La defensa de los derechos de la mujer trabajadora tiene un largo historial. En la época moderna, con la proclamación de los derechos del hombre y del ciudadano en la revolución francesa de 1789 se pretendía dotar de toda una seria de derechos a la humanidad, incluidas las mujeres. Desafortunadamente esto no fue así, apenas los hombres disfrutaban de pequeñas migajas de estos derechos y a las mujeres nunca les toco ni una brisa de estos derechos.

 

Las revoluciones democráticas burguesas en Europa significaron sin duda un avance en el desarrollo de las fuerzas productivas pero también representaron más explotación hacia los hombres y mujeres pobres. Engels nos relata en su libro La situación de la clase obrera en Inglaterra como eran las condiciones de vida de las trabajadoras, madres y esposas: El trabajo fabril deja su huella en el físico femenino. Las deformidades creadas por ocho horas largas de trabajo son bastante más serias entre las mujeres. Las largas horas de trabajo a menudo originan deformidades en la pelvis, en parte debido al desarrollo anormal de los huesos de la cadera, y en parte también por deformaciones en la parte inferior de la columna vertebral. (Pág. 188)

 

Y más adelante nuestro autor continúa: Esas trabajadoras tienen un parto más difícil que otras mujeres, y esto está confirmado por varias comadronas y obstetricias, también tienen más predisposición al aborto. Además, sufren el debilitamiento general que es común a todos los trabajadores, y cuando están embarazadas continúan trabajando en la fábrica hasta el momento del parto, de otra forma, perderían sus salarios y temen que se las sustituya si dejan de trabajar demasiado pronto. Con frecuenta ocurre que las mujeres están trabajando una noche y a la mañana siguiente, dan a luz en la fábrica entre la maquinaria... Si no se obliga a estas mujeres a regresar al trabajo en dos semanas, están agradecidas y se sienten afortunadas. Muchas regresan a la fábrica después de ocho e incluso después de tres o cuatro días... Naturalmente, el temor a ser despedidas, el miedo al hambre las lleva a la fábrica a pesar de su debilidad y desafiando al dolor. (Pág. 189)

 

Estas condiciones de miseria y explotación sentaron las bases para los primeros brotes de protestas y levantamientos por los derechos de la mujer y el hombre. Uno de los primeros personajes en reivindicar estos derechos fue Flora Tristan (1803-1844) que influida por el pensamiento de la Ilustración y mas en concreto por el pensamiento de los socialistas utópicos escribe “La Unión Obrera” donde reclama la justicia hacia el hombre y la mujer y explica que ambos son esclavos del mismo yugo:   A vosotros, obreros que sois las víctimas de la desigualdad de hecho y de la injusticia, a vosotros os toca establecer al fin sobre la tierra el reino de la justicia y de la igualdad absoluta entre la mujer y el hombre. Dad un gran ejemplo al mundo (...) y mientras reclamáis la justicia para vosotros, demostrad que sois justos, equitativos; proclamad, vosotros, los hombres fuertes, los hombres de brazos desnudos, que reconocéis a la mujer como a vuestra igual, y que, a este título, le reconocéis un derecho igual a los beneficios de la unión universal de los obreros y obreras.

 

También en el siglo XIX Engels y Marx destinan obras cumbres al problema de la mujer y la familia, (El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado; La sagrada familia; La situación de la clase obrera en Inglaterra; etc.) ellos analizan los problemas de la mujer no desde un punto aparte del desarrollo de la sociedad y/o la lucha de clases sino como un resultado de esta. Ellos insisten en que la emancipación de la mujer será plena y no una fantasía cuando los oprimidos en su conjunto se emancipen y sean quienes dirijan y controlen democráticamente la sociedad, una sociedad socialista.

 

Con el desarrollo del capitalismo viene el desarrollo y robustecimiento de la clase obrera, por ello para principios del siglo XX las mujeres que representaban ya un sector muy importante de la producción se movilizan por la igualdad de sus derechos, entre ellos el derecho al voto. En la primera década del siglo es donde se protagonizan movilizaciones que dan origen al día Internacional de la Mujer, unos argumentan que se reivindica tal fecha por los acontecimientos de 1908 en la ciudad de Nueva York cuando obreras textileras se van a huelga por sus condiciones de trabajo en la  fabrica Cotton y el patrón como respuesta las encierra en la fabrica y prende fuego dando como resultado 129 obreras muertas.

Otra, interpretación es la vinculada con los movimientos socialistas norteamericanos, donde las mujeres del partido socialista Norteamericano en 1908 comienzan ha realizar actividades por el derecho al sufragio, la lucha contra la esclavitud y el sometimiento sexual, acciones denominadas como Woman’s Day. Al año siguiente en 1909 las trabajadoras del textil nuevamente se movilizan por las mismas demandas, mejores condiciones de trabajo, bajo el lema “pan y rosas”. La huelga duro trece semanas participando cerca de treinta mil obreras, este movimiento posteriormente reivindico el derecho al voto y la prohibición del trabajo infantil.

