Minneapolis está preparada para ser la primera ciudad del medio oeste en aprobar el salario mínimo de 15 $ la hora. Después de tres años de campaña iniciada por Socialist Alternative y 15 Now, apoyada por el amplio movimiento obrero y progresista, el Ayuntamiento de Minneapolis aprobó por unanimidad una directiva de personal para elaborar la ordenanza del salario mínimo de 15$ la hora y propuso el voto final el 30 de junio.

Si se aprueba, esta victoria dará un importante impulso a la campaña electoral para las municipales de Ginger Jentzen, militante de Socialist Alternative, antigua Directora Ejecutiva de 15 Now y principal fuerza impulsora de la lucha por los 15$ en Minneapolis.

En lo que es una victoria crucial para los trabajadores, la ordenanza no incluye un salario mínimo más bajo para los trabajadores que suelen recibir propinas, una demanda de los empresarios de restaurantes que han presionado mucho durante estos últimos meses. La directiva propone una fase de cuatro años para las grandes empresas, pero deja sin fijar el tiempo para las pequeñas y la definición de lo que constituyen pequeñas empresas. El ayuntamiento también acordó una concesión preocupante, el establecimiento de un “salario de formación” inferior de 90 días para los trabajadores menores de 20 años.

Mientras que la situación actual está claramente del lado de los trabajadores para ganar los 15$, existe el riesgo real de que las empresas escalen la presión en las próximas semanas y arranquen más concesiones o incluso prolonguen la fase de aplicación. El mayor error del movimiento por los 15$ sería que se confiase y celebrara una victoria prematura. El movimiento debe seguir vigilante y continuar intensificando la presión para que la ordenanza sea la mejor posible hasta que se produzca la votación final.

A pesar del largo período de implantación y otras concesiones, esta ordenanza del salario mínimo, si se aprueba, representaría posiblemente la mayor victoria para la izquierda y el movimiento obrero de las Ciudades Gemelas en décadas. En una época de incremento de la desigualdad, el salario mínimo de 15$ la hora aumentaría los salarios para 71.000 trabajadores de Minneapolis, según un nuevo estudio, se calcula que embolsaría 140 millones de dólares anuales en los bolsillos de los trabajadores. ¿Alguna otra ciudad ha aplicado una política que provoque una transferencia tan grande de riqueza de las grandes empresas a los trabajadores como ha sucedido en la historia de Minneapolis?

Especialmente para las mujeres y trabajadores de color, que siguen concentrándose en empleos de bajos salarios, para ellos una victoria de los 15$ representaría un paso adelante importante, daría un enorme impulso a la lucha contra las peores desigualdades raciales de la nación que se dan en Minnesota. Si Minneapolis se convierte en la primera ciudad norteamericana no costera que aprueba los 15$ abrirá las puertas a más victorias en el Medio Oeste que se ha visto diezmado por la crisis.

En tres años, la lucha por los 15$ en Minneapolis pasó de estar aislada de la izquierda a convertirse en una consigna central del movimiento obrero y progresista de la ciudad en las elecciones municipales de 2017. Socialist Alternative fue la primera organización que popularizó la reivindicación de los 15$ en Minneapolis con una campaña puerta a puerta en toda la ciudad en la campaña electoral de 2013 en Ward 9, que se quedó a 229 votos de ganar. “Esta es una enorme victoria para muchos de nosotros que llevamos años trabajando por ello”, decía después de votar Alondra Cano, concejal del ayuntamiento. “No es un secreto que este movimiento comenzó en Ward 9 con personas como Ty Moore, Ginger Jentzen y Verónica Mendez-Moore [líder de CTUL]”.

En noviembre de 2013, Kshama Sawant ganó su primer puesto de concejala en Seattle siendo pionera del llamamiento popular por el salario mínimo de 15$ la hora, a los seis meses de ganar Seattle fue la primera ciudad importante que aprobaba los 15 $. La subida salarial en Seattle fue un triunfo histórico y, junto con la oleada de huelgas inspiradoras de los trabajadores de comida rápida del año anterior, ayudó a generar el movimiento por los 15$ en todo el país.

