“La comida es más cara, y el salario más reducido. Los analistas consideran que el poder de compra se recuperará conforme la economía crezca y permita fortalecer salarios. Por el momento, no será posible, pues según estimación del Banco Central el Producto Interno Bruto apenas crecerá 2.25% en 2008”.
Las anteriores líneas no fueron escritas por ningún articulista de izquierda, son líneas extraídas de uno de los diarios más reaccionarios en México, el Diario Milenio. En México la crisis económica ha adoptado tales magnitudes que ni siquiera las publicaciones de derecha pueden ocultarlo, intentarlo sería una empresa muy difícil.
Los analistas informan que en este pasado mes de julio se logró la inflación más alta no vista desde el mes de noviembre de 2004, para situarse esta en 5.39 % y superar así las expectativas trazadas por el gobierno de Calderón a principios de año la cual se había pensado no llegaría a más del 3%. Pero también advierten que esta cifra podría llegar al 6% para finales de este año, así la inflación estaría logrando ser el doble de lo previsto.
Los trabajadores sabemos perfectamente que significan estas cifras: pobreza y dificultades hasta para comprar lo más básico. En el D.F. el costo del transporte público para el viaje mínimo es de 3 pesos, algunos cobran 4 pesos, pero en el Estado de México el viaje mínimo cuesta 7 pesos. La canasta básica resulta imposible adquirirse con un solo salario mínimo, hoy día se necesitan tres minisalarios para adquirir apenas el 70 % de esta. La harina, el trigo, han incrementado sus precios en 100%, mientras que el arroz subió 80%, la carne 50% y la tortilla que es base de la alimentación en México se incremento en 25%. Pero esto ocurre en el D.F. en el resto de estados la situación es aún más crítica.
Futuro miniaumento salarial
Cada año, los empresarios y el gobierno en turno argumentan que los salarios no pueden incrementarse porque de hacerlo la inflación alcanzaría cifras históricas. Es decir que según esto, la política de salarios de hambre resulta en un beneficio para los trabajadores. Pues han sido años de contenciones salariales y como vemos la inflación ha subido a pesar de ello.
El pelele de Calderón no se ha cansado de decir que en términos de economía, la cosa va bien en tierras mexicanas, la realidad es muy distinta para todos los trabajadores, para nosotros sólo miseria y hambre es lo que está servido en la mesa. Ante esta situación se necesita que los sindicatos y el PRD-CND convoquen a una huelga de 24 horas en contra de esta política miserable. Pero al mismo tiempo los trabajadores debemos luchar por construir un autentico partido revolucionario que sea capaz de llevar esta lucha hasta las últimas consecuencias. Ese es el partido que estamos construyendo en “Militante”, intégrate compañero, tu esfuerzo es fundamental, aquí tienes un lugar para luchar y transformar desde la raíz a la sociedad.
Rodrigo Cruz
Septiembre 2008
Ante la crisis alimentaria que se vive en todo el planeta y sus efectos sobre México, el espurio Calderón presentó el domingo 26 de mayo un plan con el supuesto objetivo de asegurar el abasto de alimentos y al mismo tiempo tratar de impedir que los precios de éstos continúen ascendiendo.
La iniciativa refleja ya el nerviosismo del régimen ante la tensión que se ha venido acumulando porque, entre otras cosas, a lo largo del calderonismo los trabajadores han padecido diferentes ataques a su ya limitada capacidad de consumo. Primero fue el caso del Tortillazo, cuando el 18 de enero del 2007 Calderón pactó con los productores, empresarios y comercializadoras un incremento del 42% al precio del kilogramo de tortilla, pasando este de 6.50 a 8.50 pesos. Después, en ese mismo año, vino el Gazolinazo, el cual, ya tan sólo su aprobación en septiembre, se trasformó en un factor de peso para que en ese mismo mes, y como resultado de la evolución de los precios desde septiembre del 2006, el valor de la canasta básica se inflara en un 34.17%.
A este par de fatalidades se les han unido de manera mas reciente los efectos en nuestro país de la crisis alimentaria mundial la cual ha provocado que de mayo de 2007 a mayo de 2008, de acuerdo al Banco de México (Banxico), los precios del arroz en el mercado nacional se hayan incrementado en un 33.6%, los del aceite vegetal comestible en un 50.6%, el del pan de caja en un 21.7%, la harina de trigo en 30.40%, el pollo en pieza en un 10.2 y la carne y el huevo en un 6.5%.
Todo los anteriores factores, al lado del desempleo y de los minisalarios, por ejemplo, han contribuido para mantener a cuando menos la mitad de la población en un situación de pobreza. De entre ellos, unos 20 millones viven en extrema miseria, es decir que no pueden cubrir satisfactoriamente sus requerimientos nutricionales mínimos diarios.
Calderón, consciente del costo político que puede tener este fenómeno inflacionario, ha reaccionado ofreciendo un paquete de medidas para tratar de revertir dicha situación, o cuando menos contenerla. Pero una revisión detenida de las propuestas de Calderón hace evidentes que éstas tendrán un efecto más que limitado en relación a sus objetivos.