 

Otro antecedente bastante relevante a considerar es la Segunda Conferencia de Mujeres Socialistas realizado en Copenhague, Dinamarca, el 27 de agosto de 1910. Dicha conferencia contó con la asistencia de más de 100 delegadas de 17 países representando sindicatos, partidos socialistas y organizaciones de trabajadoras. En tal reunión Clara Zetkin perteneciente al partido socialista Alemán propone el 8 de marzo como un día donde todas las mujeres del mundo realicen acciones por la defensa de los derechos democráticos de la mujeres. 

 

De las primeras celebraciones del Día Internacional de la Mujer se produjeron en marzo de 1911, y fue seguida en Austria, Alemania, Dinamarca y Suecia. En los primeros años, el Día Internacional de la Mujer se festejaba en fechas diferentes según los países pero siempre se llevaban acabo en los últimos días de febrero o/y inicios de marzo, por las manifestaciones cotidianas que las mujeres trabajadoras hacían en esas fechas.

 

Pero sin duda un acontecimiento que marcó para siempre la historia de la humanidad fue la Revolución Rusa de 1917, tras la muerte de millones de soldados rusos a causa de la primera guerra mundial y la condiciones de vida realmente miserables de los trabajadores rusos bajo el régimen zarista, que para ese entonces no era mas que el capitalismo con su rostro mas auténtico en el marco de un país extremadamente atrasado, las mujeres rusas escogieron de nuevo el último domingo de febrero para declararse en huelga en demanda de "pan y paz", se comenta tales acontecimientos en Petrogrado, se convirtió en la chispa que hizo estallar la Revolución de Febrero y el derrocamiento de la odiada autocracia zarista.

 

Aunque en tiempos recientes las instituciones y educación burguesas han querido negarle el carácter de clase al 8 de marzo, el ejemplo mas claro de ello es el reconocimiento oficial de esa fecha por parte de la Unesco en 1977 con el objetivo de vaciar de contenido dicha conmemoración, los trabajadores debemos reivindicarla como una jornada militante por la emancipación de la mujer trabajadora no como algo separado de la lucha del conjunto de la clase obrera contra la esclavitud capitalista, sino como parte integrante y pilar indispensable de esta.

 

Claramente los orígenes de la lucha y conmemoración de los derechos de la mujer inician y van íntimamente ligados con y por la defensa de los derechos de los todos los explotados; las mujeres y la juventud son de los sectores mas oprimidos bajo el sistema capitalista pero no por eso nuestra lucha debe de ir separa de la lucha de los demás oprimidos. No compartimos el pensamiento feminista donde se argumenta que la opresión de la mujer es originada por su género, en esta sociedad quien nos oprime es la burguesía y sus gobiernos los cuales inclusive entre sus filas tienen mujeres las cuales, movidas por los intereses de clase que representan, dictan toda clase de ataques contra el conjunto de la clase trabajadora, sean hombres o mujeres. Un ejemplo mas concreto es la exprimer ministro de Inglaterra Margaret Thatcher, que durante sus trece años de gestión al frente del gobierno británico, no hizo nada por los derechos de la mujer sino todo lo contrario. Un ejemplo mas reciente es el de la actual Secretaria de Estado Hillary Clinton, quien sin ninguna contemplación aplica la política que el imperialismo yanqui necesita para asegurar su dominio como máxima potencia capitalista sin importarle las funestas implicaciones que ello tenga sobre los mujeres y hombres de prácticamente todo el orbe.

 

Para la realidad mexicana, una serie de ejemplos que habla de ello muy gráficamente son los casos de la exprimera dama Marta Sahagún, esposa del expresidente Fox o el de la actual primera dama Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón, la cual está involucrada en el tráfico de influencia e irregularidades que derivaron la tragedia de la guardería en Hermosillo, Sonora, del año pasado la cual dejo mas de 40 niños muertos victimas de un incendio. Y ni que decir de Mariana Gómez del Campo, diputada panista por el DF y prima de la actual primera dama, responsable de impulsar a fondo la campaña de contra el derecho al aborto y de fomentar un ambiente de odio y linchamiento contra la mujeres que han abortado. Muchas de estas últimas mujeres, victimas de esta campaña, ahora están en prisión en diferentes puntos del país culpadas por ejercer este que uno de sus derechos más básicos.

 

Las mujeres trabajadoras siempre hemos jugado un papel relevante en la lucha por una sociedad mejor, luchando codo a codo con nuestros compañeros de clase, lo vemos ahora mismo con la lucha del SME donde miles de trabajadoras se han suma a la lucha sin hacer una distinción de por ser mujeres; los demostramos en el pasado y lo demostraremos en el futuro, que nuestra lucha es la misma que la de todos los explotados y será con ellos y no de forma separada que lograremos nuestra emancipación la cual no se puede lograr sin luchar contra la explotación capitalista y la opresión de toda índole que nos impone la burguesía.

 

¡¡¡Viva la lucha de la clase trabajadora!!!

¡¡¡La lucha por la emancipación de la mujer… es la lucha por el socialismo!!!


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