La estrategia de los debates y el Partido Demócrata

El movimiento obrero en Minneapolis al principio era escéptico con ganar los 15$, incluso después de la victoria en Seattle en junio de 2014. A principios de 2015, la Organización de Barrios por el Cambio (NOC) y el Centro de Trabajadores Unidos en lucha (CTYUL), dos grupos por los derechos de los trabajadores encabezados por personas de color, crearon una coalición con 15 Now y Socialist Alternative, abriendo un debate serio dentro del movimiento obrero. Finalmente, en abril de 2015 una coalición más amplia de sindicatos importantes y organizaciones progresistas sin ánimo de lucro públicamente apoyó el llamamiento popular por los 15 $ en Minneapolis.

Una fundación por la lucha por los 15$ en Minneapolis fue la organización que trabajó entre los trabajadores con bajos salarios, especialmente el CTUL, NOC, SEIU y 15 Now. Las huelgas de comida rápida y las protestas popularizaron la reivindicación de los 15$ y mostraron las voces de los más impactados por los bajos salarios en el centro del debate en Minneapolis.

Incluso entonces, se necesitaron dos años de escalonamiento de las tácticas contra el alcalde y el ayuntamiento, y un debate interno dentro del movimiento sobre hasta qué nivel se podría presionar a los líderes del Partido Demócrata, muchos de ellos pretendían ser aliados del movimiento obrero pero se negaban a luchar por los 15$. La alcaldesa Betsy Hodges en particular, que ganó las elecciones de 2013 como una figura progresista pero después continuamente ha cortejado el apoyo de las grandes empresas, públicamente siguió oponiéndose a cualquier subida del salario mínimo en Minneapolis hasta el pasado mes de enero cuando de repente cambió de posición debido a la lucha por la reelección. El miembro del ayuntamiento Jacob Frey, uno de los principales rivales de Hodges, que apoyó públicamente la reivindicación este mes de abril.

A principios de 2016 estaba claro que el salario mínimo de 15$ tenía pocas probabilidades de prosperar si el movimiento se limitaba a las tácticas que evitaban un enfrentamiento público con la alcaldesa Hodges o con la mayoría del pro empresarial Partido Demócrata que domina el ayuntamiento. Desgraciadamente, esta estrategia de priorizar las relaciones con el Partido Demócrata siguió siendo la política de la mayoría de los dirigentes sindicales y progresistas en la coalición 15$.

Este debate sobre la estrategia de nuestro movimiento político alcanzó su punto culminante cuando había que decidir si se sometía a votación el salario mínimo de 15$ a los votantes en noviembre de 2016. La mayoría en el ayuntamiento se oponían ferozmente a permitir que decidieran los votantes, porque eso impediría diluir la política a favor de sus financiadores empresariales y porque crearía un precedente peligroso, dando a los movimientos sociales la confianza necesaria para que pudieran basarse en su fuerza, no en el establishment político, para conseguir el cambio.

La oposición de los líderes del Partido Demócrata a la iniciativa de la votación significaba que la mayoría de la coalición 15$ no apoyaba esta medida. Sin embargo, las fuerzas de izquierdas dentro de la coalición encabezadas por Socialist Alternative, 15 Now y el NOC recogieron casi 20.000 firmas que legitimaban la iniciativa en las urnas. Esto fue apoyado activamente por el CTUL, junto con el sindicato de enfermeras de Minnesota y el de trabajadores de comunicaciones entre otros, dos de los pocos sindicatos que apoyaron a Bernie Sanders en su momento.

En una batalla pública, sólo los miembros del ayuntamiento Cam Gordon y Alondra Cano resistieron la presión política y empresarial. Oculto tras dudosas objeciones legales, el ayuntamiento votó 11-2 bloquear que la iniciativa 15$ pasara a los votantes. En agosto, 15 Now y el NOC llevaron a los tribunales al ayuntamiento de Minneapolis, finalmente el juez ordenó que la enmienda se presentara a votación en noviembre. Sin embargo, la ciudad apeló y el Tribunal Supremo de Minnesota, dominado por republicanos, anuló la decisión del juez y negó a los votantes la oportunidad de aprobar la enmienda de los 15$.