¿Qué es lo que propone en general Calderón para atajar esta crisis? Veamos algunos de los puntos mas destacados de su estrategia:
1.- La importación de diferentes productos agrícolas de cualquier parte del mundo y libre de aranceles. A este respecto es necesario destacar que ya por sí mismo la importaciones de esta clase de productos a partir de los acuerdos del TLC, mismo que posibilitó la eliminación de aranceles de manera paulatina hasta lograr su totalidad en enero de este año, ha significado la ruina para millones de productores rurales medianos y pequeños, propiciando la caída en la producción del campo mexicano e incentivando la dependencia alimentaria del exterior. Tal tendencia ha provocado que, para poder cubrir la demanda interna, México haya tenido que importar 110 mil millones de dólares en alimentos entre 1994 y 2006. Se calcula que hoy día esa cantidad ya acumuló otros 10 mil millones de dólares. Tan sólo durante el primer trimestre de este 2008, ya se tuvieron que invertir para dicho objetivo 5044.9 millones de dólares, es decir un 31.4% más de lo que se requirió un año antes en el mismo lapso de meses.
Con dicha medida lo único que se va a lograr es profundizar esa clase de dependencia, traduciéndose ello en una ruina mayor para el campo mexicano. Si esa multimillonaria cifra empleada durante todos esos años hubiera sido destinada a fortalecer el campo mexicano la situación sería diametralmente opuesta a la que se vive hoy pues la independencia alimentaria y la importante oferta de productos estarían asegurando el acceso a alimentos suficientes y con precios bajos. Pero ello implicaría tener a las mayorías en el centro de la política del Estado, sin embargo bajo el capitalismo esto es imposible. En este sistema lo primero son los negocios y los intereses de un puñado de banqueros y empresarios. Los verdaderos ganadores de la libre importación de productos agrícolas debido al TLC han sido las grandes empresas que monopolizan esa clase de mercado, que se benefician de su papel como intermediaros y del hecho de que no tienen que pagar impuestos por sus importaciones. Esto último se trata de un subsidio indirecto que reciben estos empresarios por parte del Estado, y en ese mismo sentido se encuentra otra medida definida por Calderón en el sentido de reducir los aranceles en un 50% de las importaciones de leche en polvo.
2.- Se incrementa en $ 120 el apoyo otorgado a través del programa Oportunidades, pasando de 535 a 655 pesos mensuales. La ínfima cantidad entregada por medio de este programa para combatir la pobreza extrema es de por sí ya una broma de mal gusto para la población que lo recibe. Además, si miramos el porcentaje en que será incrementada esta clase de ayuda resulta que ni siquiera este aumento compensa la pérdida real para los que reciben este apoyo pues, mientras Oportunidades aumenta un 22,4%, los precios de 42 productos de la canasta básica ya se incrementaron en un 47% entre diciembre del 2007 y mayo del año en curso. De paso, esta realidad anula los efectos que podría tener otra iniciativa anunciada por FeCal sobre la integración, en coordinación con tiendas de autoservicio, de una canasta básica alimentaria a precios accesibles [¿pero acaso siguen siendo accesibles?]para evitar incrementos abruptos. Nótese el descaro de Calderón: el objetivo de esta canasta es evitar aumentos abruptos, es decir repentinos, no el de impedir los aumentos.
3.- No habrá incremento del precio del kilo de tortilla, el cual se fijo en enero a 8.50 pesos. Pues duró poco el encanto: Banamex reporta que en varias regiones del país este producto ya se vende a 11.50 pesos. (La Jornada 070608) Dicho reporte es sólo el anticipo de lo que está por venir respecto a este producto que cubre el 70% de la dieta de las familias trabajadoras, y en especial la de los más pobres de México.
4.- El litro de la leche Liconsa se mantendrá a 4 pesos. Esto suena bien, pero si pasamos al terreno de las cifras nos daremos cuenta de que esta medida es parcial y muy limitada. La cobertura de Liconsa en 2007 alcanzo a 5 millones 828 mil 760 de mexicanos, de un universo aproximado de 50 millones de pobres de los cuales 20 viven en extrema pobreza. Dada la política de ajustes de Calderón es imposible pensar que dicha cobertura se haya incrementado significativamente en 2008, por consecuencia los números de un año a otro seguramente son muy similares. Así que, dada esta situación, aproximadamente el 70% de la población en extrema pobreza será marginada de las migajas que arrojará Calderón por medio de Liconsa. Ese porcentaje es por mucho mayor si tomamos como parámetro a los 50 millones considerados en situación de pobreza a secas. Los millones que quedan marginados de Liconsa tendrán dos opciones: una, hacer mayores sacrificios para adquirir un litro de leche que se cotiza entre 10 y 11 pesos en tiendas de autoservicio, o dos, renunciar al consumo de este lácteo. Millones de familias seguramente optarán por la segunda opción.
