. El apenas perceptible olor de un león merodeando en un arbusto enviará una señal a una manada de ñus que presas del pánico no habrá nada que los pueda detener. Este es el tipo de mecanismo que determina el destino de millones de personas. Esta es la cruda realidad de la economía de mercado.

El presidente Bush hoy 10 de octubre tiene prevista hacer una declaración sobre la crisis en el Rose Garden. También dará el paso nada habitual de reunirse con los ministros de economía del Grupo de los Siete países industrializados el sábado. La jefa de prensa, Dana Perino, dijo que Bush "garantizaría al pueblo norteamericano que debían tener confianza en que las autoridades económicas emprenderían todas las medidas enérgicas necesarias para estabilizar nuestros sistema financiero". La suposición, como siempre ocurre con la burguesía, es que la crisis está provocada por la falta de confianza. Pero la "confianza" refleja las condiciones económicas objetivas. Ningún discurso confortable de presidentes, banqueros centrales o el Papa de Roma marcará la más mínima diferencia.

La lucha de clases en el orden del día

Igual que un ñu es capaz de oler a un león, los mercados pueden oler la inminencia de una recesión. Una vez esto ocurre nadie puede detenerlo. Todos los discursos, todos los recortes de tipos de interés y todos los rescates a bancos, no tendrán ningún efecto en los mercados financieros. Verán que los gobiernos y bancos centrales tienen miedo, por tanto sacarán las conclusiones necesarias. Ayer, 9 de octubre, hubo insinuaciones de que el Tesoro norteamericano estaba dispuesto a nacionalizar parcialmente algunos bancos importantes de EEUU. Este gesto extraordinario, que va en contra de todos los preceptos de la "economía de libre mercado", pretendía calmar los nervios. Naturalmente no lo consiguió.

El problema es que lo que comenzó como una crisis bancaria ahora afecta a la economía real. El director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, dijo ayer que "estamos en la cúspide de una recesión global" y pidió un programa de fondos de emergencia para países que experimentan dificultades. Sin embargo, se negó a nombrar ninguno de los futuros receptores de la ayuda del FMI, resulta obvio que los principales contendientes son las naciones ricas, Islandia, ha dicho que no busca estos fondos. En cualquier caso, el FMI posiblemente no puede asegurar a todo el mundo. Y la crisis, que ahora nos mira fijamente a la cara, es mundial. Ningún país puede escapar.

La crisis sin duda afectará más duro a los países pobres de África, Oriente Medio, Asia y América Latina. Además del colapso de las exportaciones, que golpeará a todas las mercancías (excepto el oro y la plata), incluido el petróleo, se enfrentan a la subida de precios de los alimentos, que en gran parte es el resultado de la especulación. Un informe reciente del Banco Interamericano avisaba de que el aumento de los precios de los alimentos empujaría a 26 millones de latinoamericanos a la absoluta pobreza.

Rober Zoellick, presidente del Banco Mundial, avisó de que los más pobres del mundo se enfrentan a un "triple peligro" de alimentos, combustible y finanzas: "No se puede pedir a los más pobres que paguen el precio más elevado. Calculamos que otros 44 millones de personas más este año sufrirán malnutrición debido al aumento de los precios de los alimentos. No podemos permitir que la crisis financiera se convierta en una crisis humanitaria". Son palabras amables delicadas, pero como dice un viejo refrán, obras son amores, que no buenas razones.

Incluso en el boom la aplastante mayoría ha conseguido poco o ningún beneficio. Se ha producido una extrema polarización entre ricos y pobres en todos los países. El dos por ciento de la población del planeta tiene ahora más de la mitad de la riqueza mundial. 1.200 millones de hombres, mujeres y niños viven en condiciones de absoluta pobreza. Ocho millones cada año mueren a consecuencia de la pobreza. Esto es lo mejor que el capitalismo ha podido ofrecer. ¿Qué ocurrirá ahora?

En todas partes el ambiente de las masas está cambiando. En América Latina existe fermento revolucionario que se intensificará y extenderá a otros continentes. En Gran Bretaña, EEUU y otras naciones industrializadas, muchas personas que antes no se cuestionaban el orden social existente ahora comienzan a hacer preguntar. Ideas que antes eran escuchadas por un pequeño número encontrarán un eco entre una audiencia mucho más amplia. Se está preparando el terreno para una explosión sin precedentes de la lucha de clases a escala mundial.

Londres, 10 de octubre de 2008.

El neoliberalismo, la ideología dominante del capitalismo moderno, está sufriendo un desafío. Durante el último cuarto de siglo el neoliberalismo, algunas veces denominado fundamentalismo de mercado, la política de no intervención en la economía, ha sido la ideología, ha ideado la política que le ha acompañado, que se ha opuesto firmemente a los derechos e intentado reducir las condiciones de vida de la clase obrera en todo el mundo. Ahora la crisis está obligando a las autoridades a intervenir, regular e incluso nacionalizar empresas. ¿Ha muerto el neoliberalismo?

Parece que las reglas neoliberales se han derrumbado. Martin Wolf, gurú económico del Financial Times, sitúa la fecha del cambio en el colapso de Bear Stearns el pasado mes de marzo. "Recordemos el viernes 14 de marzo, fue el día en que murió el sueño del capitalismo global de libre mercado. Durante tres décadas nos hemos movido hacia sistemas financieros movidos por el mercado. Con su decisión de rescatar Bear Stearns la Reserva Federal, la institución responsable de la política monetaria en EEUU, principal protagonista del capitalismo de libre mercado, declaró el final de esta época. Demostró con los hechos su acuerdo con el comentario de Joseph Ackerman, ejecutivo jefe de Deutsche Bank que: ‘Ya no creo en el poder autocurativo del mercado'. La desregulación ha alcanzado sus límites".