Aunque se perdió la batalla en los tribunales, en la lucha por conseguir la votación el movimiento por los 15$ consiguió ganar la guerra de la opinión pública. Durante el debate público una encuesta demostraba que el 68% estaba a favor de nuestra enmienda por los 15$, comparado con el 25% que se oponía. Como una concesión a la presión pública, el ayuntamiento acordó crear una comisión para estudiar los 15$ y estableció un proceso formal para considerar de nuevo la subida del salario mínimo en 2017. A pesar de los anteriores desacuerdos, la coalición comunitaria-movimiento obrero por los 15$ se unió para presionar por los 15$ hasta la victoria de este año, bloqueando los intentos de las empresas de imponer una multa o lograr otras concesiones importantes.

Las elecciones municipales de 2017

En este contexto la defensa del salario mínimo de 15$ junto con reivindicaciones de reformas por la igualdad racial, se convirtieron en los principales puntos de las campañas municipales de 2017. Los Demócratas en el Ayuntamiento se enfrentaron a la presión creciente de los seguidores de Bernie, que impulsaron una participación récord en las primarias demócratas de esta primavera. Al final, la mayoría de los conservadores en el ayuntamiento perdieron la nominación del Partido Demócrata o fueron bloqueados por los activistas de izquierda pro-15$.

Dentro de esta amplia polarización política en la ciudad, se lanzó la campaña para el ayuntamiento de la ciudad Ward 3 de Ginger Jentzen. Utilizando su campaña electoral para escalar la presión dentro del ayuntamiento por los 15$, la militante de Socialist Alternative y antigua Directora Ejecutiva de 15 Now está ofreciendo a los votantes una prueba de lo que puede conseguir una organizadora socialista elegida para el ayuntamiento. Como las campañas socialistas de Kshama Sawant en Seattle, la campaña de Jentzen está teniendo un impacto en toda la ciudad sirviendo de plataforma para dar voz y dirección política a los activistas del movimiento.

Con Socialist Alternative como el núcleo de la base activista, la campaña de Jentzen ha ganado un apoyo amplio, incluida la Asociación de Enfermeras de Minnesota y el sindicato de trabajadores de comunicaciones, Communication Workers of America. Sin embargo, la mayoría de los sindicatos y fuerzas progresistas siguen aún atados al Partido Demócrata, a pesar de que la experiencia de la lucha por los 15$ subraya la necesidad de una política de izquierdas independiente.

Mientras que un triunfo de los 15$ las próximas semanas sin duda aumentará el entusiasmo y el apoyo a Ginger en las elecciones de noviembre, también puede suceder lo contrario. La Cámara de Comercio y sus aliados dentro del ayuntamiento entienden que, dada la impaciencia popular y el enorme entusiasmo por los 15$, un fracaso en aprobar rápidamente la subida del salario mínimo supondría el riesgo de una rebelión de los votantes en noviembre.

Para evitar perder más control político, evitar que la rabia popular se canalice hacia la campaña de Jentzen o las campañas de otros demócratas progresistas que se presentan frente a los Demócratas oficiales, las grandes empresas se han visto obligadas a aceptar los 15$ mientras continúan luchando para prolongar el máximo posible la fase de implantación, la imposición de multas o cualquier otra concesión.

Durante los últimos cuatro años los trabajadores y activistas han impulsado la lucha por los 15$, con la mayoría de políticos en su contra. Ahora más que nunca necesitamos incrementar la presión desde abajo para ganar con la mayor fuerza posible los 15$, luchando contra los intentos de las grandes empresas de prolongar la fase o concesiones extras para proteger sus beneficios. El alquiler no puede esperar y tampoco un salario digno.

La poderosa rebelión que ha casi ha ganado los 15$ hora muestra el potencial para construir un tipo de política totalmente nueva en Minneapolis. El impulso detrás de la campaña de Ginger Jentzen en Ward 3 en exigir sin disculparse que Minneapolis satisfaga las necesidades de la clase trabajadora cambiando radicalmente sus prioridades políticas. Un triunfo de los 15$ mostrará que podemos construir una izquierda alternativa poderosa a la política empresarial.


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