Para explicar la problemática alimentaría en México Calderón sólo mira hacia fuera (el aumento de la demanda de alimentos en China e India y los altos precios internacionales del petróleo…) pero no dice ni una sola palabra sobre factores de carácter interno que también están jugando un papel relevante en la crisis que se padece. Por un lado esta el caso de los monopolios especuladores como Maseca, Minsa, Monsanto y Cargill, que imponen toda clase de condiciones en el mercado nacional de granos y alimentos con el beneplácito del gobierno.
Por ejemplo Cargill ya ha acaparado 200 mil toneladas de maíz en lo últimos 12 meses, recibiendo por ello subsidios del gobierno por 500 millones de pesos, y también ha adquirido de manera anticipada uno de los 5 millones de toneladas de maíz que se producirán en la siguiente cosecha del estado de Sinaloa. Esta clase de acaparadores y de intermediarias hacen que, por ejemplo, una tonelada de maíz en Sinaloa sea adquirida en bodega a 2 mil 800 pesos, para ser vendida en el DF a 3 mil 250 y culminar en su venta para molino y su transformación en harina para tortilla en 3 mil 300 pesos.
Por si fuera poco, por lucrar con el hambre del pueblo trabajador, esos acaparadores y especuladores recibirán un nuevo subsidio del gobierno definido tan sólo un día después de que Calderón anunciara su pseudo estrategia antihombre, consistente en un apoyo de 100 pesos por cada tonelada de maíz que sea importada. Esta cantidad se suma a los 190 pesos de flete por tonelada y a los 185 pesos de almacenaje por tonelada que ya desde antes recibían, sumando en total ahora un subsidio por tonelada 475 pesos.
A este factor se une la ruina del campo mexicano, el cual, ante el abandono estatal y la clase de competencia a la que se ha visto obligado por medio del TLC, ha agotado rápidamente sus reservas y en tres décadas fue trasformado en una fuente débil e insegura para cubrir la demanda alimentaria del mercado interno pues, a lo largo de esos años, y su participación en el desarrollo de la economía nacional, el PIB, paso del 10.3 al 3.9%. Este desarrollo raquítico del campo mexicano ha terminado por paralizarlo ante la crisis alimentaría que está afectando a México.
Calderón no habla de estos parásitos monopolios ni de la ruina del campo porque su gobierno, junto con el de Fox y sus antecesores del PRI, son responsables de todo ello. Ellos abandonaron a sus suerte al campo y a los campesinos, fomentado y dándole vida a zánganos como Roberto González, el dueño de Maseca, que ha hecho cuantiosas fortunas monopolizando el mercado interno y externo del maíz.
Ante esta política y ante la barbarie que se aproxima, si es que le dejamos las manos libres a Calderón y la burguesía, los trabajadores debemos actuar unificando a nuestras organizaciones, los sindicatos y el PRD, levantando nuestras demandas, luchando por una huelga nacional de 24 horas contra la carestía y exigiendo un aumento salarial de emergencia del 100%.
El Estado gobierna para los burgueses sin importar en lo más mínimo la situación de los trabajadores y los campesinos pobres. Bajo el capitalismo esto no puede ser de otra manera. Ante ello tomamos medidas o la burguesía nos terminará imponiendo una realidad mas amarga de la que vivimos en la actualidad. Un síntoma de esa posibilidad es la caída del 5% de consumo de alimentos naturales y procesados registrada a lo largo del primer trimestre de este año, ello de acuerdo a la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicios. Esto es sólo el inicio, y lo peor esta por venir siempre y cuando no derroquemos a la burguesía y a su gobierno. Socialismo o barbarie, esa es la disyuntiva para el proletariado mexicano y de todo el mundo.
Escrito por Pepe Blanes
20 de mayo de 2008
Cuando uno aborda el estudio de la nueva etapa de crisis a que se enfrenta el sistema capitalista no puede menos que evocar al viejo Heráclito, quién basándose en la observación de la naturaleza afirmaba aquello de que "El sol es el mismo y es nuevo cada día".
La traducción marxista en el campo de la economía de esta profunda idea, es la de que sólo se puede abordar el estudio y comprensión de las crisis del sistema capitalista partiendo de sus leyes fundamentales, de su movimiento, de sus contradicciones básicas. Las mismas, como Marx explicó de manera sistemática en El Capital, proceden de sus fundamentos y aportaciones originarias -la propiedad privada de los medios de producción y cambio y la formación del Estado nacional- características que ayer, en su etapa de lozanía juvenil, significaron elementos de avance y progreso negando el viejo particularismo de la sociedad feudal (en cuyo seno se había gestado la clase burguesa ascendente) y que ya, en los albores del siglo pasado, habían devenido en freno absoluto para el desarrollo de las fuerzas productivas y, por tanto, para el avance social.