Cuando la crisis golpea a la conciencia popular, la prensa popular refleja el mismo pensamiento, con un nivel intelectual más bajo. El titular del derechista Daily Express clamaba: "No dejemos que los vividores destruyan Gran Bretaña (17/9/08)". El artículo comenzaba: "Millones de familias británicas se enfrentan a la destrucción de sus vidas cuando los balancines de la economía de la nación están al borde de la catástrofe, derrumbada por la codicia y estupidez de los vividores en las altas finanzas". De repente los Amos del Universo, los creadores de riqueza de la City y Canary Wharf, se han convertido en "vividores y especuladores", por utilizar la frase de Alec Salmond.

Los arzobispos de Canterbury y York compartieron sus comentarios. Rowan Williams denunció la especulación que había "sido el motor de la conquista financiera astronómica de los últimos años". Siguió diciendo que la crisis demuestra "la verdad de que se ha generado una riqueza inimaginable a unos niveles de ficción igualmente inimaginables, transacciones de papel sin un resultado concreto más allá del beneficio para sus negociadores".

John Sentamu dijo lo siguiente a los banqueros: "Para un espectador como yo, aquellos que han conseguido 190 millones de libras vendiendo por debajo de su valor las acciones de HBOS, a pesar de su fuerte base de capital, y lo arrojaron en brazos de Lloyds TSB, son claramente ladrones de bancos y destructores de valores".

Además cita un tema inatacable: "Una de las ironías de esta crisis financiera es que demuestra que es completamente posible actuar contra la pobreza. Costaría 5.000 millones de dólares salvar la vida de seis millones de niños. Los líderes mundiales podrían encontrar 140 veces esa cantidad en el sistema bancario en sólo una semana. ¿Cómo pueden decirnos que tomar medidas para salvar a los más pobres es demasiado caro?"

Estas personas están preocupadas por la crisis financiera. Que, en cierta forma, es una crisis financiera, pero que en realidad es la crisis del capitalismo. En una economía no planificada, el dinero es el único nexo que existe entre las personas. Como explica Marx: "Mientras el character social del trabajo aparece como la existencia monetaria de la mercancía y, por tanto, como una cosa fuera de la producción real, son inevitables las crisis monetarias, independientes de la crisis real o como una intensificación de las mismas". (Carlos Marx. El Capital. Vol. 3. P. 649):

Surgimiento del neoliberalismo

La ideología neoliberal nació como resultado de la tormenta económica que trajo consigo el final del gran boom de la posguerra. En 1973-1974 vimos la primera crisis generalizada del capitalismo mundial. El período precedente, desde 1948 a 1973, demostró ser una edad dorada para el capitalismo mundial. La producción aumentaba cada año, lo mismo ocurría con los niveles de vida. En esta situación de pleno empleo el capitalismo podía permitirse hacer concesiones para seguir haciendo beneficios. Después de todo, la clase obrera, al menos  en los países capitalistas desarrollados, tenía una posición negociadora muy favorable.

La ideología asociada a la edad dorada fue la economía keynesiana. Pero los remedios keynesianos no causaron ni prolongaron el gran boom económico. Esto ya lo explicó Ted Grant en su artículo: ¿Habrá una recesión? Escrito en 1960. Sin embargo, la época contrastaba con el período entreguerras de desempleo de masas y lucha, así que la percepción para todas las clases era que el capitalismo había cambiado fundamentalmente. Existía la creencia general de que los booms y las recesiones habían quedado relegados a los libros de historia.

La recesión de 1973-1974 provocó una enorme sacudida política. La clase obrera internacionalmente se movilizó para defender las conquistas del período de la posguerra. La clase dominante, por su parte, estaba decidida a reducir los niveles de vida y recuperar la tasa de beneficio. Como resultado de este choque estalló una oleada revolucionaria por todo el mundo capitalista. Las viejas certezas desaparecieron y se cuestionaron. Además del rápido aumento del desempleo la economía mundial experimentó una espiral ascendente de precios. El desencadenante inmediato de la inflación fue la crisis del precio del petróleo de 1973 y 1979. Nunca antes habíamos experimentado inflación junto a recesión, a este fenómeno se le denominó estanflación. Este fue el crisol que creó el neoliberalismo.

Un puñado de economistas de derechas, Milton Firedman era el más conocido, nunca se habían tragado el mito keynesiano de que el capitalismo se había domado. Cuando la economía keynesiana entró en crisis la clase dominante comenzó a apoyar a estos economistas. A finales de los años setenta dominaban las facultades de economía de las universidades. Sus ideas fueron ampliamente recibidas, uno de ellos el primer ministro laborista James Callaghan, que en una conferencia del Partido Laborista de 1976 dijo lo siguiente: "Solíamos pensar que se podría salir de una recesión y aumentar el empleo mediante la reducción de impuestos y el estímulo del gasto gubernamental. Yo os digo con toda franqueza que esa opción ya no existe, y que si existió alguna vez, sólo funcionó en una ocasión desde la guerra inyectado una dosis mayor de inflación en la economía, seguido por un nivel más elevado de desempleo como siguiente paso".

