El paro laboral de los trabajadores de la salud que se realizó en 7 estados ha sido una pequeña muestra de la gran fuerza que éste importante sector tiene para hacer temblar al Estado mexicano; la lucha de los trabajadores del sector salud expresa la manera en que éste gobierno y el capitalismo son incapaces de ofrecernos mínimas condiciones laborales y de salud dignas.

Este 8 de marzo de 2011, en Zacatecas, Aguascalientes, Guanajuato, Baja California, Veracruz, Campeche y Tabasco, se desarrollaron una serie de paros laborales y movilizaciones con diferentes magnitudes: manifestaciones a las afueras de las oficinas del gobierno del Seguro Popular en dónde se paro al 50%, atendiendo sólo urgencias. En total participaron 283 mil trabajadores en las manifestaciones por la homologación salarial, cumplimiento de ajustes al salario según la inflación anual, cese a la represión sindical, principalmente.

Esta jornada de lucha fue precedida por un paro en EdoMex el 5 de agosto de 2010, y otro en Puebla el 31 de enero de 2011; la tendencia ha sido a incrementar la extensión y las magnitudes de éste importante movimiento.

La salud es un servicio del cual adolecemos muchos trabajadores de México y del mundo, ha sido dejado a un lado por los gobiernos de los países debido a los grandes gastos que representa, sin embargo, es uno de los derechos más básicos que tendríamos que tener garantizado.

El seguro popular surgió ante la falta tan generalizada de este servicio, sin embargo el objetivo de Vicente Fox al crear esta nueva institución fue por intereses electorales más que por llenar ese vacío. ¿Por qué no fortalecer al IMSS, al ISSSTE para dar un mejor y más amplio servicio y a la red médica de la Secretaria de Salud? La razón es que desde entonces el plan ha sido tener una figura que sustituya a estos institutos.

El IMSS y el ISSSTE representa para el gobierno federal un gasto mucho más oneroso que el seguro popular, el gobierno mediante este seguro no está obligado a dar tantas atenciones, responde a las necesidades del Plan Nacional de Salud 2001-2006, que planteaba realizar 4 acciones prioritarias : a) establecer el seguro nacional de salud (actualmente Seguro Popular de Salud-SPS); b) separar el financiamiento de la prestación de servicios; c) incentivar la participación del sector privado en el cuidado de la salud y d) crear un fondo nacional de salud pública (Soberón G. La participación del sector privado) Una política de privatización de la salud impulsada desde el gobierno de Salinas. Mientras que los recursos destinados al IMSS y al ISSSTE con todas las reformas impulsadas en los últimos años los están conduciendo a una situación de mayor precariedad.

Aun peor, no sólo somos los derechohabientes los afectados por estas tendencias a reformar y precarizar la salud, el gobierno a través del SP se ha ahorro miles de millones de pesos en prestaciones y salarios combinando un esquema de servicio público-privado, que presiona cada vez más a la baja los salarios de los trabajadores del IMSS e ISSSTE. En el 2004 con las reformas al Régimen de Jubilaciones y Pensiones, el gobierno lanzo una campaña en sus medios de información para desprestigiar a los trabajadores de estas instituciones afirmando que son trabajadores privilegiados que se encontraban muy por encima del resto de trabajadores del país, ahora se pretende reducir aún más el listón a partir de la negativa práctica de homogeneizar los salarios de los trabajadores del Seguro Popular. Sin embargo, no eran privilegiados los trabajadores del IMSS, ni menos aun lo son ahora, lo que mantenía su contrato colectivo de trabajo bajo esas condiciones era especialmente la “hegemonía” del sector salud y su carácter público, pues un único sindicato en este sector a nivel nacional le daba gran poder y posibilidad de exigir las mejores condiciones posibles, esta es una más de las razones que  han llevado al gobierno a dividir a este sector.

Por ello es que cobra aun más trascendencia la jornada de lucha del 8 de marzo, y los paros anteriores en dónde el SNTSA no ha estado solo, sino que ha recibido el apoyo de los trabajadores del IMSS.

Esta jornada que parece comenzar a agarrar vuelo se conjuga con la lucha emprendida por un sector del SNTSS contra el burocratismo y la antidemocracia de su dirigente sindical; a nivel nacional también existe una organización que comienza a hacerse visible.

Tenemos ante nosotros la oportunidad perfecta para conjuntar las luchas de los trabajadores de estas tres instituciones por un contrato colectivo único que permita una vida laboral digna, tras las reformas implementadas por el gobierno en el último periodo, las condiciones laborales y la decaída del servicio por falta de infraestructura, personal, etc. Hacen necesaria una movilización nacional por parte de estos sindicatos capaces de remover de fondo la estructura del sector salud para ponerla al servicio de los trabajadores con una atención digna para todos. La contradicción no se encuentra entre la calidad del servicio y las condiciones laborales, ambas van de la mano, entre mejores condiciones laborales tengan los trabajadores del sector salud mejores serán los servicios, por lo tanto es una lucha en la que tenemos que involucrarnos todos los trabajadores del país que somos los que sostenemos económicamente y recibimos atención de estas instituciones.

La verdadera contradicción se encuentra en la gran cantidad de médicos, enfermeras, técnicos, químicos, biólogos, etc. que se encuentran desempleados y que sin embargo, hacen falta en los hospitales.

Otra contradicción son los grandes salarios que reciben los directivos de estas instituciones, mismos que alcanzan cifras de 213 mil 190 pesos en comparación con el sueldo medio de un médico familiar que es de aproximadamente 6 mil 41 pesos mensuales, según datos de un reporte de caso de investigadores de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, del 2005.

Finalmente el Seguro social, sea el SP o el del IMSS o el del ISSSTE lo pagamos todos los mexicanos a través de nuestro trabajo, es mentira que sea un regalo del gobierno, esta idea tantas veces repetida solo ha servido para mermar la exigencia de un servicio de calidad. Los trabajadores de este sector están dando pasos importantes en la exigencia de mejora de las condiciones del sector salud, con el paro de labores del pasado 8 de marzo, gracias a esta jornada de lucha es que se logro la homologación para este año, ¡La lucha sirve! Y lejos de bajar la guardia, debemos ir por más, infraestructura, prestaciones, jubilaciones dignas, eliminación de las AFORES, etc. hasta lograr tener un seguro social digno.


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