Si reflexionamos sobre la "Esencia" de la historia Humana, o dicho de otra manera, acerca de la evolución en el tiempo de las formas de organización social de la especie animal Homo Sapiens Sapiens (que representa el estadio en el que la materia se hace consciente de sí misma), podemos afirmar con Marx que ésta se reduce en última instancia a la lucha de clases antagónicas. Esto, en lenguaje de la economía política se traduce en afirmar que la historia de la sociedad humana está ligada indisolublemente a la lucha por lograr una forma o estructura de organización socioeconómica que en su contexto concreto de tiempo y espacio garantice la producción de los recursos necesarios para satisfacer las necesidades de subsistencia de la especie y de sus descendientes inmediatos. Cuando esa forma de organización no permite seguir desarrollando las fuerzas de producción inevitablemente deja de jugar un papel progresivo y entra en crisis. En su seno, y desde su propio éxito inicial, se generan las fuerzas (una nueva clase ascendente) que la negarán, garantizando una forma de organización social superior. Por supuesto que ningún proceso en la naturaleza es automático y mucho menos aún en la evolución de la sociedad humana, donde la intervención consciente de los hombres es decisiva. De hecho, ninguna clase dominante se suicida, y es imprescindible que si la nueva clase ascendente quiere triunfar tiene que dar una forma acabada a sus objetivos y en torno a ese programa organizarse para la toma del poder y así destruir las viejas formas sociales, la superestructura (política, jurídica, moral; en suma, la maquinaria estatal) y crear un nuevo Estado, instrumento de dominio de la clase revolucionaria, adaptado a las nuevas necesidades para el desarrollo de la producción.
Podemos, por tanto, afirmar que las crisis periódicas a las que en la época actual se enfrenta de forma recurrente la Economía de Mercado responden, de un lado, a las mismas contradicciones fundamentales y al mismo tiempo son distintas y específicas, porque en cada ocasión se manifiestan de acuerdo a unas coordenadas particulares de tiempo y lugar, que se encarnan y concretan en unas relaciones políticas y sociales dadas entre las distintas clases y Estados y, así mismo, en un grado determinado de desarrollo de las relaciones y contradicciones económicas.
Para entender algunas de las características de la fase actual de crisis en la que está entrando la economía a nivel mundial, vamos a tomar en consideración los aspectos más significativos que desarrollaremos a lo largo de tres artículos:
1.- Qué representa hoy para la vida de las distintas naciones el Mercado Mundial, o utilizando la jerga de los expertos económicos del sistema: qué significa la "Globalización".
2.- Ayer y hoy de un coloso, los EEUU en el siglo XXI.
3.- El papel del Capital Financiero y la División Mundial del Trabajo. La lucha a muerte por la redistribución de los Mercados.
1.- El dominio aplastante del Mercado Mundial
Si partimos de que el criterio fundamental de la razón humana es el de la Experiencia, podremos afirmar que la corrección o validez de una ideología sólo se puede evaluar en su correspondencia con la realidad viva. Dicho de otra forma, sólo a través de un método de análisis que corresponda con la realidad podremos anticipar la evolución de un proceso y, por tanto, intervenir activamente para cambiarlo o modificarlo.
En este sentido merece la pena calibrar a la luz de la experiencia la capacidad de previsión del marxismo en cuanto a la significación y trascendencia del desarrollo del mercado mundial y, frente a ello, contraponer la propaganda masiva acerca del inicio de la era de la "globalización" a la que sólo hace tres lustros, en los comienzos de la década de los 90 del siglo XX, los gurús económicos del establishment presentaron como un prodigio de modernidad.
Si existe un fenómeno recurrente a lo largo de los últimos 160 años es el anuncio reiterado de la muerte del marxismo por parte de la burguesía y toda su cohorte de ideólogos a sueldo. Como si de un grupo de lamas repitiendo un único mantra se tratara, la burguesía intenta que se alejen los malos augurios que anuncian que, hace mucho ya, el sistema del que derivan sus privilegios y prebendas se ha convertido en un obstáculo para el desarrollo de las fuerzas productivas y en una amenaza para la propia supervivencia de la humanidad.
Realmente lo que se oculta tras su obstinada insistencia en enterrar, cada poco, al mismo muerto es el miedo de las clases poseedoras a la fuerza revolucionaria de las ideas marxistas. De hecho, este temor tiene mucho que ver con la capacidad de previsión con que, desde la infancia misma de la burguesía, Marx y Engels explicaron las causas y raíces de la inevitable decadencia senil del capitalismo. Y dentro de su brillante anticipación, entre otros aspectos claves, destacaron el factor revolucionario que representaba el desarrollo del Mercado Mundial; y de esto hace ya 160 años.