Este paso representaba un rechazo de cualquier intento de política reflacionaria frente al aumento del desempleo. Fue aceptar la economía monetarista y el dominio capitalista. El monetarismo, que forma parte del canon del neoliberalismo, no es sólo una teoría económica árida, es un arma de asalto calculada contra la clase obrera. Los monetaristas recordaban la época anterior a Keynes cuando los economistas aconsejaban a los gobiernos que no interfirieran en la economía, sino que sólo se dedicaran a controlar la oferta monetaria. Si, como ellos decía, los keynesianos eran ‘hombres de ayer', ellos eran ‘los del anteayer'.

El triunfo del neoliberalismo

¿Por qué el gobierno no debería interferir en la economía? Porque los doctrinarios creían que el mercado (capitalismo), por sí solo, produciría resultados ‘óptimos'. ¡Los mercados funcionan! Esta presumida recuperación de la ideología del laisser faire del siglo XIX era un arma contra las industrias nacionalizadas conquistadas por la clase obrera, contra l economía mixta que dio a los trabajadores alguna protección contra los rigores del mercado, contra el estado del bienestar y todas las conquistas logradas por los trabajadores en casi un siglo de lucha contra un capitalismo irrefrenable. Según los principios neoliberales, incluso se deberían abandonar el intento de redistribución por ser un ataque al resultado "natural" de las fuerzas del mercado ya que la división existente de los ingresos y la riqueza es producida por el mercado. Si había desempleo, entonces los salarios eran demasiado altos, si se reducían entonces se recuperaría el pleno empleo. Es una locura, pero es una locura que sirve perfectamente a la clase dominante.

Asociada con el neoliberalismo llegó la "globalización". Desaparecieron las barreras arancelarias por todo el planeta. El capital se extendió por todas partes. Sus defensores decían que la "globalización" significaba que era inútil la resistencia. Como el capital se movía sin límites, los estados nacionales se volvían inútiles. Tuvieron que reducir los impuestos sobre los beneficios y obedecer cada uno de los deseos de las multinacionales o simplemente se irían a otra parte. La regulación desapareció. Presionaron a los trabajadores para que aceptaran salarios cada vez más bajo o si no perderían sus empleos. Era una carrera de fondo. ¡Era inútil resistirse! Nosotros insistimos en que se trataba de propaganda de la clase dominante, una imagen simplista de la realidad.

El triunfalismo neoliberal encontró eco debido al colapso de la Unión Soviética y los regímenes estalinistas asociados de Europa del Este. ¡El capitalismo había ganado la Guerra Fría! Parecía que no había alternativa al capitalismo (o ‘al mercado' como lo denominan los apologistas). Ese fue el tema del famoso ensayo de Francis Fukuyama de 1989: ¿El final de la historia?

Al principio se creía que como el neoliberalismo se oponía de manera tan obvia a los intereses de la clase obrera, entonces no se podría aplicar en una democracia política. Los trabajadores votarían contra él. Así que lo impusieron como un "experimento" en el Chile de Pinochet, en unas condiciones de dictadura militar. Después del golpe de 1973, se sintió lo suficiente fuerte para destruir los sindicatos libres, borrando el estado del bienestar, privatizando muchas industrias, abrieron los recursos del país a la explotación imperialista y empobreciendo masivamente a la clase obrera. La política neoliberal se impuso mediante la tortura y el asesinato.

La pesadilla chilena

Pinochet fue convencido por los "Chicago boys", los discípulos económicos de Friedman que infectaban los pasillos del poder tras el golpe, para que eliminaran la desregulación de los bancos. Esta política demostró ser un desastre, provocando una crisis monetaria devastadora en 1982. Pinochet entonces tuvo que volver a regular los bancos para evitar un colapso bancario.

El hecho de que no funcionara la política neoliberal y se puede demostrar que nunca ha funcionado, nunca ha sido realmente un problema para sus defensores. El único sentido en el que ha "funcionado" la política neoliberal ha sido en cambiar la correlación de fuerzas contra la clase obrera. Eso es lo que ellos pretendían.

La siguiente defensora del neoliberalismo fue Margaret Thatcher. El sistema electoral británico permitió a Thatcher una victoria arrolladora en las elecciones, con más del 43 por ciento del electorado. Su gobierno presidió complacientemente un desempleo de masas que superó los tres millones de parados. Algunas de sus políticas económicas, como los tipos de interés por las nubes que asfixió la inversión y consiguió que la libra y las mercancías británicas fueran nada competitivas en los mercados mundiales, parece que pretendían de manera deliberada eliminar empleos y aniquilar una parte importante de la industria manufacturera. Los parados fueron utilizados como un látigo contra los trabajadores con empleo a la hora de sentarse en las mesas negociadoras. Almacenaron grandes cantidades de carbón con la intención de cerrar las minas, consideradas la vanguardia del movimiento obrero. Se destruyó la industria del carbón rentable con un objetivo político. Nada de esto era "eficaz" en el sentido normal de la palabra. Se acumuló un despilfarro inmenso de recursos que se podrían haber utilizado para beneficio de la sociedad. El mantra de Thatcher era "no hay otra alternativa". Millones de trabajadores anhelaban el pleno empleo y los aumentos de los niveles de vida de la edad dorada. En un sentido Thatcher tenía razón. Esa época se fue. El neoliberalismo pretendía restaurar la empresa capitalista normal, a pesar de su mala situación. La única manera de defender los niveles de vida ahora era cambiar la sociedad.