"La Gran Industria ha creado el mercado Mundial, ya preparado por el descubrimiento de América. El Mercado Mundial aceleró prodigiosamente el desarrollo del comercio, de la navegación y de los medios de transporte por tierra. Este desarrollo influyó a su vez en el auge de la industria y a medida que se iba extendiendo la industria, el comercio, la navegación y los ferrocarriles, se desarrollaba la burguesía multiplicando sus capitales y relegando a segundo término a todas las Clases legadas por la Edad Media. La Burguesía Moderna, como vemos es ya de por sí fruto de un largo proceso de desarrollo, de una serie de revoluciones en el Modo de Producción y de cambio". (Marx y Engels, El Manifiesto Comunista. Febrero 1848, pág. 40 de la edición de la Fundación Federico Engels).
Y continúa:
"La Burguesía no puede existir sino a condición de revolucionar incesantemente los instrumentos de producción, y por consiguiente las relaciones de producción y con ello todas las relaciones sociales.
"Espoleada por la necesidad de dar cada vez mayor salida a sus productos, la burguesía recorre el mundo entero, necesita anidar en todas partes, establecerse en todas partes, crear vínculos en todas partes.
"Mediante la explotación del Mercado Mundial la burguesía ha dado un carácter cosmopolita a la producción y al consumo de todos los países. Con gran sentimiento de los reaccionarios, ha quitado a la industria su base nacional. Las antiguas industrias nacionales han sido destruidas y están destruyéndose continuamente. Son suplantadas por nuevas Industrias cuya introducción se convierte en cuestión vital para todas las naciones civilizadas, por industrias que ya no emplean materias primas nacionales, sino materias primas de las regiones más lejanas del mundo, y cuyos productos no sólo se consumen en el propio país, sino en todas las partes del globo. En lugar de las antiguas necesidades satisfechas con productos nacionales, surgen necesidades nuevas que reclaman para su satisfacción productos de los países más apartados y de los climas más diversos. En lugar del antiguo aislamiento y la autarquía de las naciones y regiones, se establece un intercambio universal una interdependencia universal de las naciones."
(Ibíd., pág. 42 y 43).
Una de las conquistas históricas que supuso el triunfo del dominio político de la burguesía entre los siglos XVI y XIX fue el de la creación de los Estados Nacionales (Guerra de Independencia Americana, unificación de Alemania y de Italia,...). Desde un punto de vista histórico, muy rápidamente (ya a principios del pasado siglo XX), este avance frente a las barreras feudales, que posibilitó el desarrollo de amplios mercados nacionales y por ende el de la gran industria, había devenido en un freno absoluto para el desarrollo de la sociedad. De hecho, las fronteras nacionales eran ya como una camisa de fuerza que constreñía el desarrollo de las fuerzas productivas. La interdependencia universal de las naciones que Marx había anticipado a mediados del siglo XIX, era ya hace un siglo una verdad incuestionable.
A principios del siglo XX, el proceso de concentración y la tendencia al monopolio del capital que surge como inevitable producto de la libre competencia inauguró, como explicara brillantemente Lenin en su magnífico opúsculo de El Imperialismo, fase superior del capitalismo, es la era del dominio del mercado mundial por el capital financiero y monopolista y, por tanto, de la consolidación del imperialismo como expresión política de esta fase en el desarrollo del capitalismo.
En este período las contradicciones derivadas de la anarquía del sistema, unidas a la lucha entre las distintas potencias por la redistribución de las colonias y mercados mundiales, condujeron a las dos Guerras Mundiales y al período de revolución y contrarrevolución más intenso visto hasta hoy en la historia de la humanidad. Lo que aquí nos interesa resaltar es el hecho de que estos colosales acontecimientos, ya entonces, pusieron de manifiesto la bancarrota desde una perspectiva histórica del capitalismo. Realmente lo que se estaba expresando de manera convulsa era la rebelión de las fuerzas productivas contra la camisa de fuerza impuesta por la propiedad privada de los medios de producción y cambio y por la existencia de las fronteras nacionales, que ahogaban e impedían su desarrollo.
Sin lugar a dudas, y aunque este no sea el lugar y no podamos desarrollar este aspecto decisivo, la lucha viva entre las clases fue a la vez causa y efecto de este desarrollo histórico concreto. En particular, el histórico triunfo del proletariado en el Octubre Rojo Ruso de 1917, y las especiales circunstancias históricas que le sucedieron, marcó con tinta indeleble un antes y un después en las páginas de la historia humana y, en gran medida, determinó el devenir de todo el siglo XX.
Partiendo del axioma de que "la Verdad siempre es concreta", lo que demuestran los datos estadísticos del comercio mundial es que, en los albores del siglo XXI, ninguna nación del mundo, sea cual sea la superficie que abarque su territorio, el tamaño de su población, su poderío militar o económico, puede escapar al dominio tiránico del mercado mundial.
Pero pasemos revista a los datos para en base a la realidad objetiva detraer las conclusiones que de ellos se derivan.
Cuadro nº1.
PIB de las cinco primeras potencias y de los países del BRIC (Brasil, Rusia, India y China). Fuente: Banco Mundial.
Cifras en Miles de Millones de $ nominales
AÑO | USA | JAPON | ALEMANI | CHINA | G.BRET. | BRASIL | RUSIA | INDIA |
2000 | 9.646,00 | 4.337,00 | 2.058,00 | 1.077,00 | 1.463,00 | 611,20 | 456,99 | |
2001 | 9.901.,80 | 4.574,30 | 1.948,00 | 1.129,30 | 1.451,50 | 528,70 | --- | --- |
2002 | 10.110,09 | 4.265,62 | 1.870,38 | 1.209,53 | 1.486,19 | 497,39 | --- | 501,53 |
2003 | 10.945,79 | 4.389,79 | 2.084,63 | 1.417,30 | 1.680,30 | 478,92 | --- | ---- |
2004 | 12.150,93 | 4.749,91 | 2.488,97 | 1.676,85 | 2.016,39 | 552,09 | ---- | 674,58 |
2005 | 12.969,56 | 4.988,21 | 2.852,33 | 2.263,82 | 2.263,73 | 644,13 | --- | 793,02 |
2006 | 13.446,03 | 4.899,97 | 3.018,04 | 2.641,87 | 2.425,21 | 892,81 | 822,36 | 906,54 |
Cuadro nº2.
Porcentaje sobre el PIB y la población mundial de los estados reseñados arriba y PIB per cápita de los mismos en el año 2006.
PAIS | PIB Miles Mill $ |
% PIB MUNDIAL |
%Población Mundial |
PIB per cápita $ |
USA |
13.446,03 |
28,00% |
5,00% |
44.800 |
JAPON |
4.899,97 |
11,00% |
2,14% |
38.300 |
ALEMANIA |
3.018,04 |
6,20% |
1,34% |
37.725 |
CHINA |
2.641,87 |
5,50% |
21,00% |
2.032 |
G.BRETAÑA |
2.425,21 |
5,01% |
1,09% |
37.311 |
BRASIL |
892,81 |
1,85% |
3,34% |
4.500 |
RUSIA |
822,36 |
1,70% |
2,50% |
5.500 |
INDIA |
906,54 |
1,90% |
20,00% |
755 |
PIB MUNDIAL |
48.461,85 |
|
|
|
Cuadro nº3.
Año 2006, Intercambios Comerciales en miles de millones de $ y porcentaje que representa respecto al PIB. (Fuente: Wto-OMC).
PAIS |
PIB |
EXPORT. |
IMPORT. |
TOTAL |
% SOBRE PIB |
USA |
13.446,03 |
1.038,30 |
1.919,40 |
2.957,70 |
22,00% |
JAPON |
4.899,97 |
649,90 |
579,60 |
1.229,50 |
25,10% |
ALEMANIA |
3.018,04 |
1.112,00 |
908,60 |
2.028,60 |
67,00% |
CHINA |
2.641,87 |
968,90 |
791,50 |
1.760,40 |
66,65% |
INDIA |
906,54 |
120,30 |
174,80 |
295,10 |
32,56% |
BRASIL |
892,81 |
159,20 |
115,60 |
274,80 |
30,78% |
RUSIA |
822,36 |
365,00 |
260,00 |
625,00 |
76,00% |
Total Mundial |
48.461,85 |
11.783,00 |
12.113,00 |
23.896,00 |
49,31% |
Cuadro nº4.
Volumen en miles de millones de $ del Comercio Mundial entre 1973 y 2006, peso específico de las distintas áreas del mundo en % sobre el total mundial. (Fuente: WTO).
ZONA |
Export. 1973 |
Import. 1973 |
Export 1983 |
Import. 1983 |
Expor 1993 |
Impor 1993 |
Expor 2003 |
Impor 2003 |
Expor 2006 |
Impor 2006 |
Mundo |
579 |
595 |
1838 |
1882 |
3675 |
3770 |
7371 |
7650 |
11783 |
12113 |
N.Ameri. |
17,30% |
17,20% |
16,80% |
18,50% |
18,00% |
21,50% |
15,80% |
22,60% |
14,20% |
21,00% |
USA |
12,30% |
12,30% |
11,20% |
14,30% |
12,60% |
16,00% |
9,80% |
17,00% |
8,80% |
15,80% |
Canada |
4,60% |
4,20% |
4,20% |
3,40% |
4,00% |
3,70% |
3,70% |
3,20% |
3,30% |
3,00% |
Mexico |
0,40% |
0,60% |
1,40% |
0,70% |
1,40% |
1,80% |
2,20% |
2,30% |
2,10% |
2,20% |
S y C America |
4,30% |
4,40% |
4,40% |
3,80% |
3,00% |
3,30% |
3,00% |
2,50% |
3,60% |
3,00% |
Brasil |
1,10% |
1,20% |
1,20% |
0,90% |
1,00% |
0,70% |
1,00% |
0,70% |
1,20% |
0,80% |
Argentin |
0,60% |
0,40% |
0,40% |
0,20% |
0,40% |
0,40% |
0,40% |
0,20% |
0,40% |
0,30% |
Europa |
50,90% |
53,30% |
43,50% |
44,20% |
45,40% |
44,80% |
45,90% |
45,30% |
42,10% |
43,10% |
Alemani |
11,60% |
9,20% |
9,20% |
8,10% |
10,30% |
9,10% |
10,20% |
7,90% |
9,40% |
7,50% |
France |
6,30% |
6,30% |
5,20% |
5,60% |
6,00% |
5,80% |
5,30% |
5,20% |
4,20% |
4,40% |
G.Breta. |
5,10% |
6,50% |
5,00% |
5,30% |
4,90% |
5,60% |
4,10% |
5,20% |
3,80% |
5,10% |
Italy |
3,80% |
4,70% |
4,00% |
4,20% |
4,60% |
3,90% |
4,10% |
3,90% |
3,50% |
3,60% |
C.I.S |
|
|
|
|