En EEUU Ronald Reagan también aplicó la agenda neoliberal, que en la década de los ochenta se había convertido en la ideología dominante del mundo capitalista. Las instituciones económicas internacionales: el FMI, el Banco Mundial y ahora la Organización Internacional de Comercio, se convirtieron en los fortines del neoliberalismo, exprimiendo de manera implacable a los países pobres en nombre del imperialismo para que abrieran sus servicios, industria y agricultura a los países ricos, privatizar sus industrias y hacer que sus recursos naturales estuvieran libremente disponibles para los saqueadores extranjeros. Los consejos de la Unión Europea, sobre todo el Banco Central Europeo cuando se fundó, cada vez estaban más influenciados por el fundamentalismo de mercado.

Reagan declaró que "el gobierno no era la solución, sino el problema". Como jefe del gobierno una de sus primeras medidas fue asestar un golpe a la clase obrera, su primer objetivo fue el sindicato de controladores de tráfico aéreo. Cuando el PATCO convocó la huelga en agosto de 1981, Reagan declaró ilegal la huelga y despidió a más de 11.000 huelguistas. El neoliberalismo es el regreso al liberalismo económico del siglo XIX. Socialmente no es liberal, sino necesariamente autoritario y represivo para la clase obrera, su objetivo central es restaurar la hegemonía irrefrenable del capital.

Incluso más importante que la elección de Reagan fue el nombramiento de Paul Volcker como responsable de la Reserva Federal, el banco central norteamericano, en 1979. Volcker procedió a "ocuparse" de la inflación subiendo los tipos de interés y permitiendo la aparición del desempleo de masas. Como EEUU era la potencia capitalista hegemónica, esto provocó el aumento de los tipos de interés en todo el mundo. El vandalismo financiero de la década anterior regresó a la economía mundial. En las dos crisis del precio del petróleo, 1973 y 1979, los países exportadores de petróleo consiguieron un montón de "petrodólares" gracias a los aumentos de precios. Realmente no sabían qué hacer con todo este dinero. Los grandes bancos occidentales se felicitaron por cómo habían reciclado los petrodólares. Cogieron este dinero y lo arrojaron a los países en vías de desarrollo en forma de deuda del tercer mundo, presionando a los ministros de económica de América Latina para que aceptaran este efectivo. Pero el aumento de los tipos de interés de los años ochenta hizo que los países menos desarrollados fueran incapaces de hacer frente a los pagos.

México fue el primero que dejó de pagar la deuda en 1982. Durante toda la década el FMI se movió implacablemente a través de América Latina exigiendo su dinero en nombre de las potencias imperialistas. Exigieron que los gobiernos de América Latina dejaran de mejorar los niveles de vida de sus ciudadanos y en su lugar entregaran sus recursos naturales para pagar sus deudas. A este proceso se le llamó exportación para la industrialización, todo parte del proyecto neoliberal.

El resultado fue una catástrofe para América Latina, la "década perdida". Desde 1980-1989, la producción y niveles de vida cayeron en todo el continente. La parte de la producción mundial de América Latina en una década pasó del 6 al 3 por ciento. Mientras la producción subía un 2,5 por ciento anual durante la década de crisis de 1973-1980, desde 1980 a 1989 cayó un 0,4 por ciento anual. El imperialismo consiguió su venganza. En 2005 la carga de la deuda de América Latina era de 2,94 billones de dólares, la mayoría heredada de la década de los años ochenta. Esto suponía casi dos tercios de toda la deuda de los "mercados emergentes".

Las cicatrices aún son visibles. En 2003 el CEPR Briefing Paper (Another Lost Decade? De Mark Weisbrot y David Rosnick) pronosticaba un miserable crecimiento del 0,2 por ciento de 2000 a 2004, un 1 por ciento durante todo un período. Señalaban que durante los veinte años anteriores, 1980-1999, la región creció sólo un 11 por ciento, un resultado peor que durante la Gran Depresión. En cambio, entre 1960 y 1979, América Latina creció un 80 por ciento. Estas cifras dan una imagen de pobreza, malnutrición y enfermedad que son las conquistas del neoliberalismo.

Los socialistas y los defensores de la gente corriente están autorizados para denunciar a los valedores del neoliberalismo y la globalización. La crisis económica inevitablemente provoca una crisis de las ideas dominantes, que, como explicó Marx, son las ideas de la clase gobernante.

Todo cambia

Ahora todo cambia. El laisser faire está bien cuando los beneficios aumentan y cuando sólo los pobres y la clase obrera son los que defienden la interventicón del estado para que les proteja de las crueldades de las fuerzas del mercado. Otra cosa distinta es cuando está en juego el pellejo de la clase capitalista. Entonces se comportan como víctimas desventuradas que necesitan toda la ayuda del estado que puedan conseguir. Y, en cuanto a ellos concierne, si la clase obrera tiene que quedarse con las manos en los bolsillos pues es su problema.

Ruth Sutherland estaba de acuerdo con la siguiente cita (The Observer. 28/9/2008): "En EEUU, cientos de miles de millones de dólares de los riesgos bancarios serán transferidos al gobierno federal, que se añadirán a la enorme carga de la deuda de EEUU y aumentará su dependencia de los inversores extranjeros... Los políticos se enfrentan a desafíos formidables: apagar el fuego, después reparar el sistema financiero mientras mantienen una tapa sobre la inflación, después pondrán nueva regulación. Lo peor aún está por llegar. El gran drama por el plan de rescate de Hank Paulson ha sido un redoble que ha relegado todo lo demás a un lado, incluso el colapso del Washington Mutual, el mayor fracaso bancario visto jamás en EEUU. Pero hay cuestiones más profundas más allá del plan de rescate, como subrayaban los arzobispos de Canterbury y York en sus intervenciones en el debate sobre el futuro del capitalismo. Si hay un aspecto positivo en esta crisis, es que nos ha dado la oportunidad de acabar con el mito del mercado omnipotente".