1,50% |
1,20% |
2,60% |
1,70% |
3,60% |
2,30% |
Africa |
4,80% |
3,90% |
4,50% |
4,60% |
2,50% |
2,60% |
2,40% |
2,10% |
3,10% |
2,40% |
O.Medio |
4,10% |
2,70% |
6,80% |
6,20% |
3,50% |
3,40% |
4,10% |
2,70% |
5,50% |
3,10% |
Asia |
14,90% |
14,90% |
19,10% |
18,50% |
26,10% |
23,30% |
26,20% |
23,10% |
27,80% |
25,00% |
China |
1,00% |
0,90% |
1,20% |
1,10% |
2,50% |
2,80% |
5,90% |
5,40% |
8,20% |
6,50% |
Japon |
6,40% |
6,50% |
8,00% |
6,70% |
9,90% |
6,40% |
6,40% |
5,00% |
5,50% |
4,80% |
India |
0,50% |
0,50% |
0,50% |
0,70% |
0,60% |
0,60% |
0,80% |
0,90% |
1,00% |
1,40% |
Tigres Asia |
3,40% |
3,70% |
5,80% |
6,10% |
9,70% |
9,90% |
9,60% |
8,20% |
9,60% |
8,60% |
Aus yN.Z |
2,10% |
1,60% |
1,40% |
1,40% |
1,50% |
1,50% |
1,20% |
1,40% |
1,20% |
1,40% |
URSS |
3,70% |
3,50% |
5,00% |
4,30% |
Cuadro nº5.
Stock de inversiones acumuladas de un país en el resto del mundo y viceversa. Año 2006. Miles de millones de $.
PAIS | Inversiones realizadas por terceros países | Inversiones realizadas por el pais referenciado en el exterior |
USA |
1.818,00 |
2.306,00 |
ALEMANIA |
764,00 |
941,40 |
CHINA |
759,00 |
93,75 |
JAPON |
88,62 |
459,60 |
BRASIL |
214,30 |
99,99 |
RUSIA |
209,60 |
|
El primer dato esclarecedor para evaluar lo que representa en los comienzos del nuevo siglo el intercambio universal de mercancías es que en promedio el mercado mundial representa entre un 40-50% del PIB global (ver cuadro nº3), esto es casi 24 billones de dólares de un PIB que en ese año osciló entre los 48,5 y los 51 billones de $ según las distintas fuentes (Banco Mundial, FMI, Eurostat...). Indudablemente, la dependencia no es la misma en todos los casos, ni en términos cuantitativos ni tampoco porcentuales. Por ejemplo, no es lo mismo el caso de EEUU o Japón, donde el comercio externo representa más o menos una cuarta parte de sus respectivas economías, que el caso de Alemania, China o Rusia, con una dependencia mucho mayor del mercado mundial. Por otra parte, de manera simultánea, se puede observar que cuantitativamente el peso del mercado norteamericano sigue siendo el mayor del planeta; representa el 12,5% de todo el comercio internacional, casi 3 billones de dólares, con un porcentaje aún mayor en las importaciones (casi un 16%).
Hay otros datos comparativos significativos. En el caso de USA el peso de su economía en el PIB mundial (el 28%) duplica lo que representa su porción en el comercio internacional. Mientras que, por ejemplo, en el caso de China ocurre el proceso inverso: su PIB supone un 5,50% y sus intercambios representan casi el 8% del total mundial.
También es necesario hacer un análisis equilibrado de lo que cada Estado representa en el concierto de las naciones, para ello tenemos que tener en cuenta no sólo las magnitudes cuantitativas de producción e intercambio de mercancías, o el ritmo de crecimiento económico anual, sino también otros muchos factores como la población, renta per cápita, productividad del trabajo, etc. En este sentido las diferencias en el caso de los países BRIC y los países desarrollados siguen siendo abismales. Por ejemplo, la Renta per Cápita China es aún 20 veces inferior a la norteamericana, 10 veces menor en el caso de Brasil y 40 en el caso de la India.
Por supuesto que también hay que tener en cuenta el tipo de mercancías que se compran y venden entre cada una de las zonas y naciones, aspectos todos de gran trascendencia y en los que nos detendremos cuando abordemos el estudio de la actual división mundial del trabajo.
Otro dato esclarecedor es el importante desarrollo de los intercambios comerciales (ver los cuadros nº4 y nº5) y que sirve para explicar, al menos parcialmente, tanto el período de crecimiento económico de los últimos 15 años, como también la conversión en su contrario conduciendo, merced a las contradicciones acumuladas, a la actual crisis que afecta a la economía mundial. Así, en la evolución reflejada en las cifras del Comercio Mundial, se observa un salto cualitativo y cuantitativo a partir de la década de los 90; en concreto de un volumen total de 3,72 billones de $ en 1983, se pasa a 7,50 billones en 1993, 15 billones en 2003 y se llega a los 24 billones de 2006. Esto significa que en poco más de dos décadas el volumen de mercancías intercambiadas se ha multiplicado por siete. Teniendo en cuenta que en ese período el PIB de USA, Japón, Alemania y las demás economías avanzadas en promedio creció aproximadamente un 300%, y considerando además que tanto Latinoamérica como África han reducido aún más su parte, y que Oriente Medio no ha incrementado de manera significativa su porción del mercado mundial, la explicación plausible de este desarrollo exponencial del mercado mundial, se debe básicamente al incremento del peso en el comercio mundial de Asia, que en 2006 sumaba el 27,80% de las exportaciones y el 25% de las importaciones globales.
Entrando en el detalle de las cifras del continente asiático, se ve claramente que los 7,5 puntos en que sube su participación se deben al papel de China que pasa del 1,20% de 1983 a un 8% en 2006. Así mismo, y aunque en menor medida, también ha influido en el mismo sentido, la incorporación de Rusia y su zona de influencia y también la de Europa del Este, que básicamente se encuentra bajo la órbita del imperialismo alemán.
Para llegar a esta situación en lo que se refiere a la cuenca del Pacífico, lo más significativo es el dato apuntado en el cuadro nº5 en lo que respecta a las inversiones extranjeras en China (759.000 millones de dólares). La relevancia de este dato tiene trascendencia mundial y esto por varias razones:
a) Por su volumen cuantitativo, China es ya el tercer país con mayores inversiones del exterior.
b) Por la intensidad y velocidad del proceso inversor, casi un 60% del total se hizo efectivo entre 1999 y 2006.
c) Por el tipo y calidad de las mismas. Se calcula que entre 400 y 450 de las 500 mayores multinacionales han invertido en China, y un porcentaje muy alto de estas inversiones lo son de las denominadas "Green fields", esto es en la construcción de nuevas plantas o fábricas o en la expansión de las ya existentes. En conclusión podemos decir que la explicación de estos procesos hay que buscarla en el desarrollo vivo de la lucha de clases. En este caso el triunfo de la contrarrevolución burguesa y la consiguiente restauración capitalista, a finales de los 80 y principios de los 90, en la URSS, Europa del Este y en China actuó como factor de causalidad, con los efectos indudables que han generado la incorporación a la órbita del mercado capitalista de cerca de 2.000 millones de personas. Estos acontecimientos han tenido un efecto dual. Inicialmente ampliaron el mercado y provocaron un efecto global de tirar hacia abajo de los salarios, de esta forma generaron un aumento de la tasa de beneficios y ayudaron al alargamiento del ciclo alcista de la economía mundial. Al mismo tiempo, todo lo anterior se combinó, como explica el FMI, con un crecimiento desproporcionado del peso del capital financiero y con el hecho de que aunque la inversión ha crecido durante el ciclo, lo ha hecho de manera muy inferior al nivel existente durante el período de crecimiento que se abrió tras el fin de la Segunda Guerra Mundial (de mediados de los años 40 hasta los años 70). De hecho, en lo que se refiere a los países industrializados (que siguen representando la parte del león, el 80% de la inversión mundial) la inversión ha crecido en estas tres décadas en un promedio que oscila entre el 15 y el 18% del PIB, mientras que hasta la crisis de la década de los setenta, la media era de más del 22%.
Por otra parte, el efecto de la industrialización acelerada y masiva de China y del Sudeste Asiático es un factor importante que, junto a otros, ha introducido enormes desequilibrios y contradicciones que, catalizadas por el accidente del pinchazo de las burbujas financiera e inmobiliaria, han ayudado a impulsar de nuevo una crisis clásica de sobreproducción.
La Historia de nuevo depara algunas amargas lecciones a todos los apologetas del capital que, hasta ayer, hablaban de la nueva economía y las maravillas del mercado. Por nuestra parte, los marxistas damos la bienvenida a todos estos procesos, especialmente por lo que representan en cuanto al enorme fortalecimiento del proletariado asiático. Los acontecimientos titánicos que se avecinan permitirán que de nuevo las ideas del socialismo científico empiecen a corresponderse con la experiencia de millones de oprimidos y, en palabras de Lassalle, se conviertan en una fuerza física capaz de transformar el mundo.
Fuente: El Militante (http://www.elmilitante.org)