"Las personas en la City nunca han pretendido particularmente dar una justificación moral a sus actividades, pero eran capaces de asumir un manto de autoridad debido al volumen de dinero que habían hecho, o parecía que hacían. Casi todos, políticos, reguladores, periodistas, votantes, prestatarios, aceptaban la City como su propia tasación, fuera aprobada o no, el capitalismo vaquero se consideraba inatacable.

"Los que sostenían que esas primas enormes eran malas para el tejido social, porque subrayaban la desigualdad y socavaban la percepción popular de justicia, eran considerados como izquierdistas incalificables o simplemente envidiosos. Los que defendían una regulación más enérgica eran despedidos como metomentodos, burócratas y sofocadores de la innovación. Y aquellos que estaban incómodos con ciertas actividades disertaban sobre como filtrar la riqueza para que beneficiara a todos".

Y concluye: "Esta crisis nos incita a reevaluar nuestra relación con el dinero y la deuda, y a pensar duro sobre cómo podemos crear una versión más justa e inclusiva del capitalismo. No debería ser un regreso a los dioses falsos del mercado".

Christopher Cox, presidente de la Comisión de Cambio y Valores de EEUU, hace la siguiente observación menos idealista pero sí imperiosa: "Los últimos seis meses han dejado suficientemente claro que la regulación voluntaria no funciona".

Incluso más convincente es David Rothkopf, funcionario veterano del departamento de comercio durante la administración del presidente Bill Clinton, cuando dice que el mundo está en un punto de inflexión. "Es un momento decisivo. El final de los 25 años de Reagan-Thatcherismo, ‘dejar al mercado, menos gobierno es mejor gobierno'. Es período ha terminado".

Y Ben Bernanke, presidente de la Fed, resume este nuevo ambiente: "No hay ateos en madrigueras ni ideólogos en las crisis financieras".

El presidente Sarkozy está de acuerdo en este gran cambio que se está produciendo en la conciencia. "(La) idea de un mercado todopoderoso sin ninguna regla ni intervención política es una locura". La indesafiable ortodoxia económica de ayer ahora es una locura. "La autoregulación se ha terminado. El laisser faire se acabó. El todopoderoso Mercado que siempre tiene razón ha desaparecido".

Es toda una crítica mordaz, sin precedente para una generación. Ninguna de estas críticas, por supuesto, sugiere una alternativa al sistema capitalista. Todo esto suena como si sintieran que el juego de manos del neoliberalismo les hubiera engatusado. Su rabia va dirigida contra los "genios" financieros, son ahora conscientes de que simplemente eran charlatanes, que han estado disfrutando de una buena vida a nuestra costa y arrastrándonos por el lodo en el proceso.

El New Deal

Su llamamiento es por la regulación. Nos dicen que el capitalismo sería un buen sistema sólo si se regulara adecuadamente. ¿Cuál es la relación real entre capitalismo y regulación?

Aunque no hemos oído este tema hasta hace poco, si ha sido una retórica recurrente a lo largo de la historia. "Las prácticas de los cambistas monetarios sin escrúpulos están acusadas en el tribunal de la opinión pública, rechazadas por los corazones y las mentes de los hombres... Los cambistas han huido de sus altos puestos del templo de nuestra civilización". Estas palabras son de Roosevelt anunciando el New Deal en EEUU en los años treinta. Su primer acto como presidente fue declarar una fiesta bancaria. Similar a la prohibición de vender en corto impuesta a ambos lados del Atlántico hace poco. Es una medida anti-pánico, no se ocupa de las causas del pánica, que son los problemas reales del sistema financiera, ni tampoco de la simple histeria psicológica. Roosevelt dejó bastante claro lo que pretendía hacer, su intención era salvar al capitalismo. "La voz de los grandes acontecimientos está llamando. Reforma si quieres sobrevivir".

Roosevelt emprendió varias reformas bancarias. Pudo haber sido o no lo "correcto", pero representaban una incursión radical en los poderes del capital financiero. La Ley Glass-Steagall aprobada en 1933 separaba la inversión de la banca comercial. Hoy es innecesario porque los cinco bancos de inversión norteamericanos han sido destruidos por la crisis financiera en estos últimos doce meses. Otras medidas de la Ley de 1933 desaparecieron con la locura de la desregulación que empezó a partir de los años ochenta. La desregulación es, por supuesto, un axioma fundamental del neoliberalismo.

Para detener la oleada de cierres bancarios Roosevelt creó la Federal Deposit Insurance Corporation (Empresa Federal de Garantía de Depósitos), que garantizaba los depósitos bancarios. Los clientes de Northern Rock habrían deseado que Gordon Brown hubiera tenido una amplitud de miras similar cuando rediseñó la arquitectura de la regulación financiera en 1997. Desgraciadamente no lo hizo. Brown fue y es un defensor de la "regulación leve" y un devoto de la mitología neoliberal. Como resultado de sus malos cálculos, en 2007 este país fue el primer en ver la caída de un banco (los depósitos de Northern Rock no estaban a salvo) en ciento cuarenta años.

Roosevelt también estableció la Comisión de Cambio y Valores para regular los bancos e instituciones financieras. La CCV ha sido acusada, con razón, de mantenerse dormida durante estos últimos años. Nos encontramos ahora con todo el sistema financiero derrumbado y envenenado, y ¡aparentemente los reguladores no se habían dado cuenta!

Este fracaso de la CCV apunta a un problema más amplio. Para la CCV era difícil hacer su trabajo probablemente porque durante estos últimos su tarea era considerada innecesaria (se suponía que los mercados funcionaban perfectamente por sí solos) y continuamente su tarea era reducida por los fundamentalistas del mercado.

Esto nos lleva a otra cuestión. ¿Qué efecto tuvieron las reformas de Roosevelt? Muy poco, parece. La espuma financiera que se había construido en el boom especulativo en su mayor parte fue eliminada por el huracán económico de 1929-1933. En esta cuestión hay un principio general, la regulación financiera es algo similar a cerrar la puerta del establo después de que el caballo ha escapado.

Cuando hay un boom, los participantes creen que éste durará eternamente. En realidad, durante un tiempo casi todas las acciones suben y casi todas las inversiones producen dividendos. Ese es precisamente el aire que respiramos desde el inicio de este boom en 2001 hasta su final en 2007. Cuando el caballo galopa tranquilamente las riendas se relajan. Cuando los capitalistas se dan de cabeza con un crack, entonces son mucho más cautelosos, quizás más de lo necesarios. Así la desregulación y la re-regulación realmente siguen al ciclo boom-recesión, como parte de la psicología capitalista que se convierte en un factor objetivo en el ciclo.

Como comentábamos antes, el rescate propuesto "Suena como una ruptura pasmosa de la filosofía neoliberal. Pero no es así. El neoliberalismo siempre fue una mentira gigantesca. No les importa la gente sin techo. La gente en peligro de perder su empleo en una recesión no tiene importancia. Pero cuando se trata de los bancos y multimillonarios, la autosuficiencia es para los pájaros. Estas personas son vagabundos desventurados".

Como dice Michael Roberts: "La mayor parte del dinero (del plan Paulson) irá a ayudar a los peces gordos de Wall Street para salir de su caos. Es curioso, cuando es evidente el inminente colapso del capitalismo, de repente, el socialismo es una buena idea. Sólo que es socialismo para los ricos mientras que el resto continuamos viviendo bajo el capitalismo". Los capitalistas continúan oponiéndose a las intervenciones en los mercados que puedan beneficiar a los trabajadores.

Neoliberalismo y capitalismo

Esto nos da una pista para responder a la pregunta que hacemos al principio de este artículo: el neoliberalismo está desacreditado pero, ¿está muerto? El neoliberalismo es un arma en el arsenal de la clase dominante. El capitalismo es nuestro enemigo, no el neoliberalismo. El neoliberalismo no dejará de ser una amenaza hasta que haya desaparecido el sistema capitalista.

Los capitalistas están ante nosotros como pecadores penitentes. Parece que han abandonado el neoliberalismo. Pero no están motivados por la ideología sino por los intereses materiales. Utilizarán la ideología del neoliberalismo cuando ésta convenga a sus intereses. La desacreditarán cuando no sea así.

Sus intereses materiales no han cambiado. Lo que ha cambiado es que la crisis ha necesitado la intervención para rescatar a los empresarios. Cuando la necesidad temporal haya desaparecido, volverán a sus negocios habituales. Mientras ellos sean capaces de hacer dinero sin ayuda, los capitalistas tenderán a oponerse a la intervención estatal. Y, como la lluvia o el sol, los capitalistas saben que sus beneficios son el trabajo no pagado a los trabajadores y que, por las buenas o por las malas, tienen que reducir los niveles de vida de la clase obrera.

El ministro de economía alemán, Peer Steinbruck, plantea una cuestión relacionada con el neoliberalismo: "Dentro de diez años veremos 2008 como una ruptura financiera". Continúa pronosticando el final de EEUU como "superpotencia financiera". Pero incluso el capitalismo neoliberal tiene que funcionar siguiendo unas reglas. Estas reglas fueron impuestas por la hegemonía de EEUU. La crisis del neoliberalismo supondrá que setas reglas deberán renegociarse. Sin duda, Steinbruck en nombre de Alemania apuesta por un nuevo orden mundial.

¿Un nuevo orden mundial?

Otros también están combinando la crisis del neoliberalismo con la crisis de su más entusiasta defensor: EEUU. John Gray es un veleta del capitalismo moderno, escribe el siguiente artículo en The Observer (28/9/08) con el dramático titular: "Un momento pasmoso en la caída del poder de EEUU". Sarcásticamente comenta: "El éxito de China se ha basado en su constante desprecio por los consejos de occidente y no son los bancos chinos los que actualmente tienen problemas. Qué simbólico fue ver ayer a los astronautas chinos pasear por el espacio mientras el Secretario del Tesoro norteamericano se humillaba". (Paulson se humilló  ante Nancy Pelosi, portavoz demócrata en el Congreso, para conseguir su apoyo para el plan de rescate). Gray concluye con lo siguiente: "Es la clase política norteamericana la que, al abrazar la peligrosamente simplista ideología de la desregulación, tiene la responsabilidad del caos actual".

En el mismo número de The Observer, Richard Wachman, escribe con el siguiente titular: "Esto transforma el sistema financiero. Para siempre". Y resume así su argumentación: "El poder de EEUU está en reflujo y el fundamentalismo de mercado es una ideología caduca".

Para siempre es mucho tiempo en política. Es verdad que EEUU tiene un enorme déficit con aquellos países con los que comercia. Seguramente este es un síntoma de debilidad económica. El país está endeudado con el resto del mundo. El dólar es ridiculizado. La hegemonía norteamericana se debilita. Así que ¿es aún una superpotencia económica inexpugnable?

La verdadera pregunta es: ¿Qué otro país puede dirigir el capitalismo mundial e imponer las normas y principios sin los que no puede funcionar?

El capitalismo siempre ha pasado por ciclos de boom y recesión. El crack de Wall Street de 1929 llevó directamente a la Gran Depresión, la peor recesión capitalista hasta ahora. El economista Chales Kindleberger intenta responder en su libro, The World in Depression 1929-39, a la pregunta de por qué la Gran Depresión fue tan profunda y tan extendida. Su explicación fue que la recesión fue tan severa y duradera porque en última instancia no había un prestamista internacional. No creemos que sea una explicación concreta para la década desastrosa, pero sí es un aspecto importante de la realidad. Antes de la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña era considerada hegemónica y actuaba como el prestamista en última instancia. El patrón ora realmente era el patrón libra esterlina. La guerra supuso un desafío decisivo a la hegemonía británica.

Después de la Segunda Guerra Mundial, EEUU reafirmó su supremacía con el Acuerdo de Bretton Woods que determinó los términos del comercio mundial. Impuso de facto el dólar como moneda mundial y tenía el poder de actuar como prestamista internacional de última instancia.

Entre las guerras, EEUU era la nación capitalista más poderosa, pero no imponía su poder sobre la economía mundial, seguía una política aislacionista. Este anarquía internacional llevó a devaluaciones para "arruinar a mi vecino" y la sequía virtual del comercio mundial. A su vez esta situación pactó en las economías de cada país alrededor del globo. Ahora la hegemonía de EEUU es desafiada, pero no existe una alternativa clara a la vista.

Si el análisis de Kindleberger de los años treinta es correcto y hoy estamos entrando en una época similar, entonces nos enfrentamos a tiempos tormentosos.

9 de octubre de 2008.

"Ya, cuando intento recordar aquellos tiempos, no puedo deshacerme del sentimiento de que fueron páginas arrancadas de las Noches de Arabia. Pero no lo eran. Las escenas de oropel a través de las que me movía eran reales. Los acontecimientos enloquecidos realmente ocurrieron, no una vez, sino cada día. Y en ese momento nadie pensaba que fueran extraordinarios. Era una nueva era, nos sentíamos los dioses o semi-dioses. Las viejas leyes de la economía eran para los mortales, pero no para nosotros. Con nosotros todo era posible. El cielo era el límite". (Palabras de un comerciante anónimo de Wall Street en la revista Atlantic, 1932).

"A diferencia de otras famosas burbujas, la burbuja de internet cabalga sobre bases sólidas de roca, quizá más fuertes que cualquier otra que haya visto el mercado. Subyacentes los aumentos alocados de precios que son los cimientos que podrían convertirse en el crecimiento de las empresas del siglo XXI... Porque el fenómeno de Internet parece como una burbuja, no es un hecho que la burbuja estallará". (Henry BLodget. Experto en internet de Merril Lynch, enero de 1999).

El lunes vimos la mayor caída en un solo días de los mercados bursátiles mundiales. En una sola sesión el Dow Jones perdió 800 puntos, empujando el índice por debajo de los 10.000 puntos. El porcentaje del FTSE 100 sufrió su mayor caída desde el Lunes Negro de octubre de 1987 y la mayor caída en puntos de la historia. La bolsa rusa cayó un 19 por ciento y la bolsa permaneció cerrada. La venta en masa arrastró a Brasil, Indonesia y Arabia Saudí. El Índice de Mercados Emergentes MSCI se hundió un 11 por ciento, la mayor caída en un solo día desde 1987. Ha sido uno de los peores días en los 14 meses que dura la crisis del crédito.

Este pánico en las bolsas mundiales es un reflejo de la crisis subyacente del capitalismo mundial, que lo hunde en su crisis más profunda desde los años treinta. Cinco bancos europeos han colapsado. A pesar de la inyección de 700.000 millones de dólares, la crisis continúa inalterable. El gobierno alemán se ha visto obligado a intervenir para rescatar al gigante inmobiliario, Hypo, en medio del creciente pánico del sector financiero. BNP Paribas sufrió la presión del gobierno belga para que se hiciera cargo de las operaciones de Fortis en Bélgica y Luxemburgo. Después siguió la decisión del gobierno holandés de nacionalizar en Holanda a Fortis. El caos también ha afectado a Francia donde Caisse d'Espargne es probable que se fusione con el Banque Populaire, y lo mismo sucede con Unicredit.

La crisis capitalista se ha extendido rápidamente por todo el mundo, afectando a grandes y pequeños. En Islanda, los vientos gélidos de la crisis económica han obligado al gobierno a nacionalizar uno de sus bancos más grandes, Glitnit, mientras que ha colapso una gran inversora inmobiliaria. Ayer, las autoridades redactaron poderes para nacionalizar bancos y despedir ejecutivos cuando el país se enfrenta a la bancarrota. La corona cayó un 45 por ciento frente al euro, cuando el país se enfrenta a una crisis en la balanza de pagos. Los activos totales de los bancos islandeses son casi diez veces su PIB, en una economía conocida por su bacalao. Aunque el país no tiene conexión obvia con la crisis subprime, sus bancos se han extendido internacionalmente en busca de beneficios. Ahora intentan vender sus valores extranjeros y repatriar los activos de los fondos de pensiones, se trata de la crisis más grande que ha sufrido en su historia el país. "En una situación donde cada hombre intenta salvarse a sí mismo", decía el primer ministro islandés.

La crisis está provocando pánico en todas partes. Según The Financial Times: "El ataque de pánico ayer en los mercados globales fue la prueba final de que la crisis financiera continúa, ahora estamos en primera división. Las comparaciones con la burbuja punto.com o incluso con la crisis asiática de 1997 son inadecuadas, debemos pensar en 1987  1929".

El artículo continúa: "En retrospectiva. 1987 fue una situación más contenida que la actual. La caída breve y salvaje en los valores mundiales parecía el preludio de una recesión en la economía real. Pero el mundo real  se mantuvo y otras clases de valores en su mayor parte quedaron ilesos·.

Comparado con 1929, hoy hay dos principales diferencias. La primera es que los políticos mundiales han comprendido la escala de la amenaza más rápidamente y están más preparados para adoptar medidas drásticas. En su contra podemos decir que el sistema financiero es más complejo. Y gracias a las comunicaciones mundiales el ritmo se ha acelerado. Así que cualquier acción política tiene un efecto incierto y en general llega fuera de tiempo" (7/10/08).

Estas palabras resumen el dilema de la burguesía. Se deslizan hacia el desastre con los ojos cerrados. La crisis se ha extendido claramente del sector financiero al resto de la economía. La diferencia con 1929 es que el mundo es mucho más interdependiente y la escala de la crisis potencialmente es mucho más grande. "El mundo desarrollado se endeudó demasiado y ahora se está desenredando de manera brutal", estas son las palabras del Financial Times. "Los bancos han sido los primeros en sufrir, pero también son el medio de transmitir esa presión a todo lo demás".

El crédito, como explicaba Marx, permite al sistema ir más allá de sus límites. Expande artificialmente el mercado, eso permite al capitalismo un período de respiro. Sin embargo, el crédito también tiene sus límites. Hay que devolverlo. Ahora estamos presenciando una masiva contracción. Todos los factores que desarrollaron el boom durante los últimos veinte años ahora se vuelven en su contrario. La bonanza de beneficios ha terminado, el mercado se contrae rápidamente, el consumo está cayendo, los capitalistas no pueden vender sus mercancías. Las economías de Europa, EEUU y Asia están entrando velozmente en recesión. Hay una crisis clásica de sobreproducción. De estas crisis el sistema sólo puede sobrevivir exprimiendo este capital ficticio y reduciendo los niveles de vida de los trabajadores.

En EEUU, según los datos del gobierno, los nuevos pedidos en las fábricas norteamericanas se hundieron un 4 por ciento en agosto, la mayor contracción desde octubre de 2006. Las peticiones de subsidio de desempleo han alcanzado su nivel más alto desde las semanas que siguieron a los atentados del 11-S. Las ventas al por menor en EEUU cayeron un 0,3 por ciento en agosto y un 0,5 por ciento en julio. Hay una caída profunda en las solicitudes de hipotecas y continúa el declive de los precios inmobiliarios. "Las pruebas cada vez son más contundentes", dice Brian Sack, vicepresidente de Macroeconomic Advisers. "Lo vemos en las órdenes de productos empresariales, lo vemos en el gasto del consumo, lo vemos en la encuesta ISM, ahora lo vemos en el empleo".

"Más allá de Capital Haill", observa The Financial Times, "el ambiente de la nación parece cambiar hacia la conciencia de los tiempos que se avecinan".

"Cuando las revistas y programas de televisión se llenaban de fotografías de los años treinta, el miedo a nueva Gran Depresión parece dejar atrás el presunto rescate de los Amos del Universo de Wall Street".

La semana pasada Alan Greenspan, el anterior presidente de la Reserva Federal, dio una conferencia en Georgetown. Aunque en gran parte responsable de la enorme burbuja especulativa, ahora advierte de los peligros para el capitalismo. "Alan Greenspan dice que la crisis significará el regreso a la lucha ideológica entre socialismo y capitalismo". "Muchos de nosotros aunque ganamos esa lucha con el colapso de las economías dirigidas, en este momento ya no es así".

La crisis capitalista mundial, cuando se profundiza a través de todo el planeta, hará estragos. Como siempre, la clase dominante intentará hacer que la clase obrera pague la crisis. Impondrá recortes y dejarán a millones sin empleo para preservar así su sistema. En los acontecimientos que se avecinan, millones verán la verdadera naturaleza del capitalismo, llegarán a la conclusión de que este sistema enfermo no ofrece ninguna salida. Buscarán una nueva solución y se sentirán atraídos por las ideas del socialismo. Las advertencias que Greenspan hace a sus amigos se convertirán en realidad. Tenemos el deber de rearmar al movimiento obrero para las tareas titánicas que se avecinan y garantizar la victoria del verdadero socialismo sobre el caduco sistema de explotación capitalista.

Citaremos un artículo aparecido la semana pasada en The Guardian:

"Lenin decía que 'los capitalistas pueden librarse de cualquier crisis en la medida que consiguen que sean los trabajadores los que paguen'. En raras ocasiones el sentido común hace que se le cita de una manera amable. Pero la descripción es correcta actualmente, es lo más sensato que he escuchado en mucho tiempo".

8 de octubre de 